Cambiando por amor.

Capítulo 15.

Todos ya habían entrado a ver a Liz, su familia, su mejor amiga y la chica llamada Emma junto a su bebé. Rob era el último y se sentía muy nervioso.

Tocó la puerta con sus nudillos y espero respuesta.

-Pase. -Rob entro, cerró la puerta y se tomó un minuto para serenarse.

-Hola, ¿Cómo te sientes?

Rob permaneció de pie frente a la cama, la verdad es que no sabía que hacer o donde acomodarse.

-Tengo un poco de dolor de cabeza pero no más, no fue gran cosa. -Liz sonrió pero fue notorio su pequeño gesto de molestia.

-¿Qué pasó? Te habías ido hacia muy poco y cuando salí a buscarte te encontré así, no lo entiendo.

-Pasaron más de 10 minutos Rob, tiempo suficiente para que yo me alejara un poco y me topara con ese desgraciado. El simplemente se acercó a mi y empezó a tirar de mi bolso, yo me resistí un poco, forcejeamos y por la brusquedad cuando caí, me golpeé fuertemente la cabeza. Gracias a Dios no pasó a mayores, me han hecho los estudios correspondientes y no pasa nada.

-Me alegra mucho Liz, yo... a mi me gustaría que habláramos cuando te sientas mejor. Cuando te fuiste me quede pensando en cuanto me gustaría escuchar tus porqués. Yo nunca he sido una mala persona y siempre he tratado de darle oportunidad a los demás pero cuando fuiste a verme, yo... -Rob fue interrumpido por Liz.

-No tienes que decir nada ni tienes que disculparte. Yo entiendo perfectamente. Se que me comporte muy mal contigo y con muchas otras personas, también se que a veces una disculpa no basta pero es lo que puedo brindarte ahora.

Rob la miró y alguna fuerza extraña lo impulso a acercarse a ella y tomarle la mano. La acarició y la miró a los ojos, no se veía como esa mujer que lo insulto en el hospital el día en que se conocieron. Lucía diferente, quizá era muy pronto para decirlo pero le agradaba lo que estaba viendo y confiaba en que podía cambiar. Si otras personas son capaces de superar su pasado y mejorar, ¿Por que Liz no podía hacerlo?

-¿Te sucede algo? Te quedaste pensativo. -Liz lo miraba curiosa.

Entonces Rob la besó, ninguno de los dos podía creerlo, era difícil saber cual estaba más impactado por aquella acción pero eso no los detuvo. Fue un beso suave, casi tímido, de alguna forma ambos temían el repentino rechazo del otro pero Liz correspondió a la acción de Rob y se sintió en la gloria.

Lo había besado alguna vez, de hecho, lo había besado mucho aquel día, de eso estaba segura pero su estado de embriaguez de aquel momento no le permitía recordar todo lo sucedido y la sensación de los labios de Rob junto a los suyos era algo que su mente había borrado.

Sabía bien, se sentía bien y Liz lo disfruto al máximo hasta que tuvieron que separarse por falta de aire.

Rob por su parte recordaba esa noche, la recordaba muy bien. Secretamente esa noche lo había trastornado, había trastornado sus sueños y lo había hecho anhelar más. Ahora sólo quería poder seguir disfrutando de sus deliciosos y suaves labios pero debía separarse, debían tomar aire y aclarar las cosas. Solo esperaba que la vieja Liz no apareciera nuevamente.

-Rob...

-Liz...

Ambos se miraron y rieron.

-Adelante, las damas primero.

-Rob, se que quizá tengas preguntas que hacer, se que quizá tengas tanta curiosidad como yo sobre como serán las cosas a partir de ahora pero por favor permíteme hablar a mi y hacerte una propuesta.

Actúe mal y soy consciente de ello, no tengo una razón 100% valida para eso, simplemente estaba siendo yo misma pero mi familia me hizo abrir los ojos. No pensé que podía hacer tanto daño con unas simples palabras, hasta que fue a mi a quien unas simples palabras lastimaron.

Quiero pedirte una disculpa y la oportunidad de empezar de nuevo. Quiero estar cerca de ti y poco a poco demostrarte mi cambio. Quiero que me dejes tratar de conquistarte.

Liz ni siquiera sabía de donde había salido tan loca idea pero era lo que quería.

-Wow, eso no me lo esperaba y la verdad no se que decir. -Rob la miraba con los ojos muy abiertos.

-Puedes pensarlo, tienes todo el derecho a hacerlo, Rob.

-Quiero que lo intentemos. -Rob quiso por primera vez tomar una decisión sin detenerse a analizarlo tanto, quiso arriesgarse y solo esperaba no equivocarse.

-¿Estas seguro de eso? Yo se que no eres impulsivo Rob.

-Si, estoy seguro.

Ambos sonrieron y se dieron un suave beso.

*****

Liz estaba contenta con su vida, ahora sonreía, ¿Hace cuanto no lo hacía? Gracias a Emily se había enterado de que después de su viaje, Rob continuó colaborando con la fundación varías veces por semana. La idea era estar más cerca suyo y poder conquistarlo, así que empezó a ir a la fundación los días en que Rob estaba por allí.

Algunos días pasaba a saludar y le llevaba un café, otro día le llevaba el desayuno. También llevo algunas prendas que ya no utilizaba a la fundación para que las donaran a personas necesitadas, estaba ayudando a los demás de corazón pero con sus acciones también se ayudaba a si misma.



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En el texto hay: amargura, cambio, amor

Editado: 25.09.2018

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