Desperté debido al gran deseo de orinar y fui casi corriendo a esto, me aproveché y me di un baño, envolví mi cuerpo en un diminuta toalla y volví a la habitación, donde Taylor aun estaba dormido en boxer, boca arriba con una gran erección, lo cual me causo cierta gracia, pero al verle bien, pude ver en su pierna derecha una intumescencia con una mancha de sangre seca
—¡Por Dios!— lleve mi mano hacia mi boca, al ver el respingo que hizo Taylor al escucharme
—¿qué sucede Marlene, estás bien?— se acercó tan rápido como pudo de mi
—el que no está bien eres tu Taylor, mira tu pierna, ¿qué te sucedió?— miró su pie y se sonrió
—¿esto?— señalo su pierna —me pasó mientras estuve en la cafetería mientras iba por un café, no es nada del otro mundo o de qué preocuparse— me vio fijamente con malicia y se mira su erección
—¿qué?— este sonrió de soslayo y fue cuando ví que la toalla se me había caído al piso
—que conste que esto no estaba planeado— se abalanzó hacia mi llevándome con sumo cuidado hasta la cama, donde me regaló un derroche de carias y besos, para luego darme un orgasmo.
Una vez terminamos cada uno se fue hasta sus respectivos trabajos, aunque Taylor insistía en que debería descansar más.
Le pedía un chofer que me llevara hasta la empresa, a la cual al llegar todos me tenía una bienvenida preparada en mi oficina, había globos y flores
—gracias— todos fueron y me regalaron un abrazo
—esperamos que sigas recuperandote— mi padre habló entre mis compañeros
—gracias papi— le abrace, mientras mis demás compañeros se marchaban
—no pensé verte por aquí en un buen tiempo— ambos nos sentamos
—ya se, pero no podía seguir encerrada papi, pasaron casi tres semanas, necesitaba salir de mi confinamiento— ambos reímos.
Me sumergí en todo el trabajo pendiente que tenía, hasta que recibí una llamada de mi asistente notificando que Matthew, estaba ahí, lo cual me tomó de sorpresa, pero de igual forma accedí a recibirlo
—Marlene— Matt saludo con agrado
—que sorpresa el verte por aquí— me puse de pies para darle un beso en el cachete y luego me volví a sentar
—estaba cerca y pase a saludarte— sonrió con coquetería
—Matt...— mire los papeles esparcidos en todo el escritorio y volví la mirada apenada hasta él
—perdón, veo que estás muy ocupada...nos veremos luego—
—lo siento, lo que pasa es que estuve de licencia y ahora tengo que ponerme al día, pero si quieres luego podemos tomarnos un café— le sonreí
—me iré de viaje hoy, tengo que terminar un contrato en Bruselas, ya sabes, la estabilidad no es lo mío— se puso de pies
—bueno... ¿para cuando regreses entonces?—
—para cuando regrese— le acompañe hasta la puerta y volví a reanudar mi labor.
Al mediodía Taylor fue por mí para almorzar y fuimos hasta la cafetería para ello.
—no te preocupes Tay, estoy bien, nada malo me pasará, ya llevo varios días de reposo—
—aun no creo pertinente que estés en el trabajo, pero bueno, tampoco quiero que creas que te quiero tener solo para mí...aunque pensándolo bien, es lo que quiero— me vio y mostró lujuria en sus palabras
—eres un depravado — ambos reímos
—tu padre me comentó que te darían la bienvenida— tomó una cuchara de su postre
—sí, todo estuvo muy emotivo e incluso recibí la visita de Matt— mire la cara de enfado que mostró Taylor me hizo arrepentirme de haber dicho aquello
—¿qué quería?— limpió su boca y se le veía incómodo
—solo paso a saludar, no tienes porque molestarte— le mire tratando de no alterarlo más de lo que ya estaba
—¿qué te dijo?, fue para ver si aun le querías—
—no Taylor, ya te dije que solo paso a saludar—
—no quiero que me veas como un loco, maniaco, posesivo, pero quiero que sepas que no te quiero cerca de él— habló lo más calmado que pudo, porque se notaba el gran esfuerzo que hacía para ello
—no se cuando vuelva a verlo, se va hoy para Bruselas... no se para que te dije esto— tomo mi mano y besó el dorso
—no desconfio de ti Marlene, no me veas como un controlador, solo no me agrada la idea de verte hablar con él— suspiro y se puso de pies mirando su reloj —debo de marcharme, tengo una reunión en unos minutos— beso mis labios y se espumo.
Taylor M.
Escuchar a Marlene decir que Matt estuvo visitandola me confirma de que mi visión no fue errónea, claramente esta visita de él era una provocación
—Esteban, busca en todos los aeropuertos la cara de Matt, dile a Phil que lo busque en el sistema de reconocimiento facial, necesitamos dar con su paradero antes de que aborde un vuelo— colgué la llamada después de escuchar la afirmación de parte de Esteban; Llame a uno de mis hombres de seguridad y le ordené de que vigilara a Marlene a la distancia. Necesito protegerla, no me perdonaré si algo malo le llegara a pasa.