Él

Él es un hombre muy coqueto; lo he visto coquetear con muchas mujeres. Ser muy sociable (y con eso no estoy diciendo que ser sociable sea malo), sino que él lo lleva a un grado extremo: les halaga la ropa, juguetea con ellas, cuenta chistes con una actitud muy jovial, encantador. Además, he escuchado que cuando le dicen que es casado, dice: “Sí, pero uno puede tener lo que tenga en su casa y salir a buscar por otro lado”. Él dice que quiere ver qué puede conquistar, qué tipos de mujeres pueden llegar a su vida.

Él le da a cada mujer lo que necesita: a las que no se sienten bonitas, les da halagos para subir su autoestima; a las lindas, les dice que son inteligentes; a las que son físicamente atractivas y les gusta demostrar su belleza con su forma de vestir, les hace saber que lo logran; a las que no quieren nada serio, solo un momento de diversión, les dice que al lado de él lo pueden tener.

Cuando se incluye en una conversación, la conversación fluye sin problemas. Le encanta hablar de sus experiencias; tiene muchas para contar, creo que usted ya las ha escuchado, como las hemos escuchado muchas otras. Se sabe vender muy bien. Es cierto que no es un hombre guapo, pero es atractivo. Siempre lleva su ropa limpia, bien puesta y sabe combinarla; un buen perfume, cuida su peinado; trata de estar lo mejor presentado posible.

Él tiene unos ojos móviles. Ese hombre no puede ver un jean ajustado, una minifalda o una mujer que le llame la atención, porque le da una buena mirada. Muy seguramente, cuando está con usted, es más recatado para mirar, pero cuando usted no está, no pierde el tiempo para mirar a las mujeres como las quiere mirar.

He tenido la oportunidad de compartir varias reuniones con él y es demasiado extrovertido. Intenta llamar la atención de los asistentes a la fiesta a como dé lugar. No vi una reunión en la que no intentara convertirse en el alma de la fiesta, pero no siempre lo logró. El último tiempo que estuve en la empresa, las personas se habían dado cuenta de su egocentrismo y muchas le ignoraban, en especial mujeres.

Para él, no hay mujer irremplazable, porque después de que la amante o pareja formal que tiene se va, se da cuenta de que no estaba tan enamorado, que puede llegar otra; que los amores van y vienen, que la siguiente viene en la fila. Debo reconocer que sus relaciones estables son largas. Estuvo varios años casado con su ex – esposa. De hecho, se casó por la iglesia con ella, pero a ella también le fue infiel la mayor parte de lo que duró su matrimonio. Le fue infiel a ella, le es infiel a usted y le será infiel a la que venga, porque él vive el momento. La vida es solo una, y prefiere arrepentirse de lo que hizo que de lo que dejó de hacer. Ese es uno de sus lemas favoritos, de hecho, creo que es su filosofía de vida.

Él es un estratega. Tiene la facilidad de planear y tomar decisiones que le favorecen de una forma impresionante. No solo en su faceta de conquistador, sino en su vida profesional. Es un hombre exitoso en su trabajo, reconocido por ello, pero no es una persona leal y las personas que trabajan de cerca con él, al pasar el tiempo, lo descubren. Es ahí cuando él comienza a perder popularidad. Escuché a muchas personas de la empresa hablar mal de él y decir que es una de esas personas competitivas que, para ganar, no le importa pasar por encima de los demás. En alguna ocasión, alguien me dijo: “Tu compañero es totalmente tóxico”. Al parecer, habían tenido una discusión de la cual la persona no entró en detalle, pero dijo que estaba cansada de su forma de siempre acercarse al árbol que más sombra le diera y de esa forma de manipular a los demás, siempre ofreciéndoles la parte de las cosas que ellos querían ver.

Mi teoría es que él es un mujeriego.