Carta #3

Querido Ricky

¿Sabes qué pasó el 21 de Agosto del 2017?
El primer día de clases.
Vaya que lo recuerdo.
Estaba asustada y nerviosa.
Pero lo más importante: estaba sola.

No era una soledad mala, sino una en la que estás perdido en una multitud.

Recuerdo que llegue casi media hora antes, el edificio estaba casi vacío, había muy pocas personas. 

Subí hasta el tercer piso buscando mi salón, estaba cerrado, obscuro y solo, no había absolutamente nadie. El salón no era muy grande; no había bancas, eran escritorios con dos sillas cada uno. Me di la libertad de elegir el que yo consideré era el mejor lugar. 

Una vez que dejé mi mochila, salí y me quedé en el barandal viendo cómo iba llegando la gente, Jaqueline llegó minutos después y se quedó conmigo. Vaya amistad la que teníamos.

Cuando fue hora, las dos entramos a nuestros salones. 
Mi primera clase: química.
Llegó el profesor y lo único que hizo fue decir que nos presentáramos y nos dio el syllabus.

Me di cuenta que estaba sentada con dos hombres, a mi lado izquierdo estaba Alfonso, el amigo de Irena, que después se hizo nuestro amigo; a mi lado derecho estaba Toño, alguien de poca importancia.

No hice amigas ni amigos, Sonia y Avril estaban en la mesa a mi lado derecho, por lo que no pude estar con ellas.

Salí a recreo y no sabía que hacer. Estar sola, con Jaqueline, buscarlos,...
No tenía ni idea de que hacer.

Bajé las escaleras y estaba Adi esperándonos. Me alegré mucho al verla. Los esperamos a Alberto, a Madero, a Ben y a ti. A Larissa no la hayamos, después la vimos con unas chavas y supimos que no se juntaría con nosotros.

Nos hicimos un grupo más pequeño, pero estaba bien con ello. Estaba contenta de tenerlos, al parecer eran lo poco que tenía.

Mi pregunta es: ¿Éramos lo único que teníamos cuando entraste? Tal vez me digas que no, pero yo se que es mentira. Pero te diré un secreto: no eres el único que miente.

Con cariño, Dani