Es tan corto el amor y tan largo el olvido. “Veinte poemas de amor y una canción desesperada" (1924), Pablo Neruda.
Segunda Respuesta a “Un último adiós”
(Escrito por: Bukhal)
22 de Julio 1890, Londres.
Vlad.
El pasado se ha vuelto un tormento para mí, es necesario que nos olvidemos por completo de lo ocurrido. No solo por lo que dicta la sociedad… sino por lo que es bueno para nuestra salud mental.
Hui lejos de ti, para no volver a saber, queriendo borrarte de mi mente por completo. Olvida cada delicioso pecado, cada deliciosa caricia y esas largas conversaciones que duraban horas mientras hacíamos el amor.
Dios no es quien se impone, Dios no es quien nos hace elegir, son las personas a nuestro alrededor. Tú has tomado tu decisión, me alegro de poder decir que ahora soy un alma libre, no tengo necesidad de ocultarme. He forjado carácter y he escapado de mi prisión.
Tal vez en algún momento creí que tú eras todo para mí, incluso pensé en formar una familia contigo, pero la verdad es que desde un inicio fue imposible. Solo nos intoxicábamos mutuamente, nos lastimábamos mutuamente. Ahora soy feliz sin ti, soy feliz sin ocultarme y saber lo que es realmente importarle a alguien, lo siento Vlad, ya no soy el Roderick que conociste.
Ya no podemos seguir manteniendo comunicación, debes olvidarme, olvidarte de todo lo que ocurrió y hacer como si nunca hubiese ocurrido, no nos hace bien a ninguno de los dos. Todo fue un error Vlad… un hermoso y delicioso error, pero es hora de seguir adelante.
Por favor, permite que este sea nuestro último adiós, permíteme olvidarte y seguir adelante sin remordimiento alguno. Agradezco y atesoro cada uno de nuestros momentos, pero es lo mejor para ambos olvidar todo, mantenerlo en secreto y seguir con nuestras respectivas vidas.
Lamento que mis palabras no sean más largas, lamento no decirte todo lo que siento o lo que pienso, pero aunque este se convierta en nuestra despedida, creo que sabes todo a la perfección, siempre me has conocido como la palma de tu mano. Me despido Vlad, gracias por cada momento y esas charlas eternas. No te preocupes, lo nuestro siempre será un secreto.
Roderick.
PD: Te sigo amando.