Capítulo 28

Esa noche al terminar de bañarse y cambiarse bajo encontrandolo en la entrada, estaba recién bañado por lo cual se pelo goteaba y estaba desordenado, le encantaba cuando estaba así, pero al mismo tiempo le preocupaba eso.

— Te vas a resfriar otra vez, recuerda que eres super débil.— Dice con gracia.

Toma su mano y lo lleva hasta el baño de invitados de abajo, para luego bajar su cabeza, tomar una toalla y pasarla por su cabeza secando su cabello bajo su atenta mirada. Al terminar puso la toalla en su lugar y revolvió su pelo para que quedará como antes.

« prefecto, ahora podemos irnos. — dice saliendo.»

Más él se queda en el mismo lugar ¿Qué había sido eso? No entendió que fue lo que pasó, ¿Ella le había secado el cabello? ¿Era eso normal? Ella lo había hecho parecer algo de lo más normal, entonces ¿Por qué él no lo sentía igual? ¿Qué le pasaba? Sentía como si ya estuvieran casados, todo lo que decían y hacían parecía de pareja.

Sacudió su cabeza quitando esos pensamientos y ambos salieron y subieron al coche en silencio.

— Mañana iremos a firmar los papeles de matrimonio ¿Estás lista? — le recuerda sin mirarla, con la vista fija hacia el frente.

Ella lo mira, había pasado dos días desde aquel día que le había mostrado la casa y aún seguía si querer mirarla a los ojos ¿Se había dado cuenta de lo que ella sentía? ¿Le molestaba eso? O ¿Lo incomodaba?

— ¿Mary? — llamó su atención.

Enseguida ella reaccionó y se apresuró en responder.

— Claro.

Su respuesta no lo dejo muy convencido, por lo que frenó él coche y la miró.

— ¿Estás segura? Si no, sabes que respetaré tu decisión, no tienes que hacerlo si no quieres. — la mira serio.

Ella asiente, y una pequeña sonrisa se forma en sus labios.

— Descuida, estoy segura, no debes preocuparte por eso. — le asegura. — ni tu ni nadie me podría obligar a hacer algo que no quiero hacer.

Dice haciéndolo sonreír.

— Entonces ¿Qué te pasa? — pregunta intrigado.

— Nada. — respondió desviando la mirada, pero al ver que continuaría preguntando, siguió. — nada en lo que tu me puedas ayudar Andrés. — sentencia.

Entonces volvió a encender el auto, para luego arrancar. Y desde ese momento parecía como si el invierno hubiera llegado haciendo crecer el frío entre ellos.

...

Llegaron al hospital y ambos salieron del coche sin decir nada y así comenzaron a caminar hasta que una persona que iba saliendo arrenpujo el hombro de Mary haciendo que está casi cayera al suelo de no ser por Andrés que la sostuvo justo a tiempo.

Lo cual los dejó en una situación comprometedora pues sus rostros estaban muy juntos, enseguida los nervios de ambos aumentaron, por lo que enseguida se separaron y desviaron sus miradas, él rasco su nuca y ella estaba algo sonrojada.

— ¿Ahora quién es la débil? — intentó bromear.

Ella lo mira sin poder creer lo que a dicho, pero al mismo tiempo con diversión en su rostro y golpea su hombro.

— ¿De qué hablas? ¿No viste que un tráiler me pasó por encima? Por cierto ¿No viste quien era? — pregunta mirando alrededor.

— Era una mujer, pero llevaba capucha no vi su rostro. — niega con la cabeza — además tenía un trabajo más importante — la mira con burla y se inclina un poco hacia adelante para estar a la altura de su rostro y decirle — y era salvar a una chica torpe.

Al decir esto se endereza con una sonrisa victoriosa y empieza a caminar hacia adentro, Mary lo sigue con la mirada y luego sonríe.

Así que torpe ¿eh? — máquina.

Enseguida comienza a caminar hacia él decidida y lo empuja desde atrás, más nunca pensó que él fuera a caer realmente, más el piso estaba mojado y él resbaló perdiendo el equilibrio y al no encontrar de donde sostenerse se sostuvo de ella haciendo que ambos cayeran, más Mary cayó sobre Andrés y esto le sirvió para amortiguar un poco el golpe, mientras él se quejaba por el dolor.

Ambos comenzaron a reír como dos locos.

— Estas completamente loca. — dijo él entre risas.

— No, es que tu eres muy débil — le respondió está de la misma forma.

Entonces estallaron en carcajadas otra vez. Más sus risas se detuvieron de repente al ver la situación en la que se encontraban, enseguida la mirada de Andrés bajo hasta los labios de Mary, asiendo que por reflejo ella hiciese lo mismo, justo entonces sus corazones empezaron a hacer estragos en sus pechos, ambos pensaba en lo mismo "sus labios" y sus rostros se acercaron, más justo en ese preciso momento un caraspeo los sacó de aquella ensoñación, trayendo a ambos de vuelta a al mundo real.

— Mary. — dijo aquella voz que ella reconoció al instante.

Enseguida se puso de pie totalmente roja, por lo que Andrés hizo lo mismo rodando los ojos enojado por su inoportuna interrupción.

— Doctor Hernández. — exclamó algo avergonzada. — No es lo que parece, nos caímos y ... — No supo como terminar y mira a Andrés en busca de ayuda.

Más está no dice nada, sólo se dedica asesinar a Héctor con la mirada.

— No te preocupes Mary, no pasa nada, sólo recuerda que estas en el pasillo de un hospital. — dijo con rectitud y ella asintió — Ahora será mejor que entres y veas a tu madre.

Esto enseguida puso en alarma a Mary.

— ¿Por qué? ¿Qué pasa? — preguntó angustiada.

Más por su mirada angustiosa.

— Acaba de tener un ataque nervioso hace unos minutos — le explica.

— ¿¡Qué!? — lo mira confundida. — ¿Cómo es que tuvo un ataque nervioso, si estaba de lo más feliz? Ella estaba muy contenta en estos días.

No entendía nada.

— Realmente yo no estaba allí, pero las enfermeras me comentaron que fue por causa de una señorita, que le empezó a gritar un montón de cosas y por eso sufrió un colapso nervioso. — le dijo con serenidad, para tratar de calmarla, pues se se veía alterada. — pero no tienes de que preocuparte, no fue nada grave y está estable ahora.

Mary sólo tenía un nombre en la cabeza "Liana" ¿Quién más si no haría eso? pero si le hubiese pasado algo a su madre ella se aseguraría de que el infierno le quedará chiquito. Miró a Andrés Iracunda y con una advertencia en la mirada y Andrés entendió claramente lo que estaba pensando. Era seguro que si algo le pasaba a su madre por culpa de Liana la culpa iba recaer también sobre él.