Casualidades

28. El Estanque

Me tomo unos cuarenta minutos en llegar desde mi casa hasta la supuesta fiesta. En primer instancia la casa me pareció verla visto antes.
Lo curioso que estaba silenciosa y no había nadie en la calle. 
En ese momento pensé que me están tomando del pelo.
Bueno al fin decidir bajar del auto para averiguar que pasaba. 
Me fui hacia a la supuesta fiesta, llegué a la puerta y toque el timbre. 
Esperé un par de minutos,  salio una niña de doce años supuestamente debe tener. 
—¿A quien buscas? —pregunta, mirándome de pies a cabeza.
—¿Aquí es la fiesta? —pregunto.
—¿Que fiesta? —responde confusa —. Aquí no hay ninguna fiesta —al negar con la cabeza.
—Pero aquí vive Aurora Rolan. ¿Cierto? —mascullo.
—Auroraaaaaa te buscan. —grito la niña a todo pulmón.
En eso apareció una chica que también me pareció conocida.
—¿Sam eres tu? —pregunta extrañada.
—Esta es tu casa —respondo.
—¿Quien es tu amigo Aurora? —pregunta la niña.
—Anda a ver televisión. —ordena Aurora.
Lo cual la niña se fue feliz hacia la sala. 
Aurora y yo nos dejo solos en la puerta.
—Si es mi casa Sam —afirma —. Estuviste en la fiesta de primó. Te acuerdas.
—Cierto —afirmo —. Con razón me parecía conocida.
—Ya me doy cuenta —masculla —. ¿Para que has venido?
—Para la fiesta —respondo.
—Que fiesta Sam aquí no hay ninguna —masculla negando —. Te has equivocado de dirección.
—Creo que si —mascullo —. Lo siento por venir a molestar. Nos vemos
Al darme la vuelta y caminar hacia mi automóvil.
—Espera Sam aún no te vayas —grito al momento.
Volteo a verla nuevamente.
—Esta bien —mascullo confuso.
—Bueno esperame ahora salgo —masculla. 
—De acuerdo.
La espere dentro de mi automóvil.
Pasaron diez minutos para que apareciera nuevamente, esta cambiada como una ropa cómoda, se dirigió al vehículo.
— Bueno estoy lista, nos vamos —masculla sonriente.
—Esta bien —mascullo —. ¿Y que hay con la niña?
—Estará bien, no te preocupes —responde.
—Bueno si tu lo dices —concuerdo.
—¿Que te trae esta noche a mi casa? —pregunta.
—Pensé que había una fiesta —respondo —. Pero creo me hicieron una broma de mal gusto. Creo yo.
—Ya veo, que tal si vamos a Roseland a tomar un café. Te parece —propone.
—De acuerdo.
Encendí el automóvil, nos fuimos a Roseland, nos tardamos unos treinta minutos en llegar. 
El lugar estaba casi vacío. 
Nos sentamos en unas de las mesas. Pedimos un par de cafés.
—Bueno Sam —masculla —. ¿Como te ido últimamente?
—Bueno no mucho. Que digamos —respondo.
—Pero si es verano —masculla con ironía —. Tienes que hacer algo. No lo crees.
—Bueno si estoy trabajando. —comento.
—Que bueno Sam —masculla sonriendo —. ¿Y donde estas trabajando?
—Bueno en la librería de mi madre —respondo.
—En el negocio de la familia. —masculla con interés.
—Bueno si —afirmo —. Aunque solo atiendo y recomiendo algunos libros que puedan leer —explicando mis obligaciones.
—Que más has hecho aparte de trabajar —masculla curiosa.
—Bueno hoy día fue mi cumpleaños —comento —. No estuvo tan mal que digamos —sonrió.
—Felicidades Sam —masculla —. Espera un momento ahora vuelvo —al pararse del asiento.
—De acuerdo.
Aurora se paró en el mostrado y pidió una tajada de torta de chocolate. Y volvió a nuestra mesa y coloco la tajada delante mio.
—Bueno Sam feliz cumpleaños —masculla sonriente.
—Gracias por el detalle —mascullo en agradecimiento.
—Bueno prueba lo Sam —masculla —. No me salgas que no te gusta el chocolate. —bromea.
—De acuerdo,
Cogí la pequeña cuchara, y partí un pequeño pedazo de la torta y lo probé, no estuvo tan mal. 
—Rico —comento.
—Bueno la señora Rose hace buenos pasteles —comenta sobre las repostería de la señora Rose.
—Bueno es aceptable —mascullo.
—¿Y tu novia te saludó hoy? —pregunta al momento.
