Desperté en la misma camilla de hospital de todos los días, siempre igual, la misma rutina, el mismo dolor...
Os contaré mi historia para lo entendáis. Mi madre sufría de cáncer, se lo diagnosticaron cuando estaba embarazada de mi, ella tubo que elegir entre la quimioterapia o yo. Con la quimioterapia ella podría haberse salvado... pero yo hubiese muerto... Decidió dar su vida por mí, por alguien que ni había nacido todavía, aunque creo que ella nunca se hubiese imaginado que mi vida sería así.
El mismo día que yo nací, ella murió. En ese momento mi padre me odio, con todo su ser, y hasta el día de hoy todavía lo hace. Aunque en cierto modo lo comprendo, si yo no hubiese nacido probablemente mi madre habría aceptado la quimioterapia y esta, podría haber salvado su vida...
Nací siendo una niña, por lo menos los primeros días, sana hasta que a el mes de haber nacido interceptaron algo raro en mi cerebro, un tumor.
A los cuatro meses me operaron y lo extirparon, o eso creían ellos... Parte de ese tumor seguía en mi cerebro, creciendo, y creciendo hasta que a los dos años cogí una gripe, al hacerme pruebas se vio, de nuevo, el tumor.
Volvieron a operarme, esta vez quitándolo por completo, fue una operación compleja y delicada pero supongo que mereció la pena, o eso fue lo que el doctor dijo.
A los cuatro años uno de mis pulmones empezó a fallar, el no quería funcionar, así que empecé con la quimioterapia, fue horrible, mas todavía la primera vez. Ahora supongo que ya estoy un poco mas acostumbrada, aunque se sigue sintiendo feo, es una mierda.
Hasta el día de hoy mis pulmones siguen sin querer funcionar, antes era solo uno, ahora son los dos, supongo que el otro también se canso.
E vivido toda mi vida en hospitales, rodeada de médicos y enfermeras, encerrada en cuatro paredes blancas, viendo morir a algunos de los pocos amigos que podía hacer aquí dentro. Uno de los pocos que tengo ahora es Noah, mi mejor amigo desde hace años, el es ciego.
Mi otro mejor amigo fue Kenai que murió hace tres años debido a un infarto, el era un chico genial. Todavía recuerdo cuando el me dedicó She Will Be Loved de Maroon 5. El y yo estuvimos saliendo durante dos meses pero después nos dimos cuenta de solo nos veíamos como amigos y volvimos a ser amigos de nuevo, eramos inseparables...
Pero como el decía "Cuando creas que lo has perdido todo, siempre llegarán personas que te ofrecerán, todo lo que creíste perder" supongo que Noah fue una de esas personas.
Recuerdo la frase que Kenai me dijo antes de morir "Si te atrapa la soledad, piensa que hay miles buscando alguien como tú y miles soñando con alguien como tú; pero no te decidas antes de tiempo, Dios te enviará esa persona en el momento exacto" El único problema de ella es que soy Atea, no se si el existe o no, pero en el caso de que sea cierto creo que lo último que haría sería alabarlo. ¿Como alabar a alguien que te a quitado todo?
¿Ari me estas escuchando?- Noah se encontraba a mi lado ni siquiera me di cuenta de cuando entró- ¡Arizona Yanelli Neytiri!
¿Por que tuvieron que llamarme así?- pregunté.
¿Como?- preguntó este confundido.
Piensalo, Arizona significa pequeña primavera y Yanelli significa Dios es mi luz- dije pensativa- es horrible.
A mi me gusta- frunció el ceño Noah- ¿y Neytiri?
Es mi apellido- dije confundida.
Eso ya lo se boba- se rió- me refiero a que significa.
No se, voy a buscar- cogí mi teléfono y lo escribí en google- A ver, según esto Neytiri es el nombre de ¿la chica de Avatar?
No me vi la peli- lo miré con cara de ¿en serio?- No me mires así
¿Como sabes que te estoy mirando?- fruncí el ceño
Siento tu mirada- dijo como con misterio yo reí fuerte contagiándole la risa.- Bueno, vamos a desayunas o que.
Suspiré con pereza, quité la mascarilla de oxígeno de mi cara y cogí la mochila con el pequeño tanque colocándome los dos tubitos, uno en cada orificio de la nariz y me quedé sentada en la cama, me daba pereza moverme. Después de unos segundos me levanté poniéndome mis Converse negras y salí junto a mi amigo de la habitación.
Nada más pasar la puerta miré el cartel delante de mi, [ La ley es: "Prohibido rendirse". Respira hondo y sigue adelante] lo leía todos los días al salir.
Caminamos por los pasillos hasta el comedor y entramos; paredes blancas, mesas blancas, gente sería, otros mirando la comida pensativos, lo mismo de todos los días. Poca gente habla y ninguna ríe, deprimente.