Causa Perdida

Directo A Mi Solución.

Miro a mi madre que tiene una sonrisa en su rostro mientras me ve empacar. No puede ser tan malo.

Trato de que la mayor cantidad de cosas que sean posibles se acomoden en los pequeños espacios, he empacado suficientes blusas con mangas hasta un poco más abajo de los hombros de colores distintos, unas sin ninguna figura o dibujo, otras que si, otras más bien con frases. Tampoco podían hacer falta la mayor cantidad de shorts de jean. Mi mamá ha insistido en que empaque también trajes de baño y en que empaque también alguna “prenda más femenina”, no es que yo no use vestidos o faldas o cosas así, es que es un campamento, entonces, esa clase de prendas no van a ser necesarias, sin embargo, saco del armario mi vestido favorito color negro que me llega justo a la mitad de los muslos, que se puede ajustar hasta la cintura si se ata la tira que tiene pegada allí, yo siempre la ato dejando un moño en frente, justo en el medio. En la parte del frente no tiene ningún escote pero en la parte de atrás viene un escote en forma de “U” dejando al descubierto parte de la espalda y en el escote también vienen dos tiras con el propósito de que se aten.

— ¿Y una falda?— Pregunta mi madre y ruedo los ojos.

Busco entre las cosas del armario y veo allí mi saco color gris y el otro color negro, blanco y rosa, sin pensarlo meto los dos en la maleta, miro a mi madre de nuevo y recuerdo que estaba en mi armario en busca de una falda y no de un saco.

Me decido por la falda color azul eléctrico y suelto un suspiro cuando recuerdo que también quería llevar mallas deportivas, así que empaco tres, todas de color negro pero una con letras blancas a los lados.

Al fin.

— Bien, ya no más.— Digo después de empacar también los tennis necesarios y un par de sandalias “porque nunca se sabe” según mi madre.

— ¿llevas la ropa interior necesaria? ¿Y si te hace falta? ¿Llevas medias para los tennis? ¿Tu cepillo de...

— Mamá, llevo absolutamente todas mis cosas personales necesarias, creo que antes empaqué de más, no te preocupes.

— Summer ¿y para cuando estés en tus días?— Suena el timbre y sé que Emory se encuentra esperándome en la puerta de la casa. La amo más por haber aceptado sin problema el venir conmigo al campamento.

— Mamá, sabes que siempre estoy pendiente de esas cosas, ya había pensado en eso, cuando te digo que creo que empaqué de más es totalmente en serio... adiós.— Digo una vez me acerco para abrazarla.

— Tu padre está en nuestra habitación. Diviértete.

Una vez asiento con la cabeza voy a la habitación de mis padres para despedirme de John Lawrence, mi papá.

Logro llevar la maleta hasta la primera planta y abro la puerta para encontrarme con Emory concentrada en algún video que seguro encontró en Instagram, su app favorita, al igual que la mía.

— ¿cómo estás?— Sé a lo que se refiere.

— Ni estoy.— Emory suelta una risa pero después se pone seria de nuevo.— Pues... bien, más o menos, ayer me llamó su madrastra...

— ¿Para qué?— Interrumpe.

— No era su madrastra, era él.

— ¿Qué hiciste?

— Bloquear también a la madrastra. Bien, ahora tendremos que caminar hasta allí— Digo señalando la esquina que se encuentra diagonal a nosotras— Mi madre fue la que nos inscribió así que según lo que me dijo es que el bus que nos llevará es negro con verde y allí estará alguien al que le tenemos que mostrar esto— Digo mostrándole la pantalla del celular en donde aparece la confirmación de nuestra inscripción.

Solo espero que el campamento sea lo suficientemente interesante como para distraerme, esa es la razón por la que acepté venir, necesito algo de distracción.




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