Capítulo 11

Fuimos a la oficina de policía donde pusimos la denuncia correspondiente para después ir a su casa y tratar de arreglar un poco el desastre.

Llegamos y en la puerta estaba mi gran amigo Paco. Bajé del auto para después abrir la puerta de Victoria y apenas bajó tomé su mano. Ella me miró confundida pero al ver a Paco sólo sonrió negando.

Paco: cariño que bueno que estás bien… me tenías preocupado- dijo abrazando a Victoria.

Victoria: todo está bien- se separó incómoda- Samuel me ayudó.

Él me miró molesto.

Paco: Samuel- me saludó moviendo levemente la cabeza.

Samuel: Francisco- hice lo mismo que él.

Paco: Victoria pudiste llamarme a mí, vivo más cerca. Sabes que estoy a tu disposición hermosa- se acercó y acarició su mejilla.

Samuel: no te preocupes… ya no tienes que molestarte por ella- tomé la mano de Victoria y la separé de él- tenemos cosas que hacer… discúlpanos.

Paco: claro… Victoria cariño nos vemos después- le guiño el ojo- adiós… Samuel- dijo serio y yo sólo asentí. Él se fue y caminamos al ascensor.

Samuel: estoy a tu disposición hermosa- dije imitando su molesta voz- imbécil… - susurré.

Victoria sólo me miraba frunciendo el ceño y apretaba sus labios evitando reír. La miré y humedeció sus labios para después sonreír.

Victoria: no sabía que eras tan celoso…

Samuel: no lo soy- ella me miró fijamente- bueno un poco… pero es que ese tipo me saca de quicio y…

Victoria: y a mí él no me importa… yo sólo quiero a mi celosito- dijo rozando su nariz con la mía y acariciando mi nuca.

Samuel: ¿De verdad?- ella asintió cerrando los ojos- más te vale…

Sonreí y la besé hasta que escuchamos abrirse el ascensor y caminamos por el pasillo hasta su departamento, abrió la puerta y entramos con cuidado

Yo entré primero para revisar que todo estuviera bien. Cuando comprobamos que todo estaba en orden a excepción del desastre de la sala y de su habitación comenzamos a limpiar el lugar. Ella revisó si algo faltaba pero todo estaba ahí, algo desordenado pero no faltaba nada, así que la posibilidad de que haya sido un robo fue descartada.

Después de insistir demasiado al fin aceptó dormir en mi casa, ya que me preocupaba que pasara la noche sola en ese lugar, así que ella tomó algo de ropa y lo necesario para al menos una semana y salimos del departamento.

En el ascensor coincidimos con una de sus vecinas quien le preguntó por el escándalo de ayer y Victoria le contó lo sucedido.

Victoria: …las ventanas estaban cerradas, tal vez forzaron la puerta y no me di cuenta…

Susana: qué raro, ayer estuve abajo con mi niño casi toda la tarde y no vi entrar a nadie extraño… bueno sólo un repartidor que entró después de tu amigo.

Victoria y yo nos miramos confundidos.

Victoria: ¿De mi amigo?

Susana: si, el chico de cabello largo que estaba abajo contigo… él entró y a los pocos minutos te vi entrar a ti…

Samuel: ¿Y no lo vio salir de nuevo?

Susana: no, yo subí después del anochecer pero ya no lo vi… sólo a ti saliendo de tu casa- dijo mirando a Victoria- ¿Por qué no le preguntas a Pedro? Él debe tener las grabaciones o algo- el ascensor se abrió- bueno, yo me quedo aquí… mi hijo está con el niño de la vecina… nos vemos luego Victoria- besó su mejilla- un placer Samuel- nos despedimos y ella caminó por el pasillo.

Samuel: ¿Quién es Pedro?

Victoria: el portero- dijo pensativa.

Samuel: tranquila bonita… todo saldrá bien- tomé su mano y deposité un beso en ella.

Buscamos al portero pero él no estaba, regresaba en una semana. Por lo que decidimos esperar.

Pasamos por Nico quien apenas vernos nos sonrió como un ángel.

Victoria lo tomó en brazos y lo llenó de besos mientras él reía.

Sara: ¿Ustedes porqué andan juntos?- dijo alegre con mirada de picardía.

Samuel: que te importa metiche… - me sacó la lengua y yo hice lo mismo, Victoria y Daniel sólo reían.

Pasamos una tarde alegre con ellos, aunque no podían faltar las preguntas insistentes de Sara pero ya tenía maestría en esquivarlas.

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