Isabella:
Empiezo a mover para tratar de buscar frescura, siento mucha calor y también que peso más. Me siento sudada, la calor se vuelve tan intensa que me obliga a abrir los ojos veo el gran cuerpo de Cameron sobre mi un brazo alrededor de mi cintura y una de sus piernas enrollada al rededor de las mías para terminar su cabeza esta metida en la cuenca de mi cuello ¿Cómo rayos terminamos así?
Veo el reloj de la pared y son las ocho de la mañana ¡Santísima virgen de la papaya! Tenía clases a las siete con Mariam, veo a Cameron y pienso en una forma de quitármelo de encima si despertarlo sinceramente hoy no tengo ganas de pelear con él pero tampoco tengo ganas de escucharlo.
Me muevo un poco pero solo logro que el se pegue más a mi cuerpo, no me queda de otra que moverlo con fuerza pero ni aún así puedo.
— Cameron despierta, tengo calor y voy tarde a clases — Lo llamo.
— Quedate quieta solo cinco minutos — Se queja.
— DESPIERTA MASTODONTE — Le grito.
Cameron abre los ojos dejandome ver esos enormes iris verdes, el ve el reloj y abre los ojos a más no poder. Vuelve a ver como estámos y se le escapa una sonrisa, yo lo veo mal.
— Buenos días princesa — Me da un beso y sale corriendo.
¿Princesa? ¿Me beso? ¿Buenos días? Pero que bicho le pico a este príncipito, me levanto dispuesta a reclamarle pero el agua de la ducha me detiene, obviamente no voy a entrar a ducharme con él.
Salgo hecha un desastre de la habitación, las empleadas al verme bajan la cabeza en señal de respeto. No le doy importancia alguna y comienzo a correr al salón donde Mariam me espera, este palacio es enorme además deben creer que la bruja salió de su cueva, abro la puerta encontrándome a Mariam con cara de pocos amigos ¿acaso nunca sonríe?.
— La puntualidad en una reina debe ser perfecta, la impuntualidad es mal vista — Habla mientras levanta la cabeza para verme — Una futura reina jamás debe de andar desaliñada y mucho menos con la camisa de un hombre, me imagino que le pertenece al príncipe Cameron — Habla amargada.
Entonces es ahí cuando me inspeccionó, efectivamente solo tengo la camisa de Cameron puesta que extraño yo no me cambie anoche y menos me hubiera puesto algo de Cameron, entonces eso quiere decir que ¡Cameron me vio en ropa interior! Lo mataré, no diré que la camisa es demasiado cómoda pero el aun no tiene el derecho de vestirme ¡no es mi esposo!
— Mariam me levante tarde, agradece que llegue una hora después y no llegue tres horas después — Comento.
— Vete a arreglar Isabella — Ordena.
Ella no puede ordenarme cosas, menos en ese tono. Me iba a defender pero Cameron entra vestido al salón ¿tan rápido se arreglo? Parece flash este chico.
— Mariam no tienes porque odernarle a Isabella cosas y menos en ese tono, te recuerdo que es mi prometida — Aclara Cameron.
— Disculpe su alteza, pero usted sabe que la presentación de la señorita no es correcta y la impuntualidad es mal vista en una futura reina — Menciona con seguridad.
Entonces es cuando Cameron me examina de pies a cabeza dándose cuenta, que llevo una camisa de él que solo me llega un poco más arriba de la mitad del muslo, que mi cara es un desastre y que mi cabello es un nido de pájaros.
— Yo la veo sexy — Abro mis ojos a más no poder y al parecer Mariam tampoco se esperaba esa respuesta. — Hoy no le daras lecciones Mariam, la voy a llevar a conocer todo Inglaterra a como es debido — Avisa.
— Renunció, no puedo trabajar así — Afirma Mariam.
— ¡Gracias Dios, yo no la quiero! — Exclamó alzando mis brazos al cielo.
— Dile a mi madre que te pague por tu tiempo, ya sabes dónde está la salida — Le sonríe Cameron.
Mariam toma sus cosas y sale hecha una furia del salón, me libre de estas estupidas clases y tal vez logre volver al instituto.
— No célebres Isabella iras a un internado en Francia es el mejor internado que existe para preparar a una futura reina — Vuelve a hablar.
— No iré a ningún lugar, Cameron a veces me pregunto que hice mal para merecerme este castigo pero si tanto quiere el rey un nieto se lo vamos a dar todo sea por alejarme de este lugar para siempre y no solo eso alejarme de ti. ¡Yo no llevo sangre azul! Tampoco nací para ser una reina y menos para casarme contigo, ¡No tengo ni la mayoría de edad! — Suelto todo lo que tenía guardado.
— Isabella de lo que sientes, yo desearía alejarte de este mundo pero no puedo — Niega.
— Yo solo quiero volver a casa — Sollozo.
Cameron se acerca a mi y trata de abrazarme pero lo alejo de mi lo mas que puedo lo quiero lejos de mi.
— Aléjate de mi ¿Por qué existiendo miles de chicas con linaje real me escogieron a mi? Yo no pertenezco a tu mundo. — Lo sé soy bipolar.
— Porque eres la hija de los mejores amigos de mis padres y porque mi corazón te escogió a ti para entrar a mi vida Bella — Confiesa. — Solo dame la oportunidad de quererte como lo estoy empezando a hacer, déjame hacerte feliz a ti y ser feliz yo — Ruega.
— ¿Y Lila? — Interrogó.
— No diré que deje de amarla al cien por ciento pero se que lo haré solo si tu me dejas aferrarme a ti, estoy dispuesto a dejar todo lo que tengo si tu me das una oportunidad — Toma mis manos.
— No necesito que dejes nada por mi Cameron, te daré la oportunidad que me pides solo no lo arruines — Acepto.
— Dios me haces tan feliz — Sonríe.
— Pero prometeme que no me mandaras a un internado y que ya no abran tutoras, yo puedo leer para aprender además se que tu madre podría ayudarme. — Le pido.
— Esta bien, también podras volver al instituto —
Holaaaaa..
Espero les guste el capítulo.
Besos 💋