Café+papel=amor

Capítulo 5

-¡Llegas tarde bobo, mira la hora! -La voz de Lissandra retumba por todo el lugar.

-¡tranquila!... Tan solo fue un minuto de retraso -susurro mientras me dirijo a la cocina.

-¡El tiempo es dinero!, deberías saberlo, bobo -Posa sus manos sobre su cintura. Algo característico en ella cuando simula ser ruda

-Los sé muy bien, pero da la casualidad de que aún no hay clientes, y si no hay clientes, no hay pérdidas -lanzo mi mirada burlona en son de victoria. 

-Eres todo un caso, bobo... ¡Oye!, ¿Desde cuándo tienes el valor de constestarme? -Inclina su cuerpo retador, su rostro a escasos centímetros del mío.

 

"¡Demonios!... ¡Qué bellos ojos!..." Grité en mi mente. Tan bellos y tranquilos, con el poder de transportarte a un mundo de absoluta paz, mis sentidos ahora estaban al 100% en ella.

No podía pronunciar ni palabra, mis labios balbuseaban en un intento de pronunciar algo que la alejara tan rápido de mí. Pero los nervios y el miedo, me hicieron desistir de pronunciar lo más mínimo.

No quería cometer un grave error, mis instintos y su delicioso aroma, me pedían tomarla por las caderas y comerla a besos de manera desesperada...  

Me recordaba que no debía cometer el error de enamorarme ciegamente de ella.

 

Lissandra

"!Vaya, vaya!, nada mal este bobo, tendrá la cara de burro, pero no puedo negar esa mirada tan rara y sensual que se carga." divago en mi mente. ¡Detente babosa!... Sea lo que sea, debes evitar cometer una tonteria... Te lo prometiste...

Costaba mantener el papel de mujer ruda con ese bobo frente a mí, tenía ese poder de hacerme dudar y de hacer mi cuerpo temblar.

Sus labios tenían ese poder magnético, que atraían con fuerza a los míos.

¿¡Que está pasando!?


 

[...]


 


 

-¿Qué está pasando aquí? -Una voz descosertada me hace dar un brinco, alejándome lo más rápido posible del rostro de Lissandra.

-No... Nada papá..., Estaba... Estaba retando a Álex en un duelo miradas, y quién perdiera, debía cerrar el restaurante durante una semana entera. -Pero ¿Qué bobada estaba diciendo Lissandra? La mire inmediatamente para hacerla callar. 

-Asi es Señor Rafael... -¡Estúpido! ¿Por qué dije eso? 

-Si, Alex perdió como era de esperarse y deberá cerrar el restaurante a partir de este día. -Dibuja una sonrisa malovela en su rostro y añade. -Por lo tanto, no tienes de que preocuparte está semana, papá.

-¿En serio?, Un hombre no debe faltar a su palabra, bajo ninguna circunstancia, Alex. -dice con seriedad y tintes de alivio-. Bueno, creo no hace falta decírtelo, sé que eres un hombre de palabra como tu padre. -dice con orgullo

-Ehhh... Si..., cumpliré mi promesa señor Rafael -Asentí con la cabeza. Ya no tenía opción. No sé por qué abrí la estúpida boca para darle cabida a lo que dijo Lissandra.

 

¡Hiiiija de... mi vida y de mi corazón! Me la ha hecho de lujo esa boba, ya pagará...

 

Lissandra

Apuesto todo, a que ese bobo no lo veía venir. Que vaya sabiendo que yo nunca pierdo y que él no es digno de enam... de hacerse el listo conmigo...


 

Alex

El día culminaba como cualquier otro, gente hambrienta y de mal humor, y pedidos sin control. Lissandra y yo, hicimos como pudimos para sacar de la mejor manera el trabajo.

Ahora debía quedarme una hora más en el restaurante, para después cerrarlo. Tengo que cumplir... ¿Cumplir?... ¿Pero en qué momento perdí? peor aún ¿En qué momento comenzó ese juego?...

 ¡Claro!, desde el momento que a ti mi tremenda bocota.

 



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En el texto hay: humor, romance, amor

Editado: 07.08.2020

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