Carta #4

Querido Ricky

No te pido que me perdones por lo que hice, pero no es tan malo de alguna manera.

Probablemente, estés confundido sobre el inicio de esta carta, pero necesitaba aclarártelo antes de contarte mi secreto.

En mi última carta te dije que tú no eras él único que podía mentir.

Y eso es porque yo tengo bastante experiencia con las mentiras.

Tal vez no lo recuerdes, pero cuando empezaron las clases, a todo mundo le echaban carrilla con todo el mundo.

Yo, por mi parte, me ví incluida en ese grupo. Si mi cuenta no falla, me echaron carrilla con al menos siete u ocho personas en toda la escuela.

Una de esas personas eras tú.

No era que nos gustáramos o algo, solo que la gente no entendía que fuésemos muy buenos amigos. Además, todo nuestro grupito creía que tú y Adi terminarían juntos.

Al principio no le tome importancia, estaba algo acostumbrada a que me molestaran con ese tipo de cosas; pero a la larga se hizo demasiado tedioso.

Jimena, una compañera mía, pensó que teníamos algo por la forma en que te despedías, le dije que no, que solo éramos amigos.

Con el tiempo la gente empezó a hablar sobre nosotros, a veces los callaba, a veces solo me escondía. Ellos hablaban y yo callaba. Eso hizo que solo me echaran carrilla contigo y con otros dos. 

Lo utilicé como una pequeña ventaja espero no lo tomes a mal.

Con cariño, Dani