Prefacio

Cuando empecé a escribir Casada con él tuve una corazonada, era tanta la emoción que no quería estropiarlo así que me puse manos a la obra y no paré hasta estructurar mi novela. En ese entonces sólo tenía 11 años y no estaba en muy buenos términos con la vida así que perdí mis escritos varias veces y fue muy difícil mantener mi obra estable. Tuve que darme apoyo yo misma ya que me daba vergüenza contárselo a alguien, aún hoy me preocupa la opinión pública. Y así, con buena ortografía aunque poco conocimiento en el área de redacción, fue como empezó este precioso viaje junto a Eva y Aaron.

    Mi idea principal era la de una chica adolescente con problemas de personalidad causados por su prematuro matrimonio, reflejando en Eva el día a día de algunas chicas adolescentes y a la vez proporcionarle al mundo información sobre el asesino silente que es el matrimonio infantil en esta época. Esta obra más que nada es un cuadro comparativo entre países; exponiendo temas controversiales como la religión o influencia histórica, la intención es mostrar lo difícil que es acostumbrarse a vivir en un lugar que contraste en su totalidad a lo que estás acostumbrado. La historia nos muestra a travez de Eva, qué sucede cuando dejas de vivir en la época del consevacionismo retrógrada que ofrece el mundo islámico para preceder a convivir con el estilo de vida de la normal generación posmilénica. Por otro lado tambien nos plantea la complejidad que resulta ser el yugo desigual para ambas partes y el maltrato psicológico que este incorpora a quienes lo padecen.

   Cabe aclarar que las expresiones utilizadas en este libro tratan de reflejar a Eva y mostrarnos las cosas como ella las siente, por lo tanto el vocabulario empleado hace referencia a la mentalidad de una adolecente con complejos de identidad.

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