Capítulo 38:
Descendencia
Dess
El lugar de encuentro es una habitación en la enfermería, puesto que los sanadores se han negado a dejar ir a Gabriel a su habitación, por el hecho de que si se presenta alguna eventualidad él no se tomará el tiempo necesario para su completa recuperación. Aunque en un principio los arcanos tuvieron recelo con la procedencia de él, ahora las cosas han cambiado poco a poco, la vida de todos ha tomado giros inesperados, y la del demonio más aún. Él se podría convertir en una ficha importante en esta guerra.
La única camilla del cuarto ocupada por el demonio que tiene un semblante terrorífico, la pérdida de sangre lo hace parecer un cadáver, él que de por sí es blanco ahora se ve cadavérico, algo así como el aspecto que tenía yo cuando llegué aquí. Como recién levantada de la tumba. Una risita intenta escapar de mis labios, pero la contengo, últimamente he comparado mucho mi llegada con el presente.
Escucho desde la puerta como se dieron los hechos con respecto a las damas del infierno y la presencia del desertor. Las celestiales que se han unido a los rebeldes pueden deshacer las protecciones de los argeles, algo así como tirar a la basura todo el trabajo que se ha estado haciendo en las localidades para cuidar a las personas.
Sí se lo proponen nos harían la competencia con los sellos, lo que me lleva a pensar, ahora que han regresado a este mundo dudo que sigan teniendo la bendición del arcángel que en un principio los eligió, pero quizás lo tengan de un demonio.
Ellos dos podrían estar representando a dos importantes demonios, y debemos descubrir quiénes pueden ser. Ya no me preocupa tanto que haya abierto las puertas, sino que terminen por darle paso a alguna criatura que no podamos controlar.
—¿El chico tenía alguna marca en su cuerpo parecida a la que llevamos nosotros? —todos se giran a mirarme, ninguno se había dado cuenta de mi llegada.
—¿Estás bien? —pregunta Gabriel.
—Sí, lo que sea que estén planificando voy con ustedes —doy un paso al interior de la habitación. Erick abandona su lugar a un lado de la camilla para cerrar la puerta.
—Todavía no tenemos nada en concreto, analizábamos las habilidades del celestial rebelde —explica Erick volviendo a su lugar.
—¿Entonces? —digo para que alguien responda a mi pregunta.
—Sí, tenía como un sello en la piel —responde Dimas.
Se ha cambiado de ropa, y seguramente durmió un poco mientras estuve dando mi extenso paseo. Romina no se encuentra en la habitación, es extraño.
—Es posible que sus habilidades provengan de algún demonio de alto rango, algo así como los arcángeles con nosotros —digo cruzada de brazos. Eso explicaría muchas cosas y también saca a relucir problemas a largo plazo. Ellos murieron como celestiales, se supone que regresarían a este mundo bajo el sello de un arcángel, pero sus decisiones pudieron haber cambiado las cosas. Los sellos siempre han estado custodiados por seres celestiales, pero ahora podría pasar a ser de los generales del infierno, y si eso pasa ya no habrá forma ni manera de cerrarlas—. ¿Dónde dejaste a Romina?
—Dormida, tuve que suministrarle un té de hierbas en contra de su voluntad. Ella necesitaba descansar, sintió la presencia de la madre de Santiago y quiso ir en su búsqueda para enfrentarla —explica él—. Tenemos como una hora más antes de que se despierte. Si decidimos hacer algo, ella no vendrá con nosotros.
Puedo percibir el miedo en sus palabras. Ahora cada paso que demos tiene que ser muy bien pensado, no podemos exponer a ninguna otra persona que pueda ser reclamada por las tinieblas por los medios no convencionales. Los demás están de acuerdo, ya perdimos a dos vampiros no necesitamos más muertos de nuestro lado. Aunque a ella no le va a gustar para nada que la excluyamos, es lo mejor.
No serás la próxima Romina.
—¿En qué piensas? —pregunta Gabriel sacándome de mis pensamientos.
—En que tenemos que recuperar esos dos sellos abiertos como sea —digo segura de que nuestros problemas se triplican con cada segundo que pasa.
—Cuanto antes mejor —comienza a decir Gabriel, se mueve hasta quedar sentado en la camilla. Sus movimientos son delicados, aprieta los labios conteniendo el dolor. No está nada bien—. Ellos quieren eliminarlos a todos ustedes, para poder reemplazarlos. No estoy seguro de cómo, lo que si es que ha habido muchos celestiales a lo largo de los siglos que aún están atrapados en el infierno, por las razones que sean siguen estando allí.
El rumbo que ha tomado esta conversación me da muy mala espina y tanto Leonardo como Erick se ven inquietos a un lado de la camilla.
—Entre la poca información que se ha podido recolectar—explica Sandra que estableció fuertes lazos de afinidad con él, ninguno de los dos ha hecho público los términos de su relación, sin embargo, es bastante notorio y evidente que hay mucho más que un trabajo en equipo. Ella siempre tuvo interés por el demonio, aun cuando desconocía sus orígenes. Aun sabiendo lo que es, la manera en que sus ojos se iluminan cada vez que lo ve es un reflejo de sus sentimientos—. El príncipe de las tinieblas se prepara para gobernar sobre la tierra. También se