Cambio Radical

Capítulo 43

 

El cuerpo de Francisco fue retirado del departamento de Victoria, ella lloraba y yo la abrazaba tratando de evitar que presenciara esa escena más tiempo.

 

Un policía nos acompañó hasta la entrada del edificio, estaba por subir al auto cuando vi que algunos policías que llevaban el caso de mi hijo comenzaban a subir a sus autos, incluido al agente Esparza, el mismo que vi en el kínder y que comenzó la investigación de Nico.

 

Él pasó junto a mí y lo detuve.

 

Samuel: ¿Qué está pasando?

 

Esparza: vieron el auto de Miranda cerca del hangar, tenemos que salir ahora.

 

Samuel: vamos con ustedes.

 

Él me miró considerando la situación.

 

Esparza: está bien… pero irán detrás de nosotros.

 

Asentí y subí a mi auto junto a Victoria.

 

Victoria: ¿Qué ocurre?

 

Samuel: encontraron a Miranda…- dije encendiendo el auto, la camioneta de policía pasó junto a nosotros a toda prisa y aceleré lo más que pude para mantener su velocidad.

 

Minutos después llegamos a una carretera un poco oscura debido a la espesura de la noche; algunos metros más adelante podía ver luces de policía y algunas patrullas.

 

Bajamos del auto y me acerqué a Victoria para tomar su mano, ella me miró y sonreí para después besar su mano, me devolvió la sonrisa y caminamos detrás del oficial.

 

A un costado de la carretera había mucho alboroto, parecía que había ocurrido un accidente.

 

Esparza: deben quedarse aquí…- nos detuvo- les avisaré cuanto antes- asentí y el oficial cruzó la línea amarilla para acercarse al lugar donde todo ocurría       

 

Victoria: esto no está bien Samuel- dijo asustada mirando a todos lados. La abracé y besé su frente.

 

No sabíamos lo que pasaba, muchas personas corrían de un lado a otro, algunas con chalecos fosforescentes y otras con instrumentos médicos.

 

Los bomberos llegaron y por más que preguntamos nadie nos decía nada, el tiempo se detuvo y me costó trabajo respirar cuando vi que un auto de médicos forenses se detenía en el lugar.

 

Policía: el auto cayó por el barranco… parece que no hubo sobrevivientes- le dijo a otro mientras caminaban hasta la ambulancia.

 

Comencé a temblar, la mínima idea de que algo le ocurriera a Nico me aterraba.

 

Él tenía que estar bien, él no podía morir, es mi hijo… mi bebé y no podía perderlo de esta manera. Miré a Victoria quien estaba aferrada a mí, parece que no escuchó lo que ellos dijeron lo cual me tranquilizaba un poco.

 

Una luz se encendió y a lo lejos vi como sacaban un auto del costado del camino. Estaba totalmente destruido y parecía que había sido consumido por el fuego.

 

El agente Esparza salió con la corbata un poco desanudada y la decepción marcada en su rostro, lo miré y la frustración se asomó en sus ojos, tomó aire y se acercó hasta nosotros.

 

Samuel: ¿es... el auto de Miranda?- él asintió.

 

Victoria: ¿Dónde está Nicolás?

 

Esparza: hubo un accidente y el auto callo perdiendo la carretera… se incendió y... no hay sobrevivientes… no hay manera de saber si su hijo estaba adentro, el auto fue consumido por el fuego pero había una silla de infantes en la parte trasera…. Debemos hacer algunos análisis- Victoria estalló en llanto mientras yo trataba de contenerla y luchaba con todas las fuerzas que me quedaban para que mi cuerpo no colapsara de tanto dolor que sentía- lo siento mucho… - fue lo último que dijo antes de alejarse.

 

Abracé a Victoria y no pude soportarlo más, lloré de dolor, de impotencia, de coraje por permitir que esto pasara, por no cuidar bien de mi bebé ahora estaba muerto.

 

Los forenses subieron la camilla que llevaba una bolsa en la que se encontraba un cuerpo, seguramente el de Miranda.

 

La rabia me invadió, esa mujer arruinó muchas vidas por su maldito egoísmo e interés, comenzando por la vida de su hija.

 

Por su culpa Paco abusó de ella, la arrojó a la calle aun estando embarazada y trató de quitarme a mi hijo.

 

Aunque eso al final lo había logrado.

 

Caminamos hasta mi auto y mi celular comenzó a sonar.

 

Detrás de nuestro auto se estacionó una camioneta muy familiar para mí. Sara y Daniel bajaron junto a Sofía.

 

Mi amigo me miró y al ver a Victoria consumida por las lágrimas se detuvo en seco.

 

Negué dándole a entender lo que pasaba y se acercó a Sara quien estaba llorando desgarradoramente. La abrazó y mi amiga se aferró a él buscando consuelo.

 

Mi celular no dejaba de sonar, sin embargo en este momento no quería hablar con nadie.

 

Victoria se detuvo cuando llegamos al auto, miró detrás de mi hombro y dejó de llorar.

 

Samuel: ¿Qué ocurre?- ella no articulaba palabra. Pasó a un lado de mí y corrió hasta una pequeña cafetería que se encontraba a un lado del camino- ¿Victoria?...

 

La seguí y cuando vi de lo que se trataba me detuve en seco totalmente impresionado.

 

Realmente había perdido las esperanzas.

 

Victoria entró a la cafetería y se acercó hasta una joven que mecía en sus brazos a un bebé que no dejaba de llorar, tenía su pequeño rostro colorado, estaba empapado en lágrimas y la nariz le escurría.

 

Mis amigos llegaron a mi lado, miré a Daniel y él sonreía.

 

Victoria tomó a Nicolás y él se tranquilizó un poco.

 

Mi novia besaba su cabeza y lo aferraba a su cuerpo mientras las lágrimas seguían cayendo de sus ojos, corrí hasta ellos y los abracé a ambos.

 

Mi familia al fin estaba completa, parecía un sueño pero era una hermosa realidad.



#4702 en Novela romántica

En el texto hay: familia, amor, padre

Editado: 06.07.2020

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