Al entrar en la pirámide invertida Elián sugirió ir a uno de los pisos superiores debido a que recordó la existencia de un viejo local de antigüedades, y le pareció que ese sería un buen lugar para buscar un antiguo y valioso tesoro como lo era la reliquia del poder. Mientras caminaban, Luka y Metztli, contemplaban maravillados el interior de la pirámide. Si bien todo era color tierra, lo que proporcionaba belleza al recinto eran las grandes estatuas que yacían entre los pasillos y los llamativos dibujos y símbolos inscriptos en las paredes.
—Es increíble que este lugar haya sido un mercado, sino no nos lo hubieras dicho creería que se trataba de un palacio —mencionó Metztli impresionada— ¿Por qué cerró?
—Lo sé, es bellísimo. —Respondió Elián—. En sus mejores días apenas se podía caminar de lo concurrido que llegaba a ponerse, era un buen sitio para pasar el rato … Cerró debido a que los vendedores no podían vender lo que no tenían, ya sabes por la escasez de recursos y eso.
Al instante se produjo un silencio incomodo, a nadie le gustaba hablar de la nefasta condición provocada por la guerra. Ante la situación, Luka desvío el tema de conversación entorno a las paredes de la pirámide.—. Estos dibujos son muy interesantes, leí que fueron inscriptos por los primeros habitantes de Celestia, para ellos tenían un significado pero esa información se ha perdido con el tiempo, actualmente nadie sabe lo que significan… Aunque este dibujo de aquí parece ser solo una mancha de pintura púrpura —Comentó deteniéndose para apuntar a dicho dibujo, Elián rápidamente se acercó.
Al ver el dicho “dibujo” la felicidad se hizo presente en su rostro — ¡Sigue allí! —Exclamó— Esa mancha la hice yo cuando tenía unos cuatro años.
—No me sorprende —dijo Metztli mirando la mancha.
—Si, verán —prosiguió Elián reanudando el paso— mi mamá tenía un puesto aquí, vendía vestidos, túnicas y alfombras hechos por ella misma y debido a que ninguna persona estaba dispuesta a cuidarme me traía con ella. Un día me aburrí, así que tomé algo de dinero y me escabullí para ver que vendían los otros puestos, termine comprando un bote de pintura, sin embargo, no me alcanzó el dinero para comprar hojas, entonces mire la pared completamente despejada y dije ¿Por qué no? Apenas comenzaba a pintar cuando mi mamá corrió hacia mí terriblemente asustada por mi desaparición.
—Algo me dice que no es el único susto que le diste a tu madre —intervino Metztli.
—Estás en lo correcto… recuerdo que papá se molestó más por mi travesura que el gerente del mercado, mi castigo fue limpiar la pared que manche,sin embargo, nunca se pudo borrar.
—Habiendo conocido a tu padre ya me imagino cómo reaccionó —añadió Luka asustado.
—Si, ese no es un bonito recuerdo...por cierto, me disculpo por la actitud de mi padre hacia ustedes.
—No te preocupes Eli. —Contestó su amiga—. Tuve una sensación muy rara cuando vi a tu padre, quiero decir, son prácticamente idénticos físicamente hablando pero su personalidad es tan distinta, fue como si viera una versión seria y ceñuda de ti… simplemente fue raro.
—¡Ja! —Rio el chico— lo sé ¿te imaginas a mi siendo así? pff... sería aburridísimo. A veces pienso que por ser el más parecido a él tiene mayor expectativas en mí, aunque puedo estar equivocado. Sé que solo quiere lo mejor para mi, no obstante, sería bueno que apoyara mis sueños…. —Dijo en voz baja—. Por eso, cuando la guerra termine empezaré a vivir por mi cuenta haciendo lo que amo, será difícil pero es un riesgo que estoy dispuesto a tomar.
—Admiro tu perseverancia Eli —reconoció Metztli.
—¿Y qué harás? —Preguntó Luka curioso.
—Primero haré libros ilustrados para ganar dinero, después empezaré a tomar clases de teatro y de guión, finalmente haré mis propias obras, quizás incursione en el teatro musical o en la producción de películas animadas, ¡hay tantas cosas que quiero hacer! —Mencionó entusiasmado.
—Todo eso se escucha muy interesante —comentó Luka alegremente.
—¿Y qué hay de ti Luka? —Interrogó Metztli.
—¿Qué hay de qué?
—Bueno, cuando todo termine yo reanudaré mis estudios de medicina, Elián explorara sus sueños y tú … ¿Qué harás?
Luka se quedó en blanco ante la pregunta, ¿Qué haré cuando la guerra por fin se termine?, pensó consternado.—. Yo… nunca había pensado en eso.
—Oh… en ese caso, pensemos —intervino Elián— ¿Qué te gusta hacer?
El joven meditó unos segundos su respuesta. —. Pues… me gusta ayudar a mi mamá con su jardín, desafortunadamente soy alérgico a las flores, me gustaba darle clases a los niños de mi planeta y también disfruto leer con mis hermanos.
—Mmmh… me parece que serías un buen profesor —opinó Metztli.
—¿Profesor?
—Si, Mel tiene razón, sabes mucho sobre los planetas y otras cosas, ser investigador también podría funcionar… lo tengo ¡profesor investigador!
—Podría ser una opción —murmuró animado, plantearse una meta a futuro lo hizo sentir cómodo, aunque tendría que pensarlo seriamente.
Subieron un par de pisos más, Elián se emocionó cuando estaban por llegar al local de antigüedades. —Vengan chicos, está por aquí—. Comentó adelantándose al lugar el cual quedaba en el siguiente pasillo a la izquierda. No pasó de un segundo desde que se adentro al pasillo cuando regresó agitadamente hacia sus amigos y un fuerte ruido, similar al azotar de una puerta, retumbó por toda la pirámide.