El sith entró a un hangar rodeado por los hombres de Tudra, esta caminaba frente a él con prestancia. Allí encontraron a su maestro, que solo estaba acompañado por Vitti. La twi’lek siempre estaba nerviosa cuando estaba a su lado. Frente a ellos había una hermosa nave, esta parecía ser un yate, pero a diferencia de los que había visto antes era completamente plateado. Tenía una larga trompa y dos marcadas alas. Era mucho más grande que las naves que venía usando. Ihsahan notó que era una nave de guerra disfrazada de yate, ya que su armamento estaba bien oculto. Su maestro sonreía, como siempre, mientras recibía el holocron de su telequinesis.
“Espero que te haya servido, aprendiz.” Dijo divertido Tharan.
Ihsahan miró a Vitti, que se acercó a él en el momento que se detuvo.
“Tu experta en explosivos está nerviosa a mi lado.” Agregó jocoso. “Supongo que es normal…”
“Tharan, aquí tienes a tu aprendiz. Tenemos mucho por hablar.” Dijo con seriedad Tudra. “Ihsahan ha hecho un gran trabajo.”
Ihsahan tenía una pequeña valija en su mano, Mirana apareció directamente de su vehículo para saludar con respeto y recibir la valija.
“Para Vera.” Dijo con seriedad el sith.
“Entendido, maestro.” Dijo con seriedad Mirana. “¿Estás seguro de que no me necesitas?”
“Eres más útil siendo mi conexión en Kaas.” Respondió con seriedad Ihsahan.
“Mi aprendiz es un gran piloto, Mirana.” Dijo divertido Tharan. “Recuerdo que me lo confesaste hace poco.”
Mirana se enderezó para saludar y marcharse a su vehículo.
“Este es mi nuevo regalo, Ihsahan. La tenía preparada para mí, pero tú vas a aprovecharla mejor, ya que tienes que viajar para cumplir con los deseos del Imperio.” Dijo divertido Tharan.
“Gracias, maestro.” Dijo con seriedad Ihsahan.
“Inteligencia va a ponerse en contacto contigo cuando estes en viaje a Onderon.” Dijo sonriente Tharan. “Tu twi’lek dejó un paquete en tu habitación.”
“Lo mandó Watcher…” Dijo apenada Vitti.
“Entendido.” Dijo con seriedad Ihsahan para mirar hacia la rampa.
“Esperaremos por ti, alumno. Supongo que ahora Tudra me pondrá al día con tus aventuras en Ziost.” Dijo jocosos el sith.
Ihsahan tomó la mano de Vitti para subir a la rampa. Todo estaba como nuevo y brillaba pulido. Un droid de protocolo les dio la bienvenida en la nave para acompañarlos hasta una sala común, donde había una gran mesa. Ihsahan se detuvo para notar que alguien se quería comunicar con ellos. Tocó el botón para que aparezca Watcher. El hombre se paró derecho para saludarlo con respeto.
“Buenos días, milord.” Dijo con seriedad el hombre. “Hemos dejado su equipo para la misión en su habitación. Su misión tiene una parte previa que será explicada in situ.”
“Entendido.” Dijo con seriedad Ihsahan.
“Primeramente deberá infiltrarse en el Palacio Real para acceder al itinerario de su objetivo, su nombre será Bryce Hertz, diplomático de la Embajada Imperial en Onderon. Tendrá todo a su disposición para ser esta persona. Ya dentro del palacio recibirá los detalles de la misión. Cuando obtenga la información necesaria, podremos seguir con nuestro plan. Ahí es donde entra su… herramienta.” Dijo con suma prestancia Watcher.
“Tengo todo lo necesario para el trabajo, Ihsahan.” Dijo sonriente Vitti.
“Entendido.” Dijo con prestancia el sith.
“Luego, Lord Tharan me ha dicho que tiene algo personal para hacer, así que usted sabrá como terminar la misión.”
“Parece simple, Watcher. Esperemos que sus contactos sean tan fieles a la realidad como a lo planeado.” Dijo con seriedad Ihsahan.
“Nos contactaremos contigo cuando aterrice, milord.” Dijo el hombre para despedirse con una reverencia.
Ihsahan caminó hacia la cabina para pilotear la nave, esta no hizo un sonido al escapar de la gravedad de Dromund Kaas. Con la hiperlane frente a ellos, el sith exploró la nave para terminar en su habitación, donde estaba su paquete lleno de ropa. Vitti se sacó las botas para seguirlo de cerca, por alguna razón siempre quería estar a la vista.
“Ihsahan, no me gusta tu maestro…” Dijo apenada la twi’lek. “Siempre siento que está a punto de matarme…”
“Es normal.” Respondió con prestancia el sith.
“¿Yo tengo que infiltrarme contigo?” Preguntó al notar un vestido entre la ropa del sith.
“Creo que podrías ser una distracción para cuando tenga que entrar a los lugares restringidos.” Dijo con seriedad Ihsahan mientras la miraba de cerca.
“Entendido… No soy una gran espía.” Dijo pensante Vitti mientras rodeaba sus brazos sobre su cuello. “¿Quieres algo para comer? La cocina estaba bien equipada.”
Ihsahan podía sentir la lujuria en la twi’lek.
“Primero necesito bañarme.” Dijo con seriedad el sith.
