Taylor Maher

Llegó la hora de la cena y Marlene y yo salimos como lo teníamos planeado, ella estaba hermosa, lucía un vestido azul celeste, creo que su escote era palabra de honor , la verdad es que no se mucho de modas, pero estar al lado de mi prima me hizo saber cuál corte es ese; su cabello estaba recogido en una coleta alta, poco maquillaje, haciendo resaltar su belleza natural y calzaba unas zapatillas gris, era la mujer perfecta, no sé cómo fui tan ciego y por un largo tiempo la hice sentir mierda. No sé cómo pero haré que olvide todo aquello para llenarla de nuevos recuerdos y formaremos una hermosa familia

—¡TAYLOR!— grito Marlene, sacándome de mis pensamientos

—¿Qué pasa?— reaccione asustado

—te estoy preguntando que cuándo nos vamos— en su cara se dibujó una sonrisa

—disculpame, no te escuché, me distraje al verte— pude ver cómo se ruborizaba —estas hermosa Marlene— le extendí la mano y salimos ; llegamos al lugar y tomamos asiento, se nos acercó un camarero y nos entrego el menú

—¿Vas a dejar de verme así aunque sea por un momento?— me miró por encima del menú

—ni en mis mejores momentos me imaginé sentir algo tan hermoso como lo que siento ahora al verte y saber que tenemos el mayor tesoro—

—vas hacer que me sonroje— sus cachetea estaban como luces navideñas —todo parece indicar que te has tragado a un poeta— río avergonzada

—lo que has hecho, por ti me estoy volviendo cursi— tome un trago de agua

—¿Cómo supiste que estabas enamorado de mí?— su mirada era atenta y ansiosa, quito el menú de su cara y ahí se quedó viéndome fijamente con ojos suplicantes

—siempre lo supe— le mire y agache la mirada — siempre me gustaste y e hecho de que terminara estando con April es nuestra de ello—

—¿Por qué lo dices?— le mire y esta vez su curiosidad le salía hasta por los poros

—April me contó que estabas enamorada de Mathew, aún siendo saberdor de aquello te enviaba flores, regalos y recados con ella ya que nunca contestabas a mis llamadas— sonreí con pesar —lo último que supe fue que te marchaste con Mathew y desde entonces April estuvo ahí para mí... sin darme cuenta intento malograr aquel amor que sentía por ti y hasta cierto punto lo logro ¿Sabes?, Llegué a sentir un profundo odio hacia ti—

—Taylor— tomo mi mano y alzó mi barbilla — es cierto que estaba enamorada de Mathew, pero jamás recibí nada de lo que dices, April en numerosas ocasiones recibió regalos y flores y siempre que le pregunte decía que eran de un enamorado sin importancia, luego tomaba las cosas y las arrojaba a la basura

—ahora entiendo porque nunca me dejó hablar contigo, siempre decía que enviara los arreglos a su nombre para que no te negaras a recibirlos  y no sé cuántas mentiras más— en ese momento me llene de ira, me sentía como tonto

—por lo menos no fuiste el único al  que April engaño— trato de aligerar Marlene

—todo el tiempo me estuvo utilizando y yo cai como un estúpido, claro, ahora entiendo muchas cosas— tome el móvil para llamara a Esteban —vuelvo en un momento— fui hasta los servicios, me asesore de que no hubiera nadie y procedí a llamar
 

—señor, ¿Se le ofrece algo?— esas fueron las palabras de Esteban al contestar

—necesito que a la voz de ya encuentres a April—

—de acuerdo, ahora mismo llamaré a nuestros mejores hombres y la buscaremos—

—la quiero viva Esteban— colgué la llamada y volví con Marlene tan rápido como pude, si era cierto lo que estaba pensando Aprio no tendria un buen final.

Ordenamos y disfrutamos de la cena

—Marlene, hay algo que aún me resuena— su cara mostró curiosidad —hace un momento hablaste en tiempo pasado sobre lo que sentias por Mathew, ¿Ya no sientes lo mismos sentimientos hacia él?—

—no te voy a negar que aún siento algo por él, pero lo nuestro nunca fue, así que eso no debería preocuparte—

—¿Y que sientes por mí?— mi corazón estaba como loco, su respuesta podía derrumbar todas mis esperanzas o hacerme sentir el más feliz del universo, pero la realidad es que me he ganado a pulso su odio y a esa respuesta le temía

—aun no sé definir lo que siento por ti o no, es algo con lo que lucho cada día, quiero tener los pensamientos claros, pero aún es muy pronto para saber que es en concreto, solo te pido tiempo—

—si quieres te puedo ayudar o de igual manera descubrirlo juntos— me acerque y le di un casto beso, me despegue un poco para verla y aún estaba con sus ojos cerrados a la espera de más, así que para que no se sienta acorralada me despegue por completo —no quiero arruinar lo que sea que se esté materializando entre nosotros y tampoco quiero que te sientas acorralada, todo será a tu tiempo—
 

—gracias— su mirada estaba llena de brillo, tenía una chispa, una chispa que nunca antes le vi y me llenó por completo sentirme responsable de ello.

—Entonces mañana haremos el anuncio formar de nuestro embarazo— volvió a recalcar  Marlene antes de cerrar la puerta de su habitación; sonreí y caminé hasta mi estudio, si todo era como había pensado con April debía de cambiar todos los planes de los cuales ella tenía conocimiento y aquello necesitaba tiempo; tome mi móvil y aquel marcaba una llamada perdida, luego sonó nuevamente y contesté

—la tenemos señor— esas fueron las únicas palabras musitadaa y colgaron

El móvil volvió a sonar y esta vez era Sandino

—ERES UN GRANDÍSIMO HIJO DE P*TA, ROBASTE LA MERCANCÍA AÚN SABIENDO QUE ERA DE LOS DOS— aquellas no fueron palabras civilizadas, fueron gritos llenos de coraje

—¿De qué hablas Sandino?— tome asiento

—¿Que de que hablo?, Vaya tío, si que estás de coña, hace tres horas enviásteis a tu mujer por la mercancía, te aprovechaste de que no estaba y te lo llevaste todo—

—¡Maldición!, Me lleva, April y yo no estamos juntos—

—sí claro, no me vengáis con esa cabr*n—