• U N O •

Conozco a Beth desde siempre. Nuestras madres son mejores amigas desde la secundaria, así que nos criaron como hermanos, aun teniendo un año de diferencia.

Siempre estábamos juntos, recuerdo como es que nos escondíamos en la alacena, comiendo de las galletas que nunca nos dejaban comer. O de la vez en la que ambos decidimos que ya era mi hora de aprender a manejar.

Tengo tantos recuerdos con ella, no importa la etapa. Niñez, pubertad, adolecencia. Actualmente ya voy a convertirme en el adulto que siempre han querido mis papas que fuera. No, no me obligaron a elegir una carrera en especifico, o ayudar a mi padre en en trabajo cuando se me metió en la cabeza que ya era hora de tener mis propios recursos.

Siempre me han apoyado, ayudado y aconsejado cuando lo necesitó, pero aun y con todo eso, me consideró a mi mismo independiente.

Ahora estoy en el cuarto de Beth dando mi opinión de como luce. Siento que ella me ve como su amigo gay que tanto quieren las mujeres. Lo cual es triste, pues desde siempre, me ha gustado

Me gusta como arruga su frente cuando no le parece algo, o como es que sus ojos brillan cuando hace algo que le apasiona. Como mueve sus caderas a la hora de bailar, o su mirada asesina cuando se enoja. Aun que también da un poco de terror.

No sabe disimular sus sentimientos, si esta enojada, triste, eufórica, siempre lo sabré. Y es así que me doy cuenta que mis sentimientos no son correspondidos. Que lo único que ve en mi es una amistad. Y estoy bien con eso.

No se que seria de mi, sin ella. Soy cerrado, se me era difícil interactuar con nuevas personas, pero Beth me ha ayudado mucho con eso. Su rebeldía, y espirito libre se me a influenciado de alguna manera. Pero aun así tengo problemas para entrar en confianza.

— ¿Cómo me veo? - pregunta viéndose al espejo

Trae puesta una falda corta, negra.  Dejando al descubierto sus lindas  y largas piernas.  Una blusa,  como dice ella,  blanca de tirantes gruesos.  Un joker o gargantilla,  nunca supe como se llaman esas cosas, en su cuellos,  y unos pequeños aretes. Se veía hermosa.

— Me gusta - contesto con una leve sonrisa  

Regresa al espejo, y asiente en aprobación a su atuendo, y luego camina hacia otro lugar del cuarto, pero yo me quedo perdido, viendo el espejo donde antes se encontraba ella.

— ¿De labial, que color me pongo? - pregunta

— Sabes que yo no se de maquillaje, ¿cierto? - me paro de su cama, y giro hacia ella

Se ve radiante, con cualquier cosa, para ser preciso.

— ¿Nos vamos? - pregunta con una sonrisa pícara.

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La casa es increíble, tiene un patio trasero genial. La madre de Sky, mi amiga, es amante de la jardinería, lo se porque desde que tengo 12 años la he visto plantando, cortando y perfeccionando todo en sus jardines.

Pero no solo su jardín es espectacular, su casa también lo es. Dos pisos, amueblados y decorados a juego, pues su madre, una vez más, es decoradora de interiores

Si no conociera a Beth, Sky seria mi mejor amiga, sin duda. Siempre ha estado para mi, yo para ella. Y no nos debemos de preocupar si existe algún otro sentimiento que no sea amistad entre nosotros. Pues precisamente con ella, di mi primer beso. Siendo unos niños, y ambos juramos no hacerlo de nuevo. Aparte ella esta al tanto de mis sentimientos hacia Beth, y yo de sus sentimientos hacia mi mejor amigo, Karl.

- Liam - grita Sky desde lejos al verme

- Hey - digo mientras saludo con mi mano derecha

- Si vinieron - dice, cuando llega junto con nosotros, saluda de beso a Beth -. ¿Que están esperando? Por acá esta lo bueno

Toma de mi mano, y nos empieza a conducir hacia donde todos estaban. Karl, y otros amigos ya están ahí, jugando al famoso juego de la pelotita y vasos llenos de cerveza.  Nunca supe cual era su nombre pero soy realmente bueno

Después de que el juego se pone aburrido, decido que no quiero seguir jugando,  así que me alejo al patio trasero.

Ya casi era hora de llevarla a casa.

Beth ya no estaba conmigo,  tal vez ya encontró a alguien con quien bailar.  No me consideró de esos chicos que no dejan que su chica este con mas hombres. 

En primera porque no es mi chica.   Si, me dan celos, pero tengo que seguir mi papel de mejor amigo, ¿no?

— ¿Cuándo le le dirás que te gusta? — pregunta Karl en voz baja

—  No lose... ¿Cuando aceptaras que sientes algo por Sky?

— No siento nada por ella — asegura

— ¿Que es lo que piensas de ella?

— Es buena chica

— ¿Solo buena chica? —  digo pervertida mente

Sky era buena en todos los sentidos.  Era muy sociable,  se llevaba bien con todos.  Era inteligente, nunca le va mal en la escuela. Tenia un cuerpo envidiable para toda chica, pienso yo. Y es muy, muy linda.

Su piel morena, cabello largo, chino, color chocolate,  unos ojos tan oscuros que me atrevo a decir que son negros,  labios carnosos y rojos.  Le da un aire latino irresistible para todo lo que tenga ojos.  Incluyéndome.