ENTRENAMIENTO PASIONAL

EN LA TIERRA DE LOS SAPOS

Habían aparecido en un sitio rodeado de hermosos colores y delicados aromas, el croar de las ramas y los sapos resonaban  como acordes musicales. La suave brisa acariciaba los rostros de los recién llegados que asombrados miraban el increíble espectáculo. Estatuas de hasta cinco metros de altura de sapos echas de mármol y piedra adornaban aquel sitio. Vieron una fuente cuya agua tenía la tonalidad del marrón dorado, a su alrededor había muchísimas esculturas de sapos echas de piedra.

El sapo amigo de Naruto, quién lo hubo invocado, reía feliz al verlos llegar pero cuando se percató de la presencia de los hermanos Uchiha su rostro cambió. La dureza de su mirada fue desafiante al punto de tener que ponerse en guardia de pelea los recién llegados. El anciano sapo se apuró a aclararle las cosas para calmar el ambiente. Recién entonces los habitantes del lugar recibieron felices a los recién llegados, una vez efectuada la explicación del anciano.

Itachi estaba en verdad fascinado con ese lugar, al punto de entablar una amena conversacion con la rana anciana y más tarde con el sapo amigo de Naruto quién lo hubo invocado. Era la primera vez que alguien que no hubo realizado el pacto con los sapos pisaba esa tierra. El Uchiha les explicó el motivo de su visita. 
- Quiero que mi hermano entrene y así pueda usar mejor esas nuevas habilidades. Lo mismo deseo que suceda con Naruto. Además esos dos...no podrían separarse aunque la vida se les esté acabando. 
- Oh vaya - Exclamaron a coro el sapo y la rana anciana y luego rieron a carcajadas tras entender el mensaje.
- Bienvenidos sean entonces, prepararé algo delicioso - la rana anciana se alejó.

El entrenamiento comenzó inmediatamente. Naruto y el anciano sapo de color verde se fueron hacia el sitio donde estaba la fuente de aguas marrón dorado, mientras que los hermanos Uchiha se dirigieron hacia el otro lado. Un sitio rodeado de flores de varios tamaños y colores. Era el indicado para entrenar.

Primero Itachi le pidió a su hermano que le mostrarse lo que podía hacer con su Sharingan ya que necesitaba saber hasta dónde podía llegar él realmente. Para cualquier espectador ambos hermanos se limitaron a mirarse durante horas sin hacer nada. Pero la realidad distaba mucho de ser lo que las apariencias mostraban ya que ambos hermanos se enfrentaban con sus poderes oculares.

Tres horas después volvían a la realidad bastante exaustos. Itachi pudo comprobar el increíble avance de su hermano y los inigualables poderes ocultos que guardaba. 
- Sasuke tú...tienes el poder de modificar el destino no solo tuyo y  a tu antojo, pero solo si unes tus poderes con los de Naruto. Ustedes pueden volverse los ninjas más poderosos del mundo Shinobi.

Éstas palabras le hicieron recordar el ataque sufrido hacía unos escasos días atrás. El enemigo les había dicho algo parecido a Naruto y a él. Entonces no estaba tan errado. Creía que solo podía cambiar el destino de Naruto y el suyo propio pero al parecer no era así. Además tenía cierta lógica ya que ambos cambiaron el destino de Itachi. En ese caso debía andar con cuidado y no despegarse de Naruto ya que ahora se le sumaba alguien más que lo quería capturar. 
No permitiría que nadie lo dañe, antes pasarían sobre su cadáver.

Itachi se percató de la turbación de su hermano y  por más que lo indagó nada pudo averiguar. Esto lo preocupó pero no insistió ya que sabía que no le sacaría nada así. Por el contrario prosiguió con el arduo entrenamiento.

Fuerte. Debia volverse mucho más fuerte si pretendía proteger a quien tanto le importaba y seguir a su lado, de lo contrario no se lo perdonaría nunca. 
- No quiero volver a sentir ese vacío infernal que me desgarra por dentro - dijo Sasuke - Por eso necesito que me ayudes Itachi. Ayúdame a entender estos poderes misteriosos. 
- El Rennigan que tienes en tu ojo izquierdo te permite abrir portales para ir a otros sitios pero hay mucho más y lamentablemente no conozco del todo su poder. Sin embargo sé que Pain tiene ese poder ocular en ambos ojos. Veamos qué puedes hacer con ese ojo, de paso iré comprobando algunas teorías al respecto.

Ambos hermanos se dedicaron a enfrentarse con todo lo que tenían ya que era en la batalla donde mejor podían aprender y desarrollar técnicas nuevas. Se hizo de noche y hasta que sus cuerpos no les dijesen basta ninguno acabaría ni se detendría. Pero ese momento llegó cuando las estrellas brillantes dominaron el firmamento y ninguno pudo mantenerse en pie. Fue cuando la rana anciana los llamó a cenar. No obstante al sentarse en la peculiar mesa de la rústica pero bella casa de los anfibios  sus estomagos dieron un revuelo al punto de tener que cerrar con fuerza sus bocas o vomitarían. Lo mismo le ocurrió a Naruto solo que este dió un grito de horror y asco.

La mesa estaba servida con platos cuyos alimentos eran bichos de todo tipo: gusanos, cucarachas y demás. La pareja de sapos ancianos estaba felíz y empezaron a comer sintiendo un inmenso placer. Pero los invitados no tocaron los alimentos. Fue Itachi quien amablemente se disculpó y pidió permiso para preparar algo acorde a sus gustos de humanos mientras Naruto y Sasuke salieron un rato aguardando la verdadera cena.

Los dos estaban agotados por el entrenamiento del día aunque también se sentían  felices por poder estar allí entrenando y compartiendo momentos juntos. 
- Sasuke - comenzó a decir Naruto mirando las estrellas - Gracias por estar a mi lado cuando más te necesité. - El aludido le clavó una ardiente mirada - No podría haberlo soportado sin tí...Jiraya fue como un abuelo para mí y su muerte... - su voz se le quebró.
- Siempre estaré a tu lado...Naruto - Sasuke lo abrazó fuertemente - No lo dudes - El ninja emo empujó suavemente a Naruto al suelo boca arriba y colocándose sobre de él lo miró con intenso deseo mientras acariciaba su dorada y sedosa cabellera - Eres muy importante para mí...espero que lo entiendas...