—No tengo tengo novia —respondo.
—Pero no andabas con alguien en el instituto. —comenta —. Bueno eso es que me contaron.
—Bueno si pero duro poco —respondo.
—Que pena —masculla —. Rompiste con ella —curiosea.
—No —niego —. Mas bien fue al revés ella rompió conmigo en forma de una carta que dejo en mi casa —comento.
—Que manera tan curiosa de romper contigo —masculla.
—No la culpó —mascullo —. Además esta saliendo con alguien —comento —. Ya se graduó —agregó.
—A entonces si era de último año —comenta.
—Si —afirmo —. La conocí en baile de Halloween.
—Que estaba vestida de gatubela —comenta sarcásticamente.
—No claro que no —mascullo sonriendo —. Mas bien estaba vestida de un personaje de un anime.
—Bueno esta bien —masculla —. Ya no quiero abrumar con temas amorosos.
—De acuerdo —mascullo —. ¿Como te esta yendo este verano?
—Bueno estoy de niñera. La niña que viste es mi vecina —comenta —.  Sus padres habían salido hoy a cenar y van a llegar tarde.
—¿Y tus padres no están en casa? —pregunte curioso.
—No se han ido a la gran ciudad hacer algunas cosas —responde —. Además mi primo a salió a una fiesta.
—Oh ya veo —mascullo.
—¿Que vas hacer mañana? —pregunta.
—No nada —respondo —. ¿Porque?
—Que tal si damos un paseo. —propone.
—¿Es una cita? —pregunte.
—Bueno digamos que es una pequeña aventura por el bosque —masculla animada.
—De acuerdo —confirmó —. ¿A que hora nos vemos?
—Que tal si pasas por mi después de la comida. Te parece —responde. 
— Que tal mejor a las tres de la tarde —mascullo al poner la hora.
—De acuerdo.
Bueno después de terminar los cafés y torta de chocolate. Fui a caja a pagar. Luego salimos del establecimiento y nos fuimos caminando al automóvil.
Cuando llegamos a su casa las luz de la sala aun estaba prendida. Bueno Aurora me dio un beso en la mejillas como despedida y se fue a su casa. Esperé que entrará y luego fui a casa.
******
La salida con Aurora fue a las tres de la tarde como habíamos acordamos. Me estacione en la entrada de su casa. Ella salio de su casa cuando me vio llegar.
—Hey Sam, me ayudas —masculla.
—Esta bien.
Nos fuimos a la cochera de su casa, ahí Aurora cogió varias cosas como linternas, cuerdas, arneses, algunos sacos de dormir y una carpa. Me dijo que lo llevará al automóvil. Luego entró a su casa y salio con su mochila. 
—Nos vamos —masculla sonriendo.
—Bueno esta bien —dije —. Espera, ¿Vamos a acampar?
—Bueno es una aventura en bosque. No lo crees. —responde sonriendo —. Hay que tener una experiencia real.
—Bueno —mascullo —. ¿A que parte del bosques vamos a ir?
—Tu solo sigue mis indicaciones —ordena.
—Bueno como ordene mi capitán —mascullo con saludo con la mano en la frente.
Encendí el motor del vehículo, y avanzamos hasta la entrada norte del suburbio hasta llegar a la carretera, seguí avanzando hasta hasta pasar por el desvío que iba al lago, seguimos por la carretera pasamos también por el caminó de tierra que iba a Lost Paradise. 
Avanzamos un par de kilómetros más hasta llegar a un caminó de tierra, Aurora me dijo que siguiera por el caminó hasta llegar a un pequeño sendero. Ahí me estacioné a un lado del caminó. 
—Bueno ya llegamos —masculla con alegría.
—¿Se puede saber donde estamos? —al mirar por los alderredores.
—Bueno aquí vengó de vez en cuándo —masculla —. Bajemos.
—Esta bien.
Bajamos del vehículo, Aurora agarro su mochila y se la puso en la espalda. Fui al maletero a sacar las cosas que trajimos, las cuerdas para escalar, los arneses, la lampara, la carpa y las bolsas se dormir y cerré el maletero.
- Bueno Sam primero hay que preparamos —masculla —. Como voy a llevar mi mochila y tu vas a llevar las demás cosas. 
—Espera —mascullo —. ¿Vamos a escalar?
—Si un poco es parte del camino —responde —. Te aseguró que no te arrepentirás —sonríe.
—¿Y cuántos metros son para escalar? —pregunte.
—Relajate es una zona segura. Y son unos veinte metros nada del otro mundo —masculla al ponerse la mochila en la espalda —. Vamos antes que se haga tarde.
