—ah perdido mucha sangre, si no hubieras hecho ese torniquete...—
—¿Va a estar bien?— preguntó Taylor
—por el momento saturamos las laceraciones, esperemos a como reacciona con la transfusión de sangre— dijo el doctor.
—Tayler— gritó Cristóbal, quien apareció en la sala junto a su esposa.
—cristobal— saludo tayler.
—¿Qué le pasó a mi tesoro?— pregunto con las mejillas inundadas de lágrimas al igual que su esposa
—no lo se Cristóbal, se estaba bañando, tardó mucho y cuando entré...
—¿Como la pude arrastrar a esto?, ¿Cómo fui tan ruin de apostarla en un juego?— gritó golpeando la pared.
—calmese Cristóbal, nada de esto es su culpa— trato de calmarle Taylor
—¿Qué me calme?, Me estás diciendo que me calme cuando arroje a mi hija a semejante situación, por mi culpa está ahí— sollozando.
—señora fernanda— dijo tayler al ver cómo está se arrecostaba en la pared con un semblante pálido.
—no, no me sien...— no termino sus palabras debido a que sufrió un desmayo, tayler fue rápido por lo que su cuerpo no calló al piso.
—auxilio— gritó Cristóbal como loco hacia la enfermería. —fernanda mi amor, despierta— acariciando su cabellera. Los doctores llegaron y la llevaron hasta una habitación, en la cual le impidieron el paso a ambos.
—no puedo con esto, no puedo—
—cristobal— dijo Taylor al verlo dando vueltas —cristobal— esta vez le gritó. —hara un agujero si sigue así, debe mantener la serenidad, usted es el pilar de esa familia, no puede verse tan desalientado— dijo Taylor agarrando por los hombros.
—no sé que haría si pierdo a las dos mujeres más importantes de mi vida, ellas son mi mundo— ahogando un fuerte sollozo
—todo estará bien— aseguró Taylor abrazándolo.
*
—doctor, ¿Cómo están?— pregunto Cristóbal
—la señora Fernanda ya se está estabilizando, su presión subió un poco pero, ya está controlado— aseguró el doctor.
—y Marlene doctor, ¿Cómo está
ella?—
—el cuadro de Marlene ah empeorado, esta... Ella está rechazando la transfusión de sangre y, no tenemos más ese tipo de sangre aquí, la eh pedido a otros colegas pero, hay más personas en fila...
—¿y yo doctor?, ¿Puedo ser su donante?— preguntó Taylor.
—deberiamos hacer los análisis pertinentes—
—pero, que espera doctor,
Hagámoslo—
—sigame señor Meher—
Marlene
¿Dónde estoy?
La gran pregunta, la oscuridad no me permite ver dónde estoy, escucho murmullos y trato de abrir mis ojos y no puedo, es un intento fallido.
—esta recibiendo bien la última transfusión, la verdad es que no un cirujano hace cortes tan precisos, unos minutos más y hubiera muerto desangrada—
Esa voz, escucho un beep muy cercano, ¿Estoy en un hospital?... Y la oscuridad me abraza nuevamente.
*
—Marlene cielo, debes despertar, te extrañamos mucho tesoro, aún tenemos esa partida pendiente de mortal Kombat o como sea que se llame, la verdad hija es que te necesito. Necesito tu perdón Marlene...
—no tengo nada que perdonarte papá, nada de esto es tu culpa, por favor no sufras por mí, maldición. ¿Porque no puedo despertar?—
—Cristóbal cariño, ya es tarde, debemos volver a casa y... Ella está sedada no te puede escuchar—
—claro que sí mamá, los escucho, ahora no, ahora no por favor— la oscuridad volvió.
Narrador omnisciente
Al segundo día de Marlene estar en el hospital despertó.
—¿Dónde estoy?— fueron sus palabras y su vista se fijó en sus muñecas.
—hasta que al fin despiertas— dijo un Taylor relajado y trajeado.
—¿Qué haces tú aquí?—
—creeme que si por mí fuera estuviera ahora mismo en la empresa, pero debo hacerme ver cómo el esposo sufrido por su hermosa
esposa— curvo sus labios mostrando la perfección de sus dientes para luego estallar de la risa.
—te odio, no te quiero ver, sal
Taylor— dijo Marlene faltandole el aire, por lo que Taylor se vio obligado a llamar al doctor.
—¿Hace rato que despertó?— pregunto el doctor mientras chequeaba los signos vitales de Merlene
—despertó ahora doctor y de repente se puso así— mostrando fingida preocupación
—debe de salir—
*
—¿Qué pasó allí dentro doctor?— preguntó Cristóbal
—es una reacción normal en pacientes que llevan días sedados despertar con este tipo de comportamiento, pero todo está
bien—
—¿Puedo pasar a verla?—
—por supuesto, ya está calmada y necesita de ustedes y todo el cariño que puedan brindarle— dijo el doctor retirándose.