Parte diecinueve

Solo dame el sí, te lo ruego, te lo imploro. No puedo esperar más, siento morir al no tenerte.

¡Mentira!

Por qué me haces sufrir así, no ves que estoy muriendo de amor por ti.                                   

 ¡Falso!

Y si ves que la carta está mojada es porque derramé lágrimas sobre ella al imaginar que me vas a decir que sí quieres ser mi novia.

Si te quiero de verdad como digo, sabré esperarte. No sé cuál es la prisa porque seas mi novia, al menos no lo entendería si los verdaderos planes que tengo para mí son estudiar y superarme en la vida. Ya que si mis planes son otros, como vivir al derroche, gozando antes de morir, pensando que en cualquier momento eso puede pasar y no confiando en que Dios me puede cuidar, pues entonces está claro que quiero que seas mi novia para lo que ya te dije. Para lograr mi plan malévolo. Pero sé que eres inteligente y no te dejarás engatusar por mí.

No tardes mucho en responder, mi amor. Mis manos están nerviosas y mi corazón no deja de latir presuroso. Siento que se me va a salir de tanto palpitar por ti. Piensa que no hay ni habrá nadie en este mundo que te ame más que yo. Lo que hemos vivido demuestra que somos el uno para el otro.

Claro que hay personas que te aman más que yo, porque yo ni siquiera te amo, porque no sé qué es amar a alguien. Confundo el amor con la ilusión, el deseo y la pasión. Son tres cosas muy distintas. El amor no es egoísta y yo sí soy egoísta. No quiero que razones, quiero que seas tonta para que cumplas mis caprichos. No quiero que vayas a la escuela, porque así, sin superarte, siempre tendrás que depender de mí.

El amor no hace nada indebido. Y yo quiero hacer todo lo indebido contigo. Quiero besuquearte y manosearte si te dejas. Quiero llevarte hasta mi colchón si te dejas. Quiero desgraciarte la vida si te dejas. Quiero embarazarte si te dejas. Quiero frustrar tu juventud si te dejas. Quiero marcarte para siempre si te dejas. Quiero herir tu mente para siempre si te dejas. Quiero contagiarte una enfermedad venérea si te dejas. Quiero engañarte con otras si te dejas. Quiero jugar con tus sentimientos si te dejas. Quiero herirte el corazón, el alma, tu espíritu, tu inocencia, quiero robarte la paz. Si te dejas haré todo esto y todo eso depende de que me creas o no toda la sarta de mentiras que te digo.

Si no actúo con honestidad, paciencia, respeto y humildad, entonces no quiero nada bueno contigo, nada, aunque confesártelo parezca cruel. Pero es preferible una verdad que hiera a una mentira que mate. El dolor de la verdad pasará y estarás en la verdad, pero una mentira te destruirá para siempre.