—De acuerdo. Vamos.
Aurora me dio una especie de mochila para poner la carpa, las bolsas de dormir y la lámpara. La cuerdas me lo puse encima del hombro. Ya que los arneses los teníamos puesto en cintura cada uno.
Fuimos caminando por el sendero en forma de zigzag hasta llegar a una pared de roca muy empinada de escalar.
—Bueno aquí viene la parte más interesante del recorrido. —comenta al mirar el muro de rocas.
—Espera no será muy peligroso —mascullo preocupado.
—No claro que no. Te le puedo asegurar —masculla al poner un poco tiza en las manos —. Subamos mientras que halla luz de día. 
—No quiero morir de esta manera —comento.
—Ya Sam no seas niña —bromea.
—No hay otra ruta para llegar a la cima —mascullo.
—Nop —masculla —. Vamos Sam —comenzando a escalar con cuidado.
—No voy a subir —mascullo al retroceder unos cuantos pasos atrás.
—Vamos Sam —masculla —. No te traje acá para que te rindas tan fácilmente —al pararse y voltea a verme.
—No voy a subir —mascullo negando con la cabeza.
En eso baja de pared deslizándose en cuerda.
En eso momento me vio fijamente y me dio un beso en los labios. 
Yo me quedé helado por lo que hizo.
Aurora comienzo a escalar de nuevo la pared de roca. Veo como sube con agilidad y destreza.
—Vamos sube —masculla.
—Este.... —mascullo dudando.
—Si no subes no habrá una segunda cita —masculla animandome.
Me quede de nuevo trance.
—Maldita seas —mascullo en voz baja.
—Te escuché —grito desde arriba.
Comencé a pasar la cuerda por el arnés, me aseguro que esta bien sujeto y comienzo a subir por la pared con cuidó. 
No es por que me da miedo las alturas. Si no porque no era bueno en deportes en la hora de gimnasia me excusaba en no hacer algunos ejercicios. Una vez tuvimos que subir la cuerda y tocar la campaña. Cuando me toco a mi logré subir hasta mitad pero mis brazo no aguantaron más y cae estrepitosamente al suelo encima del maestro y una compañera que estaba esperando su turno para subir. Fui al enfermería ese día con mi compañera y el maestro. Bueno la enfermera sólo dijo que tenía descansar y que los hematomas iban a desaparecer en un par de días. Mi compañera esta con una bolsa con hielo la cabeza al igual que al maestro. Al rato vinieron Sophie y Alonzo al verme a la enfermería. Bueno desde ahí nunca volví a subir la cuerda. 
Volviendo a la pared de roca Aurora ya estaba por la mitad, yo solo había avanzado un par de metros con cuidado y sin mirar abajo. 
Bueno tarde como treinta minutos en subir Aurora subió en veinte minutos ya que era buena escalando.
Cuando llegue a la cima Aurora había atado la cuerda a un árbol por seguridad en caso de un accidente. Ella saco una botella de agua que me la dio y tone un sorbo. Me había sacado el arnés y mochila con la cosas y deje en el suelo. Aurora se sentó en un tronco cerca del borde mirando la apuesta de sol. Ella me vio y me hizo un gestó para que me sentara a su lado. Fui y me senté.
—Que te parece el atardecer. —masculla viendo hacia el horizonte.
La vi por un momento a ella y luego al paisaje panorámico.
—Espléndido —mascullo.
—Sabes eres el primero chico que traigo a venir a este lugar conmigo —comenta viendo el horizonte.
— En serio —mascullo.
—Bueno algo una vez vine con mi padre para que me ayude en algo —comenta —. Pero tu eres el primer chico que traigo.
—Es un lindo lugar —comento.
—Bueno hay qué seguir. —ordena al levantarse del tronco.
—Pensaba que íbamos acampar en éste lugar —comento.
—No. Aquí no —masculla al ponerse de nuevo la mochila.
—¿Entonces a donde? —pregunte.
—Tu solo sigueme —ordena a la vez desatando la cuerda del árbol y enrollándolo.
—De acuerdo —mascullo al levantarme del troncó.
Agarré a mochila y el arnés. Y seguí por un sendero estrechó hasta que un pequeño río que conducía hacia una cátara río abajo. 
Aurora estaba cruzando por el puente de madera.
Bueno en realidad eran cuatro troncos grandes atados y colocados entre dos postes de madera en cada lado. 
Aurora me señalaba con la mano para que siguiera por el puente. 
—Vamos Sam —masculla con ánimo.
—No es seguro —mascullo acercándome al puente.
—Si lo es vamos —dice asegurando.
