Can(t) stop loving you

II. Me gusta(ba) alguien

Selene había comido helado como nunca en su vida.

Quizás el que se le congelara el cerebro haría que dejara de funcionar para siempre o mejor, se arreglaría y volvería a la normalidad dejando de pensar en Ava.

Sus padres le habían estado insistiendo desde hace varias semanas que fuera a la iglesia, por alguna razón había perdido las ganas asistir. Ahora tenía una razón para ir.

Se había confesado tantas veces en su vida desde sus 7 años que ya había perdido por completo la cuenta de cuantas veces lo había hecho, ahora solo recuerda antes de esta semana, lo hizo después del aniversario de la muerte de su abuela.

Pero en la última semana lo había hecho más de 10 veces.

Tampoco es que estar en su casa por el resto del día la haría sentir mejor, al menos en su iglesia podía charlar un poco con sus amigas del coro y desestresarse.

Ya sabia que se iba a aburrir si fingia que estaba enferma para no ir a la universidad, cogió su teléfono y marco a la última persona a la que debería haber llamado.

No le gustaba que sus amigos, familiares o conocidos fueran cariñosos con ella. Entre otras cosas y luego de saber que Yeison gustaba de ella decidió alejarse.

¿Por qué llamarlo ahora era una buena idea? ¿Arreglaría algo eso? ¿No le gustaba era su mejor amiga?

—Tan guapa como siempre. —Yeison se levantó de la acera al verla llegar.

Intento saludar de un beso en la mejilla, pero se alejó inmediatamente.

Selene saluda a una monja que estaba sentada a las afueras de la iglesia y posteriormente se persignó.

Llevaba la cuenta, era la decima vez que lo hacía en el día y se seguía sintiendo desprotegida.

...Las multitudes eran algo que siempre habían hecho que Ava se sintiera observada, pero tenía que hacer comprar con su hermano y no tuvo remedio que aceptar ir al centro comercial a comprar algunas cosas para la casa. Eso y que su hermano siempre le compraba lo que le pedia.

—Puedes hablar, lo sabes, ¿cierto? —Su hermano le un corto abrazo y un beso en la frente.

Se encogió de hombros y seguí caminando a su lado, realmente tenía ganas de llorar y su con su hermano en casa no podía hacerlo sin preguntas.

—Me preocupas. —Tener su brazo sobre ella la hacía sentir un poco reconfortada. —Tengo miedo de que estés pasando por algo malo y no me lo cuentes... Sabes que siempre puedes hablar conmigo o no sé un psicólogo.

—Preferiría una psicóloga en ese caso. —Sonrió para que no se note mi voz entre cortada. —Pero en serio estoy bien

Ava sentía que si pronunciaba alguna palabra de lo ocurrido con Selene o se desplomaría en el suelo a llorar o vomitar sin alguna razón.

—Sé que cuando te sientas un poco mejor me lo dirás. —Quita las bolsas de sus manos y siguen caminando por el centro de la ciudad.

Después de estar con la mirada perdida por algunos segundos Ava escucha los pitidos de un carro muy cerca a su oreja.

—Tenemos que irnos.

El carro que casi la atropella sigue pidiendo el paso.

—Pero aún no hemos terminado de comprar. —Darío Saca la listas de compras que su madre les había preparado y se la pasa.

—Lo sé, lo sé, pero por favor podemos irnos. —Se toca la cabeza para fingir dolor.

—No te creo.

Pequeñas lágrimas comenzaban a recorrer sus mejillas ahora rojas después de contenerse tanto.

Darío no decide agregar nada más a la conversación.

El silencio invadió el espacio entre los hermanos, también entre el taxista que agarraron en cuanto vieron y sobre todo en la mente de Ava. Sus manos juntas apretadas por sus rodillas y sus pies subiendo y bajando en el taxi.

—Creo... creo que me gusta alguien.

Darío aleja la vista de su teléfono y toma las manos sudorosas de su hermana para tratar de calmar, él sabe lo que se siente tener un ataque y no saber como controlarlo.

—Supongo que me gusta Selene. —Suelta el agarre de su hermano y pasa las manos por su cabeza.

—Entiendo... —Son las palabras que pronuncia Darío.

—El problema es que ahora estoy muy, pero muy segura que no le gustó.

—¿Te lo dijo ella? ¿Le dijiste que sentías algo por ella?

—Sí, se lo dije. Bueno la besé primero, le dije que me gustaba mucho y que-que era una persona muy agradable, linda, tierna e importante para mí...

—Ohh, ¿cómo estuvo para ti? —Las palabras de Darío salen con cuidadosamente pensando en no lastimar a su hermana.

—Para mí estuvo bien, ya no siento un peso sobre mí, ella por su parte solo decidió huir.

Se limpia las lágrimas que le estaban por llegar a la comisura de los labios.

—Y lo entiendo, de verdad que lo hago, pero también decidió ignorar todo eso, que me correspondió el beso, huyo. —Se toma un respiro para poder controlar sus sollozos. —Beso a un chico hace unos minutos frente a la iglesia mientras yo estaba viendo.



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En el texto hay: romance, amistad, girlslove

Editado: 06.01.2024

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