3 de Enero de 2014
Frank:
¡Por fin llegamos a casa!
Desde que llegamos, mi celular no ha parado de sonar con tantas notificaciones que tengo de casi todas las redes. Aparte he recibido unos veinte mensajes de las chicas, de seguro piensan que me suicidé, me secuestraron o me internaron en alguna clínica de rehabilitación. La verdad es que no tengo duda de que exista el rumor de que quedé loca con el rompimiento y me internaron en alguna clínica, o peor aún...que me hice adicta al alcohol y ahora vago por las calles pidiendo dinero para comprarme una botella de vodka barato y no, no exagero, sabes lo buenos que son para inventar rumores y hacer que funcionen. Sólo lo hacen porque desaparezco prácticamente un mes y de seguro ya inventaron hasta de qué enfermedad casi muero.
No me extraña que las chicas no recuerden que les avisé que me iría de vacaciones a casa de los abuelos y tal vez fue porque se la pasaron casi todo el tiempo criticando a Alexey por su nueva adicción a la compra de ropa en BR y su aumento de peso inevitable. Cuando se lo proponen tienden a ser unas “desgraciadas perras criticonas” como Jessica y toda su manada de seguidoras.
Las chicas me han llamado desde el momento en que se dieron cuenta de que llegué a casa, ya les contesté TODAS sus dudas, y les aseguré que aún sigo tan cuerda como antes, o bueno al menos mis ideas ya se acomodaron un poco. Aún no me siento muy bien, creo que el alcohol no ha salido completamente de mi cuerpo, me siento un poco mareada.
Les juré, es más casi me hacen firmar un documento en el que les prometo que mañana iremos juntas al Mall a gastar el dinero que el abuelo me dio. Quieren que las ponga al tanto de toda mi situación sentimental. De seguro Marce piensa que me enamoré de algún campesino y estoy ocultando un embarazo no deseado o Sophie piensa que me hice adicta al crack, no sé porque sigue con la idea de que en ese pueblo venden droga.
Tengo que dormir, las maletas todavía están en el lugar donde las dejé al llegar. Me falta desempacar y revisar que la cámara haya llegado sin un rasguño. Se siente bien poderte contar todo esto, siento que estás aquí.
Carta 13
Liz.