El mismo desastre, se estaba acostumbrando a llegar y ver su apartamento de cabeza, le molestaba la falta de limpieza de su compañera, pero también le estaba agradecida, gracias a eso Wara estaba mas ocupada y mientras más ocupada este, menos pensaría en lo que le angustiaba. Asi funcionaba la mente de Wara, mientras más trabajo mejor.
- Dejo la televisión encendida – se apresuró a apagarla
En la mesa encontró varios DVDs de novelas románticas, Wara rió por la nariz al verlas.
- Le gusta el romance – pensó – que desperdicio de tiempo
Era consciente que esas historias no podían estar mas fuera de la realidad.
- Odio el cliche, se les esta acabando las ideas
Se apresuro a recogerlos, mientras mas lejos estuviera de su vista mejor. Decidido encender mientras tanto su laptop para ver si había alguna novedad.
Eran pocas las veces en las que en su correo electrónico aparecía un mensaje solicitando una pintura. Saltó de alegría cuando le llegó uno.
- ¿Qué es esto?
Trataba de descifrar el dibujo.
- ¿Es un anime?
Había una imagen de una chica de cabello blanco con cortaduras en su rostro y moretones en el cuerpo, tenía los ojos rojos al igual que las líneas que cubrían sus parpados inferiores, como si fuera un delineador. Su vestimenta parecía un largo vestido negro, ella extendía los brazos como si con ellos recibiera el caos, todo su paisaje ardía en llamas, pero ella parecía tranquila, parecía en paz.
Deseó sentir esa paz, aunque sea por un instante. Quedó fascinada por el dibujo y por los ojos de la mujer.
- ¿Es una guerrera? – se preguntó – realizar pintura – anotó en su libreta
Le encanto el retó, el interesado había depositado un adelanto, por lo que no tendría problemas para conseguir los materiales. Estaba entusiasmada por iniciar.
- Bueno – dijo cerrando su laptop. Sabía que, si por ella fuera, se quedaría todo el día mirando la imagen – logre ponerme al margen con todo lo que me había retrasado, no arruinemos eso. – se dirigió a la cocina para tomar un vaso de agua – comprar materiales – anotó en su libreta.
Para cuando se dio cuenta ya era de madrugada asi que su compañera de cuarto, a la que increíblemente hasta ahora no había visto, dormía. Tuvo el impulso de hacerla despertar cuando llego, las cosas no podían seguir asi, había puntos que tenía que hablarlo en persona, porque al parecer mediante notas no estaban funcionando.
- Recoger casa, listo. Hacer velas, listo. Enfadarme con mi compañera, listo. Peluches, listo.
Revisaba su libreta por enésima vez. Buscó que tareas tenía pendientes.
- Ejecutar plan contra el ninja
Asi era como le había llamado, aquel extraño hombre que repartió los periódicos junto a ella hace una semana atrás, no lo vio desde entonces, por lo que tuvo que postergar el plan, como una estrategia por si este aparecía de nuevo.
- Disculparme – era otro pendiente – eso definitivamente no funciono
Creyó que traerle algo de comer podría funcionar como disculpas, cuan equivocada estuvo, lo único que hizo es complicarle más las cosas.
- Lamento intervenir, su novia parecía molesta.
No podía olvidar la manera en la que ella le había observado.
- No, caíste como anillo al dedo.
- ¿Qué? – volteo ambos lados negando - ¿Perdón?
No entendía que estaba pasando, pero por el acento de su voz, supo que no sería nada bueno.
- Lina, te ofrezco un trato
- ¿Que? – dijo confundida - ¿Un trato?, como las propuestas indecorosas que se proponían en las películas – pensó
- Finjamos ser novios.
- ¿Novios? – repitió – no – negó con la cabeza rápidamente, como si fuera una espantosa idea.
Conocía esa historia, el chico y la chica fingen ser novios, en el transcurso de la historia surgía el verdadero amor que lo complican todo, atravesarían muchos obstáculos y al final vivirían felices por siempre.
- No, gracias – dijo – no deseo complicar mi vida en estos momentos – pensó
El joven parecía confundido por su respuesta.
- Aumentare tu paga
Estuvo a punto de decir que si al escuchar la cantidad de dinero que le ofrecía.
- Debo estar desesperada para aceptar esto por dinero – pensó – a este paso no sé a qué seré capaz de llegar – no pudo evitar entristecerse – no
Volvió a decir, recogió sus cosas. Necesitaba reorganizar su libreta, estaba atrasada en la entrega de velas, y peluches ya se acercaba la feria, tenía que apresurarse en eso.