Alexander sentía su sangre hervir al pensar en Alisson, sabía que podía ser una perra pero esta vez se había metido con una de las personas más sagradas para él.
—Gracias Marcel; quiero ese informe lo antes posible en mi oficina— y con eso colgó, se sentía furioso.
¿Por qué Alisson hizo eso?, él sabe cómo es ella ya que están calados del mismo molde; pero jamás la encontró capaz de tal bajeza.
Nick salió de la habitación y encontró a Alexander apoyado en una de las paredes, el noto que su amigo estaba ausente.
—¿Que pasa Alex?— pregunto Nick, preocupado por su expresión.
Alexander se giró a mirar a su amigo y negó con la cabeza.
—Nada que no pueda solucionar— dijo Alex seguro de sus palabras, si algo mueve este mundo son los contactos y el dinero…y el posee ambos.
Entro a la habitación de Paige justo para ver a Amanda despedirse de su esposa.
—Si necesitas cualquier cosa, estaré pendiente por tu llamada. Debes de guardar reposo, que llevas a mi sobrino en tu vientre— le dijo Amanda en forma de regaño.
—Lo se Amanda, y me cuidare. Te lo prometo— le dijo Paige.
—Me vengo a despedir— dijo Nick entrando después de Alexander— Espero que te mejores, y debes de guardar reposo, así cuando dejes a Alex y nos casemos en secreto estarás en buena condición— dijo Nick bromeando a lo que todos menos Alexander rieron.
—Sigue soñando amigo— aseguro este último.
Paige tuvo que permanecer en observación hasta el día siguiente, ella estaba deseando irse del hospital, siempre ha sido una mujer activa y estar postrada en la cama sin hacer nada le molesta.
Alexander prohibió la entrada de Samantha Evans a la habitación de su esposa, no se arriesgaría a dejarle algún cabo suelto a la víbora de su cuñada.
Cuando le dieron el alta, Alexander la llevo directamente a su casa, él quería que ella se relajara pero sabía que debía decirle lo que averiguo.
—¿Estas cómoda cariño?— le pregunto Alexander una vez se encontraba en la cama.
—Si Alexander — le dijo Paige exasperada, era la tercera vez que le preguntaba.
—En el hospital… hablamos que nada de secretos y… debo confesarte un par de cosas— empezó a decir Alexander serio, poniendo tensa a Paige.
—¿Que sucede Alex?— dijo Paige colocándole la mano en el rostro.
—Debido a lo sucedido con los Howard, mande a investigar a las personas en común entre ellos y nosotros, entre ellos tu familia y a ellos directamente— Alexander suspiro— a los Howard les fueros enviadas unas series de fotos de Mely, la persona que se las envió fue… Alisson.
Paige se quedó confundida, ¿Alisson?
—¿Qué?, pero ¿porque?, no tiene sentido.
—El motivo, no lo sé; pero te prometo que esto no quedara así.
El suspiro, esa era la parte fácil. Ahora venía lo peor.
—También…debo decirte que... a raíz de esto, ellos le pidieron a tu hermana información sobre nosotros y nuestra hija.
—¿Sam les ayudó?— pregunto asustada.
Paige sabía que su hermana podía ser una víbora si se lo propone, pero ayudar para que le quite a su hija...
—Ya me encargue de eso, te juro que ni tu hermana, ni Alisson, ni nadie interferirá más.
Paige se sentía preocupada, sentía que todos la querían separar de Alexander y de Mely.
Pero ella sabía que su esposo jamás dejaría que eso pasara; debía confiar en él.
Dos días después Marcel le mando el número actual de Alisson, al parecer se encontraba en Grecia.
El rápidamente se comunicó con ella.
—Alexander, que gusto hablar contigo— contesto Alisson de forma sarcástica.
—Deja los rodeos Alisson, quiero que me expliques el motivo del porque les mandaste esas fotos a los abuelos de mi hija— dijo Alexander tratando de mantener su temperamento a raya.
—¡Oh! Las fotos de la hija recogida de la chiquilla tonta con la que te casaste; ¿cierto? — dijo Alisson para enojar a Alex.
— ¡Vuelves a insultar a mi esposa y a mi hija y te juro que me encargare de destruir tu carrera por completo!— le siseo cabreado Alexander — ¡RESPONDE!