Minutos antes de que la emperatriz sorprendiera a Metztli y Elián ayudando a soldados galanight, los chicos dentro de la mina se encontraban cara a cara con la enemiga del Imperio, Halley Haggerstone. La mujer de estatura promedio los examinaba meticulosamente mientras permanecían juntos y en profundo silencio, Alain ocultaba la reliquia tras su espalda.
Advirtiendo la desconfianza de los jóvenes exhaló desanimada.—Por la energía recelosa que emanan deduzco que son soldados imperiales —apuntó retirando con delicadeza la capucha oscura que cubría su corta cabellera ondulada color azabache y su rostro blanco como la nieve.—Tranquilos, pese a que tienen consigo la reliquia lo último que deseo es hacerles daño —señaló con apuro.
Luka la miraba confundido «¿Qué quiso decir con “por la energía que emanan”? ¿Acaso no puede vernos? Sin embargo, tuvo que haber visto la reliquia....es muy raro» pensó manteniéndose a la expectativa.
Halley tenía una marcada expresión de tristeza y preocupación.—Entiendo que soy la persona en la que menos confían, pero si me escuchan podrán darse cuenta de que varias cosas no son lo que parecen ser, el origen de la guerra es distinto a como se los han contado por años, recuerdos borrosos e información ambigua, todas esas inconsistencias se las puedo responder si vienen conmigo —suplicó con entristecedora desesperación.
Sus palabras tuvieron un gran impacto en Luka y Alain quienes se mostraron profundamente interesados por lo que tuviera que decir, no obstante, Diana estaba furiosa.—¡Silencio! ¡Solo intentas manipularnos para hacerte con la reliquia y no permitiré que alguien tan frívolo y sanguinario se la quede! —gritó dispuesta a atacar, pero fue tenida por el brazo libre de Alain.
—Diana, le pido que le permitas explicarse —mencionó sereno, su actuar capturó la atención de Halley.
La joven frunció agriamente el entrecejo, parecía ofendida.—¡Por supuesto! Prepararé el té y las galletas —bufo con ironía.
—Esa aura... —murmuró la mujer enmascarada causando que los chicos voltearan a verla—, ¿Cómo es que no me di cuenta antes? —declaró acercándose a Alain, el joven se mantuvo calmado al tenerla de frente; el acercamiento de la líder galanight hizo retroceder a Diana sobresaltada mientras que Luka se colocó al lado de su amigo.
—¿Disculpe?
—No hay dudas, realmente eres tú —dijo llevándose ambas manos a la boca, parecía que lloraría de la emoción—. ¡Gracias a Celestia! Te hemos buscado por años, pero Nuria siempre encuentra la manera de mantenerte oculto.
Al capitán le sorprendió la certera observación y el hecho de que estuviera buscándolo, en su cabeza comenzaron a formularse cientos de preguntas que anhelaban una respuesta, pero debía mantenerse sereno y evitar dejarse llevar por sus impulsos.—Si, es cierto...sin embargo, pese a que estoy en contra de la ideología de Nuria tampoco se si puedo fiarme de usted, desconozco quién eres y lo que pretendes lograr con esta guerra.
Halley parecía esperar esa respuesta.—Lo sé, pero juró por la galaxia que no soy la persona que les han hecho creer —a cada palabra la confusión de Luka aumentaba, por un lado se aferraba a la magnanimidad del Imperio, pero por el otro recordaba la condición de los albergues, la pérdida de memoria en algunas personas y la reciente visita a su madre, y para empeorar las cosas Halley tenía la pinta de ser una persona apacible en vez de una despiadada asesina.—Puedo asegurar que además de estar en contra de los objetivos de Nuria debes sentir un profundo temor hacia ella, no quiero ni imaginar los tormentos por los que te ha hecho pasar —mencionó con voz quebradiza, Alain lentamente abandonó su serenidad para dar paso a una expresión que combinaba el asombro con el terror.—Por favor, confíen en mí y vengan con nosotros, prometo explicar todo...estarán a salvo...te lo imploro ¡Es lo que Charlotte más hubiese deseado!
Aquel nombre hizo palidecer por completo el semblante de Alain hasta el punto de quebrar su compostura.—¡Basta, no iremos! En verdad me tienta la idea de escapar y obtener respuestas, y tampoco deseo que el Imperio se quede con la reliquia —volteo a ver a Luka quien lo miraba desconcertado, enseguida, regresó la vista al frente—. Sin embargo, es inútil escapar, ella puede rastrearme y no le importa recurrir a las más bajas acciones con tal de llevarme de regreso, sería poner la vida de inocentes en riesgo, el solo hecho de hablar con usted es peligroso.
—Con mayor razón debes venir conmigo, vamos a protegerte.
—¡Es demasiado arriesgado no solo para mi sino para ellos!
Desde que derrotaron a sus réplicas se había percatado que la extraña magia que bloqueaba parte de sus poderes se había desvanecido, por lo que empezó a preparar su mejor hechizo sin importarle el agotamiento que pesaba sobre su cuerpo.—Además, mi sentir hacia el ejército galanight aún es confuso y no puedo volver a confiar ciegamente en alguien que jura protegerme.
—Entiendo tu temor, pero si tan solo…
—Lo siento, pero no podemos irnos ni mucho menos darle la reliquia, conoces lo que ella es capaz de hacer y porque es imposible escapar —interrumpió extendiendo su brazo libre a la vez que se apartaba de ella.
Halley avanzó hacía él intentado detenerlo.—¡Espera, Ra…!
En ese instante un portal se abrió bajo los pies de la misteriosa mujer haciéndola caer en otro punto de la galaxia desapareciendo de su vista en un parpadeo. Tras el hechizo Alain comenzó a toser con pesadez.