Rafael
Salí con gusto del restaurante, nunca me imaginé ver tan limpia y bien organizada la cocina. Se Lucieron los chicos con esto.
Pobre Alex su rostro estaba tan rojo de la verguenza, pensó que mi reacción de hace un rato fue de disgusto, tal vez, debería de dejar de reaccionar así a todo lo que me sorprende, pero es inevitable.
Que buena manera de comenzar el día. Muero de ganas por contarle esto a Valeria, seguro se pondrá más que feliz que yo. Ella es quien más tiempo pasa en la cocina que de lo que yo, así que saltará de la emoción.
Ahora que lo recuerdo, los chicos estaban demasiado nerviosos cuando me vieron llegar tan de pronto al restaurante.
Con esa duda en mi casa llegué a casa tan rápido como pude.
-¡Valeria! ¡Valeria! ¿Donde estás mi amor? -Busca apresurado.
-¡¿Qué pasa?! -Valeria baja con rapidez de las escaleras-. ¿Que secede cariño?
-No vas a creer lo que sucedió hoy en el restaurante
-¿Que es lo que sucedió? -pregunta preocupada
-Hace uno momentos entré a la cocina y no te imaginas con lo que me encontré
-¿Qué tiene nuestra cocina? -dice preocupada
-No, No, No -niega con la cabeza-. Nuestra cocina no tiene nada de malo.
-¿Entonces de qué cocina estás hablando?
-¡Del restaurante! -exclama emocionado-. Los chicos lo hicieron
-Ay, esa Lissi -Se toma de la entre ceja-. ¿Que se supone que hizo Lissi ahora?
-Nada malo mi amor... Solo le entregué los hot cakes a Lissi y me dirigí a la cocina para despedirme de Alex.
-Si... ¿Y luego?
-Que al entrar, los chicos me sorprendieron con lo que habían hecho la noche pasada.
-¡Ya dime qué hicieron... Cariño! -Se toma de la cintura!-. Le estás dando vuelta a lo mismo y no me dices nada
-Ok, ok -Suelta una carcajada-. Es la emoción mi amor.
-Bueno, pero dime rápido que debo salir a comprar unas cosas y se hace demasiado tarde.
-Esta bien. -Toma una bucanada de aire-. ¡Los chicos limpiaron y movieron los muebles de la cocina entera!
-¡¿Que?! -Los ojos de Valeria salen de sus órbitas-. Esa cocina no ha tenido cambios desde aquella vez cariño
-Lo sé... -Interrumpe Valeria
-Cariño, creí que no querías que la cocina tuviera cambios -dice con tintes tristes.
-Lo sé, lo sé mi amor...
-No te preocupes cariño, hablaré de esto con Lissandra, ella no lo sabe, pero no está de más que lo...
-No mi amor, no hace falta que la regañes -Toma del hombro a Valeria-. Son buenos los cambios, los recuerdos siempre son buenos. Pero nada puede mantenerse igual para siempre.
-¿Estás seguro de eso cariño? -Toma de la mejilla de Rafael-. Aparte del restaurante, la cocina tiene un significado importante para ti.
-Si... Lo es, pero igual necesita de una manita de gato de vez en cuando para mantenerla.
-Cariño... -Sonríe alegre Valeria
-Pedro también estaría feliz por esto... -Sus ojos se empapan.
-Seguro que si, cariño -Da un beso tierno a Rafael.
-Le debo mucho... -Limpia sus ojos con el dedo.
-De cualquier forma, deberiamos hablar con Lissandra. Antes de hacer cualquier cambio debe consultarnos primero.
-No te preocupes mi amor, yo hablaré después con ellos...
-¿Qué pasa, por qué tan de pronto te pones tan pensativo, cariño?
-Nada... Nada amor, solo es que Alex es un buen chico, me hace acordar de él... -dice pensando en la manera en que encontró a Lissandra en los brazos de Alex.
-¿Seguro que es eso? -dice con duda
-Si mi amor -Da un beso a Valeria-. A Lissi le hará bien la compañía de Alex.
-¿De Alex?...