Querida vida:
Cuando me aburría te escribía tonterías, lo recuerdo. También recuerdo que lo último que te escribí fue lo único serio de mi vida. Sé que lo recuerdas, te hablaba de ella, Elisabeth Wilson. Nos había tocado en la misma clase, desde ese año nos ha tocado en la misma clase. El primer día llegué tarde, y al entrar, lo primero que vieron mis ojos, fue a ella.
No suelo mirarla. Ella es tan guapa, divertida, popular, lista, atrevida... Es tantas cosas que hasta intimida, siempre organizando y participando en todo. Aun así, hay veces que me quedo embobado observándola, hasta que me mira y los dos volvemos al mundo real.
He vuelto a escribirte porque ya no se qué hacer. Necesitaba contarlo. Necesito contárselo, pero no me atrevo.
Joshua.