18 de diciembre de 2013
Frank: (idiota)
Por fin llegamos a casa de los abuelos y para mi suerte mi abuela tiene papel y algunos sobres que me regaló para poder seguir escribiendo. Nótese que le he dicho que le escribiría a una amiga, (como si no existieran los textos).
El viaje ha sido un poco largo y cansado, pero al menos ya estoy lo suficientemente lejos. Juro que necesitaba salir de la ciudad, alejarme de la rutina y de los recuerdos, necesitaba salir de ti.
Hoy la abuela ha preparado la pasta que tanto me gusta. No he podido evitar que una ráfaga de recuerdos se me viniera a la mente cuando mi hermano mencionó (por desgracia) que ya no estamos juntos. No era la manera en que planeaba soltarles la noticia, pero Jason se adelantó en el plan. Nunca me ha gustado que me tengan lástima y menos cuando piensan que no me recuperaré de esta "tremenda" pérdida, pero, te aseguro que si supieran el motivo por el cual ya no estamos juntos, el tema de conversación habría sido la comida, el clima o el postre que estábamos a unos cuantos minutos de disfrutar.
Después de la cena y el postre (el cual devoré como si no hubiese un mañana), estuvimos en la sala hablando de diferentes temas, entre ellos la gran fiesta que todos los años organizan en el pueblo, al parecer es en estos días, como casi siempre llegamos en vísperas de Navidad, no estábamos enterados de ella. Mi abuela comenta que es una fiesta muy grande y hay un montón de cosas por ver, como la feria y el teatro.
Me hace bien estar fuera de la ciudad, lejos de todas aquellas personas que me han hecho daño en estos últimos días, de esos estúpidos recuerdos que me están atando. Necesito salir adelante y sé que lo lograré. Ya no puedo dar marcha atrás con estas cartas, terminaré con el dolor y sé que esta es la mejor manera. Reconozco que no tengo el valor para ir a tu casa y pedirte una explicación del porque estás con ella. Además...si lo tuviera, sé que no lo haría porque no te mereces que vuelva a hablar contigo. Simplemente... perdiste ese derecho.
Carta 6
Liz.