El sol me está pegando en la cara. Estamos en pleno Agosto y el verano está en su máximo esplendor. Me quito el cabello de la cara con una cola alta. Dirijo mi mirada hacia las maletas recostadas en mi habitación.
Hoy es el día. Es una decisión arriesgada. Pero tengo que demostrar y demostrarme a mi misma que puedo.
Me recuesto por última vez en mi cama, la extrañare, al igual que los recuerdos de mi adolescencia, malos y buenos momentos, juegos, peleas y risas con mis hermanas. Las extrañaré muchisimo.
Me siento muy emocionada, pero a la vez triste.
Me levanto de un salto, y agarro mis maletas y mi mochila. Le doy un último vistazo a mi habitación. Sonrio, es hora de crecer.
Bajo las escaleras. Escucho a mi mamá tararear una canción en la cocina, y el sonido del carro en la entrada. Mis hermanas ya están listas. Me acompañarán al aeropuerto. Miro a mis hermanas, Eleonor y Elizabeth, Eleonor ya tiene 16 y Elizabeth cumplió 13 hace un mes. Físicamente nos parecemos un poco, Mi familia siempre decia que Elizabeth se parece más a mi, es una mini yo.
Mi mamá sale de la cocina con una bolsa de galletas caseras bastante grande, es para el viaje. Me encanta como cocina, extrañaré mucho su comida.
-Chicas ¡Ya es hora! - Grita papá desde afuera, A veces pienso que mi papá es la persona más noble y trabajadora que he conocido, Recuerdo cuando tenia 10 y decidimos mudarnos a los Estados Unidos, fue una decisión complicada, pero él dió todo de si, para que tuviéramos un mejor futuro, Ya en mi país la situación económica era muy complicada, Venezuela-
-Ya vamos papá - Exclama Eli- Apurense chicas, Emma llegará tarde a su vuelo, Eleonor tarda mucho en el baño, es por su culpa mamá.
Caminamos hasta la salida, ya mi papá ha subido mis maletas a su auto. Solo llevo la mochila en mi espalda. Recuerdo que me la regaló hace dos navidades. Y es preciosa, además es mi favorita.
Subimos con rapidez al auto, y nos reímos al ver la cara de fastidio de papá.
Mi papá empieza a conducir, y yo miro a mis hermanas, Elizabeth le golpea el brazo a Eleonor, y rie. Eleonor la fulmina con la mirada, pero luego suelta una gran risotada, Elizabeth suele ser bastante Inquieta, Tenemos una buena relación de hermanas. Solemos cuidarnos mutuamente.
Recuerdo el primer dia de clases, cuando nos mudamos, era muy difícil adaptarnos, ya que no sabiamos bien el idioma. Se nos complicaba bastante, pero luego nos inscribieron en clases de inglés como curso extracurricular. Y con el tiempo, ya lo dominabamos. Pero la primera en dominarlo fui yo, porque me gusta aprender idiomas y siento mucha motivación al hacerlo. De hecho hace 4 años después de tanto insistirle a Rose, aprendí italiano, lo cual era necesario, siempre que iba a su casa escuchaba frases y me dejaban desconcertada.
No me habia dado cuenta de que ya estabamos en el aeropuerto así que bajo junto con mi familia y vamos a hacer lo necesario para poder subir al Avión. Dos horas muy largas, lo admito. Mientras esperábamos mi vuelo, revisaba mis redes sociales. Y le escribía a Rose, es mi mejor amiga y es sólo un año mayor. Ella se regresó a Italia hace casi más de un año. La conocí mi primer año viviendo aquí, una hermosa italiana de rizos rubios que se convirtió en mi vecina. Fue la primera amiga que tuve y siendo honesta creo que la única. Le tengo muchisimo aprecio. Me quedaré con ella en Italia, después de tanto insistir lo logró y la verdad me hace mucha ilusión volver a verla.
Está más emocionada que yo, cada noche me llama para contarme los detalles de cómo está preparando la habitación en la que dormiré, es muy enérgica aunque un poco sobreprotectora, no iba a dejar que viviese sola y siendo honesta tampoco creo que mis padres ni los suyos lo permitieran.
Sus papás son como mi segunda familia, siempre me han tenido como una hija, la señora Chiara le encantaba hablar conmigo, decía que era una niña muy conversadora, algo que a algunos volvía locos, ella lo amaba. Y Rose no se quedaba atrás, ambas hablábamos hasta por los codos, creo que por eso siempre fuimos muy unidas.
Escucho como anuncian mi vuelo. Llegó la hora. Me levanto y miro a mis padres. Ellos han sido muy comprensivos conmigo, entienden que quiera superarme. Y eso lo aprecio muchisimo.
Cuando volteo a ver a mis hermanas ellas se lanzan contra mi y me dan un gran abrazo, al cual rápidamente se unen mis padres. Mi papá, Leonardo, me da un beso en la frente y mamá me da un apretón en la mano, demostrandome de forma silenciosa lo difícil que es para ellos. Las lágrimas amenazan con salir, oh no. Suelo ser muy sentimental. Mis papás les cuesta dejarme ir, soy su primera hija, sin embargo confían en mi, y eso lo aprecio más de lo que puedo llegar a expresarlo.
-Los amo, mamá, papá tranquilos vendré para navidad.
Les saludo ya con la mochila en la espalda y me dirijo a mi nuevo destino.
Reviso mi ticket, asiento 12B
Todo está por cambiar.