—¿Porque tenemos que ir por ahí? —cuestionó.
Aurora ya había cruzado el puente. 
—Es único camino —masculla sonriendo.
—No me esta gustando esta aventura —mascullo negando con la cabeza.
—Vamos Sam no seas niña —se burla —. Solo son tres metros —indica —. Anda cruza de una vez.
—No lo voy hacer —mascullo.
—Bueno nos vemos el lunes. —masculla al irse caminando hacia el sendero continuó.
La veo adentrarse al bosque, la veo hasta que desapareció. Lo pensé y me dije a mismo.
—¡Diablos! —exclamo —. Porque me pasan estas cosas —mascullo —. Además se llevo la cuerda. Si no volvería y bajaría por la pared de piedra. 
Decidí en cruzar el puente estaba un poco resbaló por el agua y mohoso. 
Luego de cruzar me fui por el sendero que fue Aurora. Había poca luz del día. Seguí por sendero zigzagueante colina abajo. 
Hasta llegar a una especie de caverna. Dentro estaba oscuro decidí alumbrara con la luz de la lámpara para ver por donde caminar. 
Seguí caminando hasta llegar a una especie de cortina de agua en la cueva.
Me doy cuenta que era el agua era río de arriba. 
En eso Aurora aparece detrás mio que asuste por un momento.
—Te gusta Sam —susurra en mi oído.
—¡Ahh! —mascullo.
—Te asuste —masculla sonriendo.
—Un poco —mascullo.
—Bueno sigamos —ordena —. Ya casi llegamos —al seguir caminando por la cueva.
—Esta bien —mascullo al  seguirla.
Dejamos la cortina de agua, si seguimos caminando por la cueva hasta una apertura que seguida a un camino estrecho. Aurora estaba adelante, la seguí pisando con cuidado hasta llegar a una especies de estanque.
—Bueno ya llegamos —masculla alzando las manos.
Me quede viendo el lugar.
Era cierto río de arriba desembocaba en una catarata y luego hace el estanque y luego seguí un pequeño riachuelo. 
Aurora se saco la mochila y la dejo a un lado. Se comenzó a desvestirse delante mio.
—No mires tanto pervertido. —masculla sonriente.
—¿Pero que haces? —pregunte.
Aurora tenia un bikini de dos piezas.
— Ir a nadar —responde —. No es obvio —al meter al estanque.
Se sumergió y salió después de un par de minutos. 
—Vamos Sam mete el agua esta genial —masculla animando.
—No he traído bañador —mascullo. 
Ya me había sacado la mochila y la había puesto en un lado. Además me había sentado en un roca.
— Pero puedes meterte en bóxer —comenta.
—No lo creo —mascullo.
—Vamos Sam disfruta del día. —mascullo sonriendo.
—No mejor armó la tienda. —mascullo.
—Vamos Sam —anima —. O deseas que salga del estanque y te meto al agua con todo tu ropa.
—Dudo que lo hagas —mascullo mirándola.
—No me tientes —mascullo mirándola fijamente.
Nos quedamos retamos con la mirada y al final cedí.
—Ya pero después de arma la tienda —mascullo.
—Pero apresuraste —masculla, al sumergirse de nuevo.
—De acuerdo.
Me tomo diez minutos en armar la tienda de acampar. Aurora aun en el estanque nadando. Tome la decisión de entrar al estanque con Aurora. Lo cual ella me vio al de vestirme. 
—Lindo cuerpo pervertido. —masculla sonriendo.
—No me llames así —mascullo con fastidio.
—Como quieras pervertido. —masculla.
—Ya estuvo —mascullo al meterme al estanque. 
Nadé hacia ella pero se sumergido de nuevo no la pude ver en ninguna parte. En eso algo agarro mi pierna. Era Aurora y me jalo hacia dentro del estanque. Abrí los ojos y la veo sonriendo. 
Y volvemos a subir a la superficie 
—Nada mal —masculla.
—Hey, eso es trampa —quejandome.
—No para mi —masculla sonriendo.
—Bueno tu ganas —mascullo al rendirme.
—Bueno cuentame algo Sam. —masculla sonriente.
—¿De que? —pregunte.
—De tu vida —responde —. Obviamente.
—Bueno no es mucha que digamos —mascullo.
—No importa —mascullo.
—Bueno resumiendo las cosas me mude al pueblo a los cinco años, voy al instituto y trabajo el la librería de mi madre. —comento sobre mi vida.
-—¡Whao! —exclama —. Que resumido —masculla con sarcasmo.
—¿Y tu que cuentas? —pregunte.
