Cuando llegó a su casa se encontró con un paquete enfrente de su puerta. Era una caja sin correspondencia, sintió el impulso de llamar a Daniel, pero sabía que esto lo alertaria más.
La tomó en sus brazos, no pesaba más de dos kilos, abrió su puerta, la recibió alegre su canario.
Dejó la caja en la mesa y se sentó frente a ella, dudando si era bueno abrirla o no, trató de imaginar que podía contener.
—Bien Marine concéntrate—se dijo mentalmente — algo que pese unos dos kilos, no puede ser un explosivo, ya estuviera muerta. ¿Fotos? ¿Otro artículo?
Entrecerró los ojos, por fin se había armado de valor. Tomó un cuchillo de su cocina, con cuidado la abrió.
Dentro de la caja se encontraban unos pulmones, una caja musical mediana y un trozo de papel de baño.
El sudor recorría su cara, se alejó con rapidez de la mesa. Tomó bocanadas de aire para tranquilizar sus sentidos.
—mierda —maldijo en voz baja.
(POV DE MARINE)
llame a Daniel y lo conté lo que contenía la caja. Él me ordenó no tocar nada, asegurándome que llegaría a mi casa con algunos de sus hombres para revisar el perímetro.
Cuando colgué mire la caja de nuevo, lo que llamó mi atención fue el trozo de papel de baño, sin hacer caso a Daniel lo tome, note que algo estaba escrito en aquel pedazo.
Señorita Marine:
Lamento haber dejado esto en su casa, pero dejarlo en la estación de policía sería un poco arriesgado. También cruzó por mi mente dejarlo en algún parque, que alguien la abriera, ya sabe un curioso, pero luego recordé que los hombres que hacen servicio comunitario tiran las cajas o cosas que no tengan nombre.
Además le escribí por dos razones, la primera es por que me siento algo sola y en segundo lugar es porque quiero que nuestro juego comience lo más pronto posible.
Le haré una confesión, pero debe ser discreta porque mis aportaciones pueden ser falsas si usted dice algo.
¿Sabe por qué nunca encontrarán a las otras víctimas? Estoy segura de que usted sabe la respuesta y no se la ha dicho su jefe. *Es porque ya me deshice de los cuerpos* ¿verdad que lo sabía? Lamento haber escrito esto en un papel de baño, pero supuse que era la mejor forma de desaparecer la evidencia, por sí te lo quieres comer o tirar al retrete.
Por cierto, le informo que mi gran banquete se ha terminado, el hambre es mi perdición, hace tiempo que no cazo y la comida corriente me aburre con el paso de los años.
Le aviso que comenzaré a cazar y debido a que he estado reprimida por tanto tiempo mis métodos pueden ser más extraños. Según su jefe y todos los estúpidos incompetentes que te rodean.
Me despido porque no me alcanzará el papel para expresarme más.
Nos vemos después, por cierto bonito maquillaje el de hoy.
Cuando termine de leer el mensaje no pude pronunciar ninguna palabra. Escuché que tocaron mi puerta y llamaban por mi nombre, vi el papel higiénico y no sabía qué hacer.
Sabía que tenía que entregarlo lo antes posible, camine despacio hacia la puerta.
—Marine ¿estas bien? Abre la puerta —gritó Daniel —.
—Ya voy! —grite mientras abría la puerta — pasen.
—revisen toda la casa y la calle en un perímetro de 5 kilómetros, cualquier anomalía la investigan, pregunten a los vecinos si vieron a alguien acercarse a la casa. Las cámaras de seguridad ¡todo!
Los demás agentes asintieron y se pusieron hacer su trabajo.
—El forense llega en un minuto. —dijo algo alterado— ¿Estas bien? —me agarro el hombro.
—Acabo de recibir los pulmones de alguien —dije enojada, pero al ver su preocupación me relaje— si estoy bien. Solo cansada.
—te llevaré a un hotel, no es seguro aquí.
—No quiero irme de mi casa. Estoy bien solo deja una patrulla.
—pero…
—estoy bien Daniel, solo acaben con esto.
—la encontraremos y pagará por lo que les hizo a esas personas y a ti. —dijo un poco enojado, mientras apretaba su mano en mi hombro.
—No será tan fácil, las personas que buscamos desaparecieron de este mundo. Se deshizo de ellos. —dije casi en un susurro —.
—¿cómo lo sabes? — me liberó —.
—Entregarme los pulmones es una muestra de que cazara. No me cuestiones Daniel solo creeme.