Estoy por preguntarle el porqué de los tres pero Kenzie interrumpe.
— Bien. Summer, Emory, vamos, creo que tenemos que instalarnos bien en nuestra cabaña.
Emory y yo somos las primeras en levantarnos y esperar a que Madison y Kenzie lo hagan también.
— Cuánto quisiéramos darles de la mejor compañía, o sea, nosotros, pero, ya escucharon las reglas del campamento.— Dice Liam y Kenzie rueda los ojos mientras Madison lo ve con una ceja enarcada.
— Ya quisieras.— Contesta Kenzie.
— Liam dice la verdad y, por otro lado, tenemos cosas más importantes por hacer.— Apoya Jake.
— No sabía que jugar a matar muñequitos por medio de una pantalla es tan importante.— Comenta Kenzie y Jake sonríe para después levantarse y pararse frente a ella.
— Es tan importante como lo soy yo para ti.— Kenzie lo mira de arriba a bajo y después rueda los ojos, pasa por su lado para bajar de la tarima pero no sin antes empujar con su hombro a Jake.
— Me confundes, ¿no que tu juego es muy importante?— Contesta Kenzie a Jake y el comentario hace que sus tres hermanos exploten en carcajadas, pero, Jake les saca el dedo del medio.
— Ay no.— El pequeño comentario de Madison hace que todos giremos hacia dónde están puestos sus ojos.
Dos chicas de cabello negro caminan hacia nosotros con una gran sonrisa, al instante se vienen a mi cabeza Jessica y Raquel y confirmo que son ellas al ver la expresión de Madison y Kenzie, por otro lado, los chicos parecen que estuvieran esperando a que algo pasara.
— ¡Jake!— Casi grita una de ellas.
— Hey, Raquel.— Dice sin mucho ánimo el que en este momento parece querer desaparecer.
Sin esperar, las dos suben a la tarima y Raquel casi se lanza hacía Jake.
— Mason, cuando te canses de ella, sabes que aquí estaré.— No pasan ni cinco segundos cuando Mason tiene que sujetar a Madison de la cintura para que esta no se lance encima de la que supongo sería Jessica.
¿Mason y Madison son algo?
El ver esta clase de escena donde Mason defiende a la chica que al parecer le gusta hace que los recuerdos de Daniel me invadan y es por eso que no quiero que llegue la noche, tengo más tiempo para recordar todo eso y es donde mis lágrimas parecen estar más dispuestas a salir.
— ¿Ustedes no deberían estar conociendo el lugar?— Cuestiona Liam a las hermanas.
— Ya lo conocemos bastante, ¿no recuerdas que tu te encargaste de llevarme al bosque?— Contesta Raquel a Liam.
— Si, lo recuerdo, jamás había vivido tan mala experiencia.— Escucho como Madison ríe y a Emory que hace el intento fallido de no hacerlo, lo que para ella se convierte en su primer problema de las vacaciones aquí en el campamento.
— Tu...¿quien eres?— Pregunta Jessica.
— Emory.— Mi mejor amiga me mira y parece que Raquel lo nota.
— ¿Y tú?— Dice separándose de Jake para empezar a caminar hacia mi.
— No soy uno de ellos, no te importa.— Contesto y parece que mi respuesta le enoja, pero es la verdad.
— No importa, ninguna parece ser competencia— Dice Raquel viendo a Emory y después a mi, nos mira de arriba a bajo, lo que me causa gracia.
— Te aseguro que de mi cuerpo no va a salir un tercer brazo u otra cabeza— Le digo para que deje de mirarme como lo hace.
Escucho algunas risas pero parece que todos están a la expectativa de que ella diga algo, yo, en cambio, no sé de donde saco las respuestas, ella ni siquiera me ha hecho alguna cosa. Ni a mi, ni a Emory.
Antes de que Raquel o Jessica puedan hacer algún otro comentario, paso por el lado de Raquel para bajar de la tarima y detenerme junto a Kenzie esperando a que Emory y Madison también vengan con nosotras.
Después de dejar a los cuatro hermanos con las dos hermanas, cada una se lanza dramáticamente encima de la cama correspondiente.
— No puedo creer que sea el último día con mi celular.— Comenta Kenzie.
— ¿Qué?— Dice Emory quedando sentada encima de la cama.
— Los padres de los Ainsworth se encargarán de recoger los celulares hoy en la noche, pero, los entregarán cada día en la noche durante una hora y vuelven y los piden.— Explica Madison.
— Me quitarán mitad de vida.— Exagera Emory y yo ruedo los ojos.
Mientras Emory sufre, a mi me parece un alivio, al fin y al cabo vine para alejarme de la mayoría de las cosas que puedan recordarme a Daniel.