Caso Adams

Capítulo V

Después de todos los saludos, de entrar a casa, sentarnos en los sillones del salón, sacar algo de comida preparada por tía Brid, nos miramos fijamente con la tensión en el ambiente, la cual podía ser cortada con un cuchillo.

 

- Este es el mejor regalo, hermanita - dice Chase.

 

- De nada renacuajo - siempre es capaz de sacarme una sonrisa en los peores momentos -. Prometo que intentaré que haya más así.

 

Luego de esas palabras, la tensión previamente acumulada comienza a dispersarse, dando lugar a una estancia más relajada y apropiada para mantener una conversación que incumbe a mi hermano perdido.

 

- ¿Dónde has estado? - pregunta Bridget -. Llamaba a tu amigo y me decía que no estabas cerca.

 

- No lo estaba. Nadie sabía dónde estaba. Solo los dirigentes más importantes. Dean no pudo decírtelo. Lo siento. Se que te juré que nunca ocurriría - dice Jake arrepentido.

 

- Olvidemos eso y celebremos que ambos estáis de vuelta - nos mira con un intento de sonrisa que finalmente logra ser auténtica -. No muy sanos pero vivos, que es lo importante. Ya hablaré con Dean - termina susurrando.

 

Asentimos mientras Chase nos observa extrañado, con los ojos un poco rojos debido a las lágrimas derramadas en el porche. Pasa la mirada de Jake a mi y así sucesivamente hasta que tía Brid se lleva al primero a la cocina para hablar en privado, muy posiblemente sobre su viaje, reprochándole así la falta de información que ella tenía.

 

Chase no me quita la vista de encima por lo que opto por distraerle como suelo hacer, cosa que él disfruta y aprende por si ocurre algo en algún momento. Como se dice, más vale prevenir que curar. Pero me sorprende cuando me dirige la palabra antes de que yo pueda hacerlo.

 

- Preguntaría cómo te hicieron las heridas, pero prefiero tener en cuenta que estás a mi lado, y prometo cuidarte y atender tus lesiones - sonrío nostálgicamente cuando me mira con tristeza -. Tengo miedo de que un día no vuelvas…

 

- Falta mucho para que eso ocurra, cariño. No te preocupes por eso ahora - extiendo mis brazos y él, sin perder tiempo, me abraza como puede -. Te quiero, ¿vale? Pase lo que pase. Recuerda siempre eso.

 

- Eso no ayuda mucho a tranquilizarme, Sar - río -, pero lo tendré en cuenta - me estrecha mucho más en sus brazos, se acerca a mi oído y me susurra mientras le tiembla un poco la voz -. Yo también te quiero. Mucho.

 

- ¿Dejamos de lado este momento sentimental y nos ponemos con lo que quieres? - pregunto para cambiar de tema.

 

-Serás buena ladrona, pero para cambiar de tema con tu familia eres horrible - ríe y se separa de mi cuerpo.

 

- Pero sirvió para que te enfocaras en otra cosa, eso es lo que cuenta Chase.

 

- Entendido - se sienta y coge una hoja de papel y un lápiz que hay encima de la mesa, enfrente de él - empieza.

 

Carraspeo para ganar algo de tiempo y encontrar lo que me pide en mi actual caótico cerebro, y cuando finalmente lo encuentro, sin desearlo, una sonrisa manipuladora surca mi cara. Rápidamente mi hermano copia esa acción, y me preocupo por lo bien que le queda, y por todo lo que podría ser capaz de lograr por ella. Dejando a un lado esos pensamientos, le miro y comienzo a hablar.

 

- Para esta no vale papel - le digo antes de empezar y carraspeo para dar pie a la pregunta -. ¿Qué es lo que aún no ha sido, que debe de ser, pero cuando lo sea, ya no lo será?

 

Chase lucha por no utilizar la hoja y noto como le cuesta, por lo que inicio a explicarle resumidamente porqué debe acostumbrarse a prescindir de ella.

 

- Intenta no escribir. No siempre tendrás tus cosas a mano y el tiempo, la mayoría de las veces, correrá en tu contra.

 

- Creo que lo tengo, pero no estoy seguro de que sea la respuesta.

 

- El que no arriesga no gana - me limito a decir.

 

- ¿El presente? - pregunta.




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