El primer día que Sasuke llegó a la aldea junto con su hermano, Naruto y los demás estuvo pensativo. No se sentía cómodo ya que los aldeanos lo miraban con recelo y la constante presencia de Danzou lo quemaba por dentro. Aunque Itachi tenía una actitud diferente, él no conseguía adaptarse tan fácilmente. Veía dos reacciones opuestas: quienes lo despreciaban por haberse ido tiempo atrás junto al asesino del Tercero y quiénes se alegraban de su regreso.
Ese primer día que despertó en Konoha estaba en la casa de Naruto, esto facilitó su adaptación. Toda la mañana permanecieron allí recordando lo bueno del pasado. Luego se contaron sus experiencias cuando se separaron. No pudieron evitar sentirse mal, uno al recordar el intenso dolor por la perdida de aquel que tan importante era para su vida y el otro debido al arrepentimiento e intemsa culpa por su decisión. Aunque ambos reconocían que habían llegado a ser quienes en el presente eran gracias a ese pasado vivido. La buena actitud de Naruto rompió la atmósfera plagada de tristeza que se hubo generado de forma repentina.
Él siempre tenía una sonrisa en su rostro mostrando que todo puede revertirse y ser cambiado para el bien de los demás. La esperanza formaba parte de su persona junto a ese increíble poder que poseía, poder que le permitía cambiar el corazón de los demás. Sasuke había sido cambiado totalmente por él, aunque el ninja rubio aún no se percatara de eso.
El ninja emo limpió todo el departamento de Naruto ya que no soportaba la suciedad y cocinó ramen para el almuerzo. Naruto estaba sorprendido ya que no se esperaba aquello. Había entrado a darse un.baño y al salir su departamento era otro.
- Tendré que invitarte más seguido Sasuke - comentó sonriendo.
Luego del almuerzo Naruto quiso salir pero Sasuke le pidió que no lo hicieran. Aún no estaba preparado para enfrentar a los aldeanos. El ninja rubio aceptó a medias ya que consideraba que ocultarse por siempre no era una opción a seguir.
Sasuke, además, tenía el confuso sentimiento de estar con Naruto a solas. Sentimiento que no lograba entender del todo. Le gustaba observarlo, verlo reír era algo mágico y encantador. Ahora podía percatarse de cosas que antes directamente las ignoraba debido a que ni siquiera se molestó en verlas. En verdad él era un sol, irradiaba luz y calor.
Animaba a seguirlo, sin darse cuenta las horas pasaron y la noche llegó. Sasuke se sentía tan cómodo y tranquilo que hasta se hubo olvidado de Itachi y Danzou. Junto a Naruto sentía que podía estar en paz y ser felíz. Era el sol que brillaba con luz propia.
- Tan idiota fuí - dijo repentinamente, echo que sorprendió a Naruto - Estuviste conmigo siempre pero ni me molesté en mirarte. Menudo imbécil resulté ser.
- Sasuke - Naruto susurró su nombre - No había llegado el momento, además tenías demasiadas presiones. Deja el pasado atrás
La luz de la luna lo iluminaba dándole un brillo peculiar. Así parecía un ángel, su mirada carismática y transparente con esa dulce sonrisa. En verdad se había adueñado de su corazón al completo. Y lo mas irónico de todo es que él no se daba cuenta de ello.
- Si tú lo dices - El ninja emo no pudo resistir más y velozmente estuvo frente a él, con su brazo izquierdo abrazó mientras empleaba su mano derecha para acariciar la mejilla de Naruto con intensa suavidad. - Eres una magnífica persona Naruto - colocó su dedo gordo sobre los labios del ninja rubio. Sus miradas se fundieron en una sola. Los sentimientos no tienen ni necesitan explicación. Eso empezaba a comprender cada vez mejor el ninja emo. Acercó su rostro al cabello de Naruto y allí aspiró el dulce aroma de su cuerpo. No sabía si aquel sentimiento que había despertado en su persona era bueno o malo, aceptable o prohibido pero tampoco le importaba ya que había llegado a un punto en el que no podía contenerse más. No podía ni quería seguir haciendolo. Con su brazo derecho terminó de abrazarlo con pasión. Instantes después le susurró al oído - Si quieres que me detenga...dímelo ahora...Naruto
Naruto no respondió, simplemente lo abrazó con fuerza mientras apoyaba su rostro en el hombro de Sasuke. ¿Qué se detenga? Nada más alejado de sus deseos. Desconocía esa sensación pero era tan bella, sentir cómo Sasuke lo acariciaba y lo abrazaba era algo nuevo y hermoso a la vez. Aunque le resultase raro, a él no le molestaba al contrario; quería estar así para siempre, alejado de los problemas y preocupaciones. Sintiendo a Sasuke y su intensa pasión allí era lo mejor que le había pasado en su vida.
- No...no lo hagas...no te detengas...Sasuke...
El ninja emo rozó sus labios con los de Naruto como buscando su consentimiento con prudencia pero se encontró con una ansiedad que no se la había esperado. Los hambrientos labios del ninja rubio parecían querer devorarlo y sus sedientos dedos cargados de pasión se aferraron al cuerpo de Sasuke al punto de parecer que intentaban absorverlo por completo.
- Debemos estar totalmente locos - susurró Sasuke antes de sumergirse en los deliciosos labios de Naruto una vez más. Afuera la noche reinaba en todo su esplendor.
Los días fueron pasando y ambos optaron por dejarse llevar sin analizar la situación ni sus sentimientos. Esto ayudó a Sasuke a re-adaptarse a la aldea y caminar por sus calles más tranquilo. Volvía a ser el que fue una vez con el resto de los aldeanos y sus amigos. Las chicas no tardaron en empezar a buscar y hasta reclamar su atención pero el ninja emo se limitaba a ignorarlas. Su corazón ya tenía dueño aunque ninguno había dicho nada, incluso en público actuaban como si fuesen amigos. Ambos preferían aquello ya que necesitaban dejar de lado esa confusión que invadia sus mentes antes de hacerlo público.
Aún así Naruto no podía evitar de sentir esa angustiante inseguridad cada vez que estando con los demás veía cómo las chicas buscaban tanto a Sasuke reclamándole su atención. Eso le hacía pensar si en verdad estaba en lo correcto al dejarse llevar por sus propios sentimientos o si quizás se había equivocado. No obstante sabía discimular esas sensaciones muy bien al punto que nadie notaba nada o al menos eso era lo que él creía. Sasuke lo conocía tan bien que era consiente de esos sentimientos de oscura inseguridad de Naruto, echo que le molestaba bastante ¿Por qué tenía que dejar que esos oscuros sentimientos lo dañen así? ¿Por qué no confiaba más en él?