Casualidad O Causalidad

CAPÍTULO 18: QUE EL AMOR CONSPIRE A TU FAVOR

La verdad más grande es que ¡Todos mentimos! Pero a pesar de ello, dejémonos guiar por el amor para saber cuándo callar la verdad y encontrar el momento adecuado para que, salga a flote. No siempre estamos preparados para enfrentar el dolor que causa un engaño y ¡No quiero confundirlos! Quiero transmitirles la necesidad de confesar el trasfondo de las cosas, siendo objetivos. Nadie quisiera mentir (aunque en ocasiones nos vemos obligados a hacerlo) y no quisiéramos que nos mientan, pero todo lo que hagas con amor conspirará a tu favor para ayudarte a superar cualquier dificultad, pues solo él nos hace libres y si nos sentimos amarrados, entonces ¡No es amor!

“El amor mortal es cuando la sensualidad está satisfecha. El verdadero amor es cuando el amor se sacrifica”

David K. Leung

 

Con un beso en la frente, Valentino miró dulcemente a su esposa. Camelia era para él la representación del amor verdadero, ese que no es perfecto pero que, definitivamente es capaz de sacrificarse por ti y él representaba para ella el significado de amar, no como se ama hoy en día, sino como se ama de verdad, con los ojos del alma, esos que ven lo que somos y no lo que aparentamos ser, esos que saben de qué estamos hechos y lo que podemos alcanzar y no de lo que creemos que somos capaces de hacer: simplemente con amor verdadero, aquel que ¡Da la vida si es necesario! Valentino era una de las tantas pruebas fehacientes de amor real. Camelia solo pudo abrazarlo fuertemente en medio de un llanto desgarrador, del cual sentía que, cada lagrima acribillaba su ser recordándole la gran mentira que cargaba en sus hombros y había llegado el momento de dejarla caer y poder descansar del peso enorme que le dificultaba la respiración.

 

-Voy a marcharme para que puedan hablar tranquilos. Sé que tienen mucho que decir… O ¿tal vez no?

-Bella, ¿en dónde estarás? -Preguntó Camelia.

-Iré a ver cómo sigue Sara, mamá.

 

Bella se retiró dejando a sus padres en medio del frio de la traición, ese que te hace ser sincero para encontrar nuevamente el calor de la verdad. Camelia y Valentino se miraban fijamente y las lágrimas inundabas sus rostros, pero a pesar de todo se notaba que ambos se amaban, a pesar de la gran verdad que ambos sabían y se habían ocultado durante muchos años.

 

- ¿Tienes algo para decirme? Inquirió Valentino.

 

Ella lo miraba fijamente, pero no pudo soportar seguir viéndolo; por lo que, agachó su cabeza, avergonzada. - “Que el amor conspire a mi favor” -Pensó Camelia.

 

En la gran mayoría de los casos, el temor por no saber cómo gestionar las situaciones difíciles hace que, busquemos medios de defensa que nos eviten un gran dolor o incluso la perdida de algún familiar o ser querido; sin embargo, hay que saber cómo arriesgarse a decir la verdad, porque nunca una mentira será mejor que una verdad a flote, es cuestión de saber cómo confesarla y el momento indicado, dentro de los límites que, nosotros nos imponemos de acuerdo a nuestra personalidad. No es fácil saber enfrentar éstas situaciones, pero ¿Miento porque es mi forma de ser? O porque pienso que ¿Generé una consecuencia que no sé cómo enfrentar? La respuesta a ésta compleja pregunta solo puede dárnosla el verdadero amor: el que nos enseña cuando ha llegado el tiempo de enfrentar ciertas situaciones con la suficiente madurez, sabiduría y fortaleza para poder llegar al camino del perdón si hemos lastimado a la persona que más amamos.

 

-Esta situación es tan difícil para mí, que no sé por dónde empezar. –Dijo ella.

 

No es cierto que Valentino estaba tan tranquilo como aparentaba, dentro de su ser, el alma se le desgarraba y sentía que aquel dolor al momento de enfrentarlo estaba siendo más fuerte de lo que el imaginaba, porque no es lo mismo sospechar algo y tener un mínimo de probabilidad de que, lo que sospechamos no es real y algo muy distinto es saber que esa pequeña probabilidad ¡Resulta ser cierta!

 

-Entre más rodeos des, más difícil será para ambos.

-Valentino, hace muchos años no tenía la madurez que tengo hoy en día, incluso creo que hoy por hoy, no soy lo suficientemente madura para enfrentar las cosas, pero la vida me ha puesto entre la espada y la pared, prácticamente obligándome a confesar algo que, hubiese preferido que no saliera a flote y no por preferir el engaño, sino por las consecuencias que acarrea y el dolor que trae consigo esta verdad; pero tarde que temprano, la verdad siempre sale a la luz y ha llegado el momento de saber de qué te habló. -Dijo camelia, en tono melancólico.

-En medio de mi dolor, sabré entenderte.

 

Ella lo miró extrañada, porque presentía que él sospechaba cual era esa verdad que debía saber, porque a ciencia cierta, no sabía que su hija ya había tenido una conversación con él antes de ella llegar y que incluso, él ya sabía desde el momento en que Bella fue concebida que, no era su hija de sangre, pero que por amor y sentirse afortunado de poder tener un hijo, aceptó que, aunque no compartieran los mismos genes ¡Ella sería su hija! Todo es resultado del verdadero amor, ese que ¡Todo lo puede, todo lo soporta, todo lo espera, todo lo cree, todo lo enfrenta!




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