Capítulo 4: Sombras Corrompida

El sendero los llevó a un reino envuelto en sombras, donde la corrupción había transformado a criaturas antes pacíficas en seres malévolos y retorcidos. La tierra misma parecía retener una malignidad que oscurecía el aire. Loriana, Faelan y Drakonar desplegaron sus habilidades mágicas y arcos en defensa contra estas criaturas corrompidas que acechaban en cada rincón.

El cielo estaba teñido de una oscuridad más profunda de lo normal, y el trío se aventuró por un bosque retorcido donde los árboles parecían susurrar en agonía. Se encontraron con criaturas deformes y maliciosas que se abalanzaron sobre ellos. Con arcos tensados y hechizos lanzados, lucharon con determinación, pero la oscuridad parecía no tener fin.

Las criaturas corrompidas se multiplicaban, amenazando con abrumarlos. En medio de la lucha, Loriana recordó una antigua melodía que su abuela le había enseñado. Cantó con voz clara y pura, y la melodía resonó en el aire, disipando momentáneamente las sombras y frenando el avance de las criaturas. Faelan y Drakonar unieron sus voces a la de Loriana, y la magia de su música combinada creó un resplandor que barrió la oscuridad.