Querida Julia:
Alguna vez has deseado con todo tu corazón tener algo? Pero tanto que llegabas a un punto en el que te sentías como un niño pequeño atravesando una clásica crisis de capricho?
Pues así me sentía yo respecto a ti. No podía dejar de pensar en ti, Julia. Mi corazón latia cada vez que escuchaba tu voz a lo lejos. Y que puedo decirte cuando aparecías frente a mi mesa dispuesta a cumplir con tu trabajo.
Unas pocas eran las que salían de mi boca y no se acercaban ni un poco a todas las que te quería decir.
Me gustaría poder decirte todo lo que generabas en mi sin embargo era capaz. Supongo que debería conformarme con admirarte desde lejos. Quiero decir, es obvio. Por qué una chica como tú querría estar con alguien como yo?