Casada Con Mi Jefe. Saga: New York City N° 1

Capítulo 22

Esta semana sería la más pesada del año, Paige debía terminar los modelos de los diseños antes de viernes.

El lunes se encargó de terminar los últimos detalles de los escaparates y se mandaron a realizar cada una de las partes del diseño.

El martes se montó el último Stan. Ya estaban listos para ser enviado como proyecto al concurso Desing's.

Alexander al verla tan estresada, la invitaba a almorzar afuera de la oficina casi todos los días para distraerla un poco, todos pensaban que eran un matrimonio feliz.

Y para impresión se ellos mismos, lo eran; jamás pensaron que sus personalidades se equilibraran tan bien.

El resto de la semana se pasó volando entre salidas y cenas con su hija, a Paige le encantaba ver a Alexander con su “estrellita”, verlo tan cariñoso y emocionado con la pequeña lo alegraba pero  también le generaba sentimientos tristes, ya que le recordaba a la forma en la que su padre la trataba antes de despreciarla.

—¿Qué sucede Paige?— le pregunto Alexander al ver su rostro decaído.

Era jueves por la noche y estaban jugando con Mely en el salón, cuando el noto su expresión.

—Nada, es solo que me gusta tu faceta de padre— le dijo ella tratando de sonreír te ves muy tierno jugando con ella.

—Te conozco, Paige, sé que hay algo que te molesta— ella cada vez estaba más convencida que su esposo hubiera sido un gran detective.

—Es por mi padre—admitió en un suspiro— verte jugando con Mely…me hace pensar en él; no entiendo cómo se olvidó de mí.

Alexander hubiera preferido un golpe en el estómago a escuchar esa declaración. El jamás comprenderá como su familia la pudo olvidarla ignorando la increíble persona que es.

—Paige, mírame —coloco su mano en su barbilla y alzo su cabeza para que sus ojos conectarán— Ellos se lo pierden, eres una mujer increíble. Cualquier hombre lucharía una guerra por tenerte.

Alexander se dio cuenta de su error muy tarde; la incredulidad en la mirada de ella le mostraba que había demostrado demasiado sus sentimientos en esa simple frase.

— ¿Tu serias uno de esos hombres?— preguntó ella inocentemente manteniendo sus ojos firmes en los de él.

Alexander no sabía exactamente que sentía por Paige, pero estaba seguro de su respuesta.

—Sí, yo sería el primero en alistarme en la línea de fuego de ser necesario— sujeto su nuca y la beso.

Se devoraban el uno al otro demostrándose con acciones lo que las palabras no podían.

Se olvidaron de todo mientras sus lenguas jugaban; olvidaron estar en la sala, con su hija al lado.

Por suerte la pequeña Mely estaba más concentra en sus juguetes que en ellos.

Un carraspeo los saco de su burbuja de deseo. Al girar, encontraron a una Serena sonrojada.

Paige tenía la gran suerte de siempre ser encontrada en situaciones comprometedoras por las enamoradas de su esposo.

—La...lamento interrumpir, yo...yo le quería avisar al señor que tiene visita— dijo Serena frunciendo un poco el ceño.

— ¿Visita? ¿Quién ha venido?— pregunto Alexander poniéndose de pie y ayudando a su esposa.

—La señorita Keller señor—respondió la muchacha.

Alexander estuvo a punto de soltar una maldición, pero trato de controlarse; no entendía que quería Alisson, pero estaba seguro que no era nada bueno. No quería a Paige cerca de ella.

—Gracias Selina, llévala a la terraza— ordeno.

—Soy Serena señor— le dijo la chica algo molesta antes de retirarse.

— ¿Que hace aquí?— pregunto Paige, sabía que Alisson era la única mujer capaz de interponerse en su plan de enamorar a su esposo.

—No lose, pero iré a hablar con ella para ver que quiere— dijo Alexander tratando de dejarla afuera de este asunto.

No quería que Paige saliera perjudicada por cualquier cosa que podría tener Alisson entre manos.

—Iré contigo— aseguro Paige, no tenía intención de dejar a Alexander a solas con esa mujer.

— ¡No!, lo mejor es que permanezcas acá con nuestra hija en lo que yo hablo con ella— ordeno serio. El quería protegerla a cualquier costo.

— ¿Por qué Alexander? ¿Qué tiene de malo que te acompañe?— Paige estaba segura que Alexander quería estar a sola con Alisson para uno de sus encuentros; ella no olvida lo que presencio aquel día en el jardín de un restaurante, el ver a su antes prometido besándose con su futura amante.

—Los temas que tratemos estoy seguro que no son de tu interés— le dijo de forma fría y arrogante tratando de hacer que desistiera en la idea de acompañarlo— además de ser una reunión privada, con permiso— dicho esto Alexander salió del salón dejando a una Paige triste tras de él.

Él se sentía peor que un canalla por haberle hablado se esa forma tan dura, pero el haría lo que fuera para protegerla, y la conversación que estaba a punto de tener, jamás debería de llegar a sus oídos.



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En el texto hay: matrimonio, romance, amor

Editado: 10.01.2020

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