—Bueno en mi caso —masculla —. Yo llegué al pueblo hace unos cinco años venimos de vivir en la gran ciudad a mis padres —comenta su origen —. No les gusta el bullicio de la ciudad. Bueno eso es todo.
—¿Y como encontraste este lugar? —pregunto.
—Bueno eso fue cuando estaba en primer año del instituto —responde —. En ese momento había peleado con mis padres. Asi que cogí mi bicicleta y mi mochila, pedalee por la carretera hasta llegar al camino de tierra y seguí llegue a un descampando y me fui a un árbol, comencé a llorar hasta no poder —relata con tristeza —. Pero luego de eso decidí aventurarme hacía el bosque, encontré el estanque unas horas después. Y heme aquí ahora contigo.
—No se si es triste o alegre tu historia —comentó dudando.
—Bueno la cuestión es que este es mi lugar favorito —masculla —. Y es sólo para mi —sonríe.
—Buenos si tu lo dices —mascullo.
—Claro que si —afirma.
—Bueno que tal si nadamos un poco más —mascullo. 
—Eso sería estupendo —masculla animada.
Nadamos por veinte minutos más y luego salimos del estanque. 
En eso recolecte algunas ramas que había alrededor y hice una pequeña fogata. Eso le pareció reconfortante a Aurora, ya que tenia puesta la toalla encima. Yo me había me había quitado los boxers mojados y puesto los pantalones y la camiseta. Aun estaba descalzo. Aurora aun llevaba el bikini puesto. Le había dicho que se cambié, pero no hizo caso. El fuego de fogata estaba alto y calentaba.
Aurora estaba temblado al final decidió cambiarse dentro de la tienda. 
Al rato salio con mi camisa puesta y debajo estaba su sudadera de tirantes más sus pantaloncillo. Se sentó a lado mio.
—Gracias por tu camisa —masculla.
—De nada —mascullo —. ¿Y quien era la chica de la otra vez?
—A te refieres a Salma —menciona.
—Creo que si —mascullo dudando.
—Bueno ella es mi mejor amiga desde el jardín de infantes —masculla con añoranza.
—En serio —mascullo.
—Si ella se mudo hace tres años aquí al pueblo, vive con su padre un exmarine. Su padre es un poco estricto. —comenta.
—Algún otro amigo —mascullo con curiosidad.
—Bueno también esta Razel que vino hace dos años con su madre a vivir al pueblo —menciona a su amigo.
—Por lo que veo tus amigos tienen sólo un padre. —comento.
—Bueno si nuestros padres se conocen desde hace años —masculla —. Una larga historia para contar en otra ocasión —al apoyarse en mi hombro.
—De acuerdo —mascullo.
—¿Y con quien vives? —pregunta.
—Bueno esta mi madre, mi hermana y Becth —menciono a mis familiares.
—¿Y tus amigos? —pregunta.
—Bueno son pocos en realidad —respondo —. Esta Alonzo que es mi mejor amigo desde conocí hace ocho años. Luego esta Jakie es una amiga muy confiable. Le sigue Karol que al decir es la novia de Alonzo y mejor amiga de Jakie.
—Nada más —masculla —. Y que paso con la estabas saliendo —al preguntar sobre Ellen.
—Bueno como te mencione, solo fue un par de meses. Nada más. —comento —. Pero aún somos amigos.
—Ser amigo de tu exnovia. No es un poco extraño —comenta.
—La verdad que no —mascullo —. Además ella se graduó este año.
—Bueno cambiando de tema —masculla —. Que tal si nos acostamos —sonríe.
—¿Que? —mascullo al mirarla.
—No de esa manera. Pervertido —acota —. Solo dormí.
—Esta bien —mascullo.
—Te esperó adentró —masculla al pasarse.
—De acuerdo.
Aurora se metió dentro de la tienda. Mientras que yo cogía una botella vacía, me fui al estanque y lo llené con agua para apagar la fogata. Luego de apagarlo entre a tienda
Aurora estaba echada encima de bolsa de dormí con la manos en la cabeza. Me vio al entrar
—Que te pareció el día —masculla al mirar hacia techo de tienda. 
—Bueno aparte de casi muero —mascullo —. No estuvo mal. —al echarme a su lado. 
En eso medio un puñete en el hombro.
—Hey eso duele —mascullo.
Ella solo sonriendo. Se acerco a mi acarició mi cara con su mano. Y me dio un besó. Iba decir algo pero me dijo.
—No lo Arruines.
Nos quedamos besándonos por un tiempo hasta que nos dormimos acurrucados en la tienda. 



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En el texto hay: instituto, jovenes, romances

Editado: 14.09.2023

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