Camino Entre Ruedas

Capítulo 9: No rompas lo que puedes perder.

Ya son cinco días desde la nota de suicidio. Sigo en casa de Mikel. Estamos viendo una película en su habitación. Él está tumbado en mis piernas mientras yo le toco el cabello tan suave que tiene.

-Voy al baño, ahora vengo-me dice.

Pasa hacia su baño y se dispone a mear cuando le suena el teléfono. Es un archivo oculto, anónimo. Lo abre y observa un vídeo. Es el que Victoria grabó con su móvil. Soy yo sin ropa en las duchas. Se aprecian dos piernas que se llevan la silla y mis cosas. La reacción de Mikel es seria tras terminar de verlo. Bloquea el vídeo y sale del baño como si ese mensaje nunca hubiese llegado a su móvil. Se vuelve a tumbar en mis piernas. No se preocupa por hacerme ninguna pregunta. Sabe que estoy mejor sin que ese tema se abra.

-Oye, después tengo que hacer una cosa, si quieres puedes jugar a la play, tengo ese juego que tanto te gusta.

-Quizás me duerma un rato, tu cama es muy cómoda.

-¿Es cómoda la cama o soy yo cómodo?-me dice riéndose.

Por la tarde Mikel se va hacia la plaza. Ha quedado con Victoria. Cuando llega al sitio, la ve llegando de lejos. Va con un vestido negro escotado y unas manoletinas negras, el cabello suelto y un collar ajustado negro. Le saluda con un beso en la boca, pero él se retira.

-Uy, ¿y eso?

-Bueno, te puedo recordar que ya no somos pareja, ¿verdad?

-Mira que...eres rencoroso.

-Sí, y más si me llega un vídeo de mi mejor amiga desnuda en los vestuarios de la piscina.

-¿De qué me estás hablando? No sé nada.

-¿Vaya se te han caído las neuronas al suelo? ¿acaso esas cuatro piernas no son de Coba y Caroline?

-Nosotras no estuvimos en esa fiesta.

-Díselo a Emely, a ver si ella defiende el mismo argumento. A no, que no puede, que está muerta.

-Te estás pasando. Yo no sé nada, te lo estoy diciendo.

-Vale, entonces, lee esta nota, ¿por qué está tu nombre ahí, eh? ¿por qué?

-Yo...eso es falso.

-¿Tú qué? Es increíble tu nivel de egoísmo. ¿qué coño te ha hecho Alba? Nada joder, nada.

-Mira, estaba celosa, ¿vale? Pasabas más tiempo con ella, pero nada má...

-¡¿Es que no te enteras?! Ella no puede tener una vida normal como la nuestra, que está en silla de ruedas. Mira, ¿sabes qué? Paso. De ti y de tus gilipolleces.

Se alejó con los puños cerrados y la mirada fija al frente. Fue el último día que Mikel vio a Victoria.

Los días pasan en la escuela y su ruptura definitiva, le afectó demasiado a ella. No se veía tan arreglada como antes. Llevaba el pelo siempre recogido con una coleta medio caída. Y ya no se maquillaba. Sus aportaciones en clase eran cada vez menores, incluso se olvidaba de hacer la tarea. Era una Victoria que nadie nunca pudo observar. Una Victoria, que, desde el 24 de octubre desapareció de la clase y de nuestras vidas sin razón alguna. Es fácil querer a una persona. El simple contacto visual hace que te guste o no. Incluso puedes llegar a sentir el verdadero amor en ella. La quieres cuidar, proteger, respetar y estar con ella siempre, pero nunca puedes dañar lo que esa persona tiene, porque estarás rompiendo una parte de su vida, por lo que algo entre tú y esa persona se romperá y la sensación tan especial de tenerla en tu vida, cada vez irá disminuyendo a falta de confianza. No rompas lo que puedes perder. Nunca llegamos a conocer del todo a las personas. Y aún creyendo que sí, no las valoramos suficiente. Hasta que las perdemos y nuestro mundo se viene abajo. Es ahí, cuando sentimos que las cosas que hicimos, estuvieron mal y que no nos preocupó el corazón de la otra persona.




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