En uno de mis viajes por el pasado, me encontré con una inusual pareja en tiempos de la conquista y esta es su historia:
Alonso Dominguez, un explorador caÍdo en desgracia, comenta en una celda con otro recluso:_los hombres que llegaron el lunes, comentaban que se prepara una expedición para buscar el mar del sur, saldrá de Santa Marta. En tres dÍas cumplo mi condena y me embarcare hacia América_
El otro recluso, se levanta de la cama y expresa:_me gustaría ir, pero me esperan cinco años de condena, creo que todos querrán embarcarse en esa expedición_
Alonso, frotándose las manos, le dice:_hablaban de que lo están preparando todo y que sera dirigida por Gonzalo Jimenez de Quezada_
a lo que el otro reo, contesto:_seguro que se volverán ricos, con todo el oro que van a encontrar_
Alonso se le acerca al reo y le comenta:_un marinero que acompaño a Sebastian de Belalcazar, me hablo sobre el dorado, una ciudad hecha de oro_luego de decir esto Alonso exclama:_¡maldita la hora que me vine a Cadiz!_
a lo cual su compañero de celda pregunta:_¿porqúe dices eso?_
Alonso, volviendo a su cama, le contesta:_vine para embarcarme a América, pero en un bar, con otros amigos terminamos en una pelea y mate a un marinero_
_¡vaya! que mala suerte y ¿tus amigos?_pregunta su compañero,
Alonso, se queda en silencio por un momento y, exclama:_¡no lo sé! no les importo mi suerte, se iban para América_
_reglas de la vida, en tiempos difíciles, raro es el amigo que esta contigo_expresa el otro recluso, acomodándose en la cama.
Aquella noche, Alonso no pudo conciliar el sueño, pensando en America y El Dorado.
Al paso de tres días, Alonso es liberado y este va por sus cosas que había guardado en la casa de un viejo amigo.
Luego de pegarse un baño, salio para el puerto de Cádiz, donde muchos marineros, expedicionarios y hasta mujeres que iban a encontrarse con sus esposos en Santa Marta, esperaban la siguiente embarcación que los llevaría hacia una tierra desconocida.
Alonso se abrió camino entre la multitud y logro subir a la embarcación, donde busco un sitio para descansar; no antes de darle la mano a un par de mujeres que se lo pedían a gritos, madre e hija, que le gritaban que las ayude.
En marzo de 1936, empieza la aventura que llevara a Alonso a un viaje, tal vez, sin regreso y le pregunta a sus nuevas amigas:_¿qué las lleva a América?_
Isabel,una mujer de 50 años, refinada y atractiva, contesta:_vamos a encontrarnos con mi esposo, me ha dicho en cartas: que tiene un lugar muy hermoso donde vamos a vivir_
Catalina, señorita de 30 años y fiel reflejo de su madre, mira a Alonso, le pasa una pieza de oro y comenta:_mi padre dice que hay mucho oro_
Alonso mira la pieza y exclama:_todos hablan del oro de America, pero es la primera vez que lo miro , es una figura muy hermosa_
_gracias_ dice catalina,
_señorita, estoy hablando de la pieza de oro_
_yo también, marinero_contesta catalina, con una sonrisa en su rostro,
Alonso le devuelve la pieza de oro y le aclara:_ ¡no soy marinero! soy un expedicionario_
_no me quiera convencer de lo contrario, para mi, usted es un marinero_contesta catalina y se va con su madre a su cuarto, mientras alonso busca un lugar donde pasar la noche.
A la semana de navegación, las olas pegan con fuerza en el casco de la nave, están entrando en una tormenta y cada vez, la situación era más peligrosa.
Al mismo tiempo en que Alonso trataba de no caer de la embarcación, Catalina e Isabel luchaban contra el movimiento del barco...
_¡madre, ayudame!_grita Catalina, mientras trataba de levantarse del piso, a lo cual Isabel responde:_toma mi mano, trata de cogerla_
Catalina logra tomar la mano de su madre, se abrazan y se sujetan a un camarote, mientras tanto en la cubierta; los hombres luchaban por sobrevivir. Las olas parecían monstruos gigantes y por eso un marinero gritaba:_¡es el kraken, es el kraken!_
Al escuchar esto, los marineros entraron en pánico y algunos se lanzaron a las aguas furiosas, la embarcación estaba a puto de volcar; mientras Alonso salva a un marinero de caer al mar.
Lograron salvar la nave, pero en la mañana se dieron cuenta que habían perdido a diez hombres, Alonso con cuidado se dirige a mirar si sus amigas están bien y las encontró llorando, empapadas y muriendo de frio, les dio la mano a cada una y les animo a que salieran a la cubierta a tomar el sol.
En la cubierta los marineros estaban arreglando todo el daño que había causado la tormenta, entre tanto Catalina e Isabel contemplaban el hermoso día que contrastaba con la horrible noche que habían vivido.
Alonso se le acerca a Catalina y le comenta:_el mar ya esta en calma, así que ya no se preocupen_
Catalina aun temblando y sin poder hablar, mira la calma de las olas, suelta un suspiro y
sonríe. Isabel, que aun lloraba, extiende un par de vestidos para que el sol los seque.
Luego de un par de horas han colocado las velas y con los marineros cantando "estamos vivos", siguen su viaje hacia el paraíso.
Luego de 17 días de navegación, los marineros observan a otras embarcaciones que se dirigen a España, muchas de ellas repletas de oro y otras; de esclavos y especies. Los marineros llenos de alegría cantaban "pronto llegaremos a la costa." mientras la noche con su oscuro manto los envolvía.
Bajo el manto de la noche, tres marineros están tomando ron y ya ebrios, disiden bajar al camarote en donde se encuentran madre e hija, quienes ya están durmiendo.
Catalina siente que alguien le tapa la boca, mientras otro marinero hace lo mismo con Isabel, el tercer marinero empieza a destrozarle el vestido y en voz baja, dice:_no dejes que grite, tapale bien la boca_
Catalina lucha con todas sus fuerzas, pero es inútil, son hombres robustos que la someterán muy fácil, Isabel con sus piernas golpea el camarote, trata de gritar, muchos marineros observan lo ocurrido; pero prefieren descansar.
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Editado: 19.03.2024