1 de Enero de 2014
Frank
Supongo que es algo tarde para escribir, pero no podía dejar pasar algo tan importante como el día de ¿Ayer? ¿Hoy? Da igual.
Creo que es como la 1:00 a.m. o más tarde; no tengo idea de dónde dejé mi celular.
Hecho verídico: el clima, la música y el alcohol afectan directamente los sentimientos.
¿Qué es lo que te tengo que contar acerca del día de hoy?
Bueno, la verdad es que no es mucho.
Estos días han sido muy rutinarios, salir al mercado con los abuelos, ayudar en la cocina, hacer los deberes de limpieza y bueno en realidad hago todo lo que sea posible para sacarte de mis pensamientos.
Para mi mala suerte, el trabajo no dura para siempre. El patio se ha quedado sin hojas que recoger y el establo está lo suficientemente limpio, aunque mis manos están hechas un desastre gracias a las herramientas de trabajo. No me arrepiento de ello ya que me ayuda a mantenerte lejos.
Entonces, llega el momento en que los deberes se terminan y mi mente se despeja para poder pensar en lo que yo quiera. EN TI.
La cena estuvo lista a tiempo, la mesa impecable y mis familiares llegaron con botellas de Champagne, huy, justo lo que necesito. (Inserte sarcasmo aquí).
Supongo que estoy medio ebria y mi visión no es muy clara. No es bueno poner cinco botellas de Champagne frente a una chica que acaba de perder a su novio y peor cuando la cambiaron por otra chica.
Recuerdo que antes de que el alcohol se me subiera a la cabeza, sonaron las doce campanadas; todos pedimos nuestros deseos y hablamos de nuestros logros para este año. Pedí por mi familia, para que permanezca unida, por mis amigas, que sigan soportando el mal humor que he tenido durante este tiempo, por ti, sí, pedí por ti. Porque a pesar de todo lo que me has hecho, de que me cambiaste y mandaste al demonio los dos años de relación, porque aún a pesar de eso, pienso en ti y en todo lo que daba por tu bienestar.
Bien dicen que no es bueno acostumbrarse a alguien...pero ¿cómo demonios no hacerlo? ¿Cómo no apegarte a alguien? ¿Cómo no acostumbrarme a ti? A tus juegos, abrazos, palabras, a tus canciones desentonadas y sin sentido, a tus bromas y a las muecas extrañas que hacías para que yo sonriera, ¿Cómo no amarte?
Maldito clima, maldito alcohol.
Me voy a dormir, tal vez queme o rompa esta carta mañana que esté en mis cinco sentidos y la lea, ahora entiendo porque dicen que el alcohol te hace decir la verdad.
Por cierto... Feliz año nuevo, Idiota.
Carta 11
Liz.