Los días habían pasado, para Rob cada día se volvía un poco más gris. No comprendía como había llegado a ese punto, se pasaba días enteros reflexionando, al final solo terminaba con más preguntas que respuestas.
Sus padres lo conocían lo suficiente como para saber que estaba mal. Rob nunca conoció a sus padres, pero esta fecha era quizá la única en todo el año en que el Rob que todos conocían cambiaba, pero su madre, intuitiva como solía ser, sabía que algo más le pasaba a su pequeño Robert y durante una cena familiar se dispuso a averiguarlo y, sobre todo, a solucionarlo.
-Rob –El susodicho la miró- ¿Qué es lo que te sucede últimamente? Sé que estas son fechas difíciles cariño, pero sé que algo más te sucede, tú no eres así.
-Mamá tiene razón, Rob. Algo más te pasa. –Esta vez quien hablo fue Alice, su hermana mayor.
Rob miro a todos los presentes. Allí se encontraban además de sus padres y la nana Margarita, sus 4 hermanos. Los mellizos Alice y Dallas de 28 años, su hermana Lily de 25 años junto a su novio Noah y, por último, su hermano menor Caleb junto a su esposa Natalie y su pequeña bebe, Gabriella. Si, su hermano menor estaba casado, apenas tenía 21 años, pero había tomado la decisión de casarse con su novia de la preparatoria y habían tenido a su pequeña Gaby, como cariñosamente la llamaban, muy poco tiempo después del matrimonio.
Los vio a todos, los vio como lo que eran, un conjunto de personas fantásticas que se preocupaban por él, la familia que sus difuntos padres le habían brindado y se sintió mal, se sintió mal por preocuparlos y decidió que les contaría todo, absolutamente todo.
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Rob terminó de contar la historia y todos se miraron entre sí, ¿Qué se suponía que se decía en una situación como esa? Ninguno lo sabía, era complicado y ninguno quería pronunciar palabras equivocadas.
-Pues yo la verdad no sé qué decir. –Fueron las palabras de su hermana Lily. - Yo conozco a los Baker por negocios, hace aproximadamente año y medio que firmamos un contrato a largo plazo con ellos. Nosotros seremos los proveedores de materiales para sus próximos proyectos, durante las negociaciones conocí a los 2 hermanos Baker, Cameron y Leah Baker son 2 personas increíbles y los comentarios que he escuchado de sus padres no dicen nada diferente, así que no entiendo que pasa con Liz.
-Yo sí sé que decir. –Esta vez habló su cuñada Nat. –Creo que necesitas un tiempo a solas, un tiempo para despejarte y yo tengo la oferta perfecta para ti. La fundación en la que estoy colaborando está reclutando voluntarios para viajar a Latinoamérica, el propósito es hacer un recorrido por unos cuantos países y prestar ayuda en algunas comunidades que se han visto afectadas por algunos fenómenos meteorológicos recientes, tu presencia allí sería de gran ayuda.
-Es una buena idea hijo. –Dijo Benjamín. - Sería bueno para ti, además de que tal y como dice Nat, allí serias de gran ayuda.
Rob sopesó la idea, pero luego se dijo a si mismo, ¿Qué es lo que tienes que pensar? ¿No es ayudar lo que querías? Esta es tu mejor oportunidad y entonces, respondió que sí.