Vitti lo soltó para verlo marchar, pero terminó corriendo detrás de él.
Ihsahan bajó de su nave para ser escoltado por un grupo de guardias reales por una pintoresca rampa, encontrándose con su supuesto informarte. La mujer lo miraba con curiosidad mientras Vitti caminaba aferrada a su brazo. Caminaron por el palacio hasta terminar en una oficina, allí, Ihsahan enfrentó a la mujer para mirarla fijamente. Su traje negro era ajustado y tenía detalles plateados. Sus botas eran altas y no llevaba nada que lo identificara como sith. Vitti estaba incómoda en su ajustado vestido, tenía una pequeña diadema decorando su cabeza.
“Milord, bienvenido a Iziz.” Dijo con prestancia la mujer. “Quiero decir que estoy orgullosa de poder servirlo.”
Ihsahan la miraba con fijación.
“No debería malgastar el tiempo de mi maestro, señorita.” Dijo divertida Vitti.
“Lo siento, su objetivo está en la oficina real de la princesa, debería conseguir el itinerario del embajador allí, en realidad es el segundo, el verdadero. El de cebo ya lo hemos conseguido, ahora necesitamos el respaldo para poder terminar de planear la misión. Inteligencia dice que debo dejar todo en sus manos. Dentro poco empieza la pequeña bienvenida para el convoy del Imperio, creo que es la oportunidad ideal para recorrer el palacio sin ojos sobre usted.” Dijo con prestancia la mujer.
“Entendido.” Dijo con seriedad Ihsahan. “¿Quién está protegiendo a Pirunt?”
“Un trío de jedis, aunque supuestamente están visitando a la Princesa Kira.” Respondió al instante la mujer. “Los están siguiendo de cerca. Watcher tiene todo planeado para usted, milord.”
La puerta sonó para que entrara un sirviente, el cual los invitó a la fiesta. Ihsahan sonrió para seguirlo hasta un hermoso y decorado salón donde pudo ver a muchos guardias a varios diplomáticos de la República. La Princesa estaba siendo custodiada por Athos y Lira, apretó la mano de Vitti para pasar frente a ellos sin que se enteraran de su presencia. Su camino lo dejó entre un grupo de diplomáticos de la República que lo estaban mirando con poco cariño. Su presencia era percibida solo cuando él quería. Tomó una copa para sonreírle a una de las mozas y acercarse a discutir sobre las relaciones externas entre el Imperio y la República. Había estudiado bien su papel, cosa que sorprendió a Vitti, que solo estaba ahí para ser bonita. Mientras hablaba con alguien de Coruscant, pudo sentir la presencia de Kysho en la distancia. La gente estaba cercana a una mesa hablando con su objetivo, junto a este estaba Kysho, que llevaba su mejor túnica para el evento. Sus ojos lo ignoraron por completo. Pirunt tenía una de esas voces que emanaban experiencia y todos querían escucharlo. Dejó a Vitti cerca de unas copas para colarse entre dos guardias reales que nunca notaron su presencia. Caminó por los pasillos del palacio notando una gran cantidad de soldados de la República, notó unos cuantos espías también, pero la Fuerza lo estaba ocultando de sus ojos. Encontró un escuadrón de élite en un cuarto para terminar frente a la oficina de la princesa. Dos guardias estaban hablando sobre banalidades cuando pasó frente a ellos para abrir una ventana a su lado con su telequinesis.
“Ah, este viento está endiablado…” Dijo ofuscado el guardia mientras se acercaba a cerrar la ventana.
Ihsahan usó la oportunidad para colarse en la oficina, el segundo guardia cerró la puerta como si el viento la hubiera abierto. El escritorio de la princesa era gigantesco y de una madera agrisada. Sobre este tenía diversas decoraciones y una fotografía de toda su familia. Encontró lo que buscaba en un cajón oculto. No tuvo que hacer nada para que su holopad se conecte con uno de sus slicers. Al cabo de unos minutos dejó todo como estaba para mirar por la ventana. En la distancia pudo ver a Kysho y sus padawans custodiando al Senador y la Princesa. Estaban rodeados de vegetación en una de las terrazas del palacio. Su reflejo en la ventana lo devolvió a la realidad. Caminó por el pasillo para luego hacerse pasar por perdido, un guardia lo ayudó a llegar a la fiesta, donde casualmente dejó su holopad en la bandeja de una de sus espías. Vitti estaba mirando a un músico de cerca mientras el resto de los invitados parecían estar entretenidos en sus intercambios de influencia. Tomó su cintura para caminar hacia una ventana, donde la twi’lek apoyó sus manos sobre su pecho para mirarlo de cerca.
“Odio a estos… esnobs.” Dijo ofendida Vitti.
“Es normal.” Dijo con seriedad Ihsahan. “Tenemos que esperar por el contacto para hacer el resto del trabajo.”
“Entendido…” Dijo pensante la twi’lek. “Nunca esperé que pudieras sonreír de esta manera…”
“Soy un espía.” Dijo con seriedad Ihsahan. “Parece que la República ya está arraigada en este lugar.”
“¿Ya terminaste?” Preguntó sorprendida Vitti. “Ya quiero quitarme este vestido… me recuerda a cuando era una esclava.”
Ihsahan la miró con seriedad para luego sonreír y encarar hacia la multitud.