—si Marlene, me pidió que hablara contigo concerniente a esto, si tú no quieres no se hará, nada es obligado hija, que te quede claro, estarás ahí hasta que busque una solución a esto mi princesa— abrazándola fuerte y estrujando su cabello.
—¿cómo me casare con alguien a quien no conozco papá?, ese evento es para eso ¿para anunciar “nuestro compromiso”?— limpiando sus lágrimas.
—sí Marlene, para que sea más creíble quiere que también nosotros estemos ahí—
—no papá, lo siento, pero no. No puedo casarme con alguien que nunca eh visto, que no sienta nada, no me pidas algo así por favor— sus gritos eran desesperados, por lo que la madre le escuchó y bajo hasta el recibidor que era donde estaban
—¿qué pasa mi cielo?—limpiando sus lágrimas, Cristóbal camina hasta quedar detrás de ella acariciando sus hombros.
—ya me tengo que ir mamá—
—¿Cómo que te tienes que ir cielo?, Cristóbal, has algo, ella no se puede ir— llorando mientras negaba con la cabeza.
—tranquila mamá, voy a estar bien, ¿Si?, Ya habíamos hablado de esto— abrazándola
—no Marlene, tú no te irás de aquí—
—mamá debes tranquilizarte, esto no te hace bien—
—no me hace bien el hecho de que no estés aquí, conmigo— seguido de un desmayo.
—¡Mamá!—
—MARTINA, MARTINA— voceo Cristóbal al ama de llaves mientras sostenía a su esposa.
—si señor— mirando la escena —¡Oh por Dios!—
—llama una ambulancia, ahora— grito Marlen con desespero.
★★★
—los familiares de Fernanda Liriano— pregunto una joven vestida con bata blanca.
—somos nosotros— dijo Cristóbal
—por aquí, por favor— guiandonos por un pasillo, hasta su consultorio. —tomen asiento.
—podria solo decirnos que pasa con mi mamá— limpiando unas lágrimas silenciosas.
—la señora Fernanda tiene una insuficiencia cardíaca congestiva muy avanzada por lo cual debemos implantar un desfibrilador y necesitamos la autorización para ello— mirandolos a ambos.
—¿Que es eso doctora?, ¿Es una operación arriesgada?— intervino Cristóbal
—el desfibrilador monitorea el ritmo cardíaco. Cuando el dispositivo detecta un ritmo cardíaco anormal, envía impulsos eléctricos y puede ayudar a controlar las arritmias que pueden ser un peligro para la salud, especialmente aquellas que causan paros cardíaco, como sería el caso de su esposa, si no se le realiza el
implante—
—¿Dónde debo firmar?—
—pasen al área de autorizaciones y allí lo hará, es una operación que tarda de 2 a 3 horas, estará en observación por 48 horas y luego de eso se podrá ir hacia su casa— mirando la preocupación de ambos añadió —es una operación sencilla, nisiquiera la tendremos que sedal por completo, tranquilos— dicho esto salió del consultorio, seguido por Cristóbal y Marlene.
★★★
—buenas— dijo Cristóbal colocando el auricular a su oreja.
—cristobal, me he enterado lo de tu esposa cuando fui por Marlene, ¿Cómo está?, ¿Dónde están?— dijo Taylor
—perdoname Taylor por no haberte llamado antes, pero estás horas han Sido exasperante, no eh tenido cabeza para pensar en otra cosa que no sea la mujer de mi vida metida en un quirófano— llevando sus dedos hasta el puente de su nariz.
—comprendo, ¿Puedo ir hasta allá?, deseo apoyarte en un momento como este—
—estamos en el Zuckerberg—
—solo quería confirmarlo, ya estoy aquí— colgó la llamada.
—¿Quién era papá, porque traes esa
cara?— indagó Marlene
—es Taylor hija, ya...
No pudo terminar la frase ya que la voz aguda y varonil de Taylor inundó el pasillo —Cristóbal lamento esto — mirándole fijamente para luego posar su mirada en Marlene.
A Marlene se le desencajó la mandíbula ante la presencia de Taylor, era más apuesto de lo que vio en las fotos, esas fotos sin dudas no le hacían justicia y su voz... Dios no es momento para esto, su mirada está fija en mí, queriendo penetrar más allá de una simple mirada; siento una extraña sensación de... ¿Miedo?. Esquivo la mirada.
—marlene tesoro, acercate el es Taylor Maher— posando la mano en la cintura baja de su hija.
—Marlene Hollister— tendiendo la mano
—un placer al fin conocerte, lamento que fuera una situación como esta— tomándole la mano y besándole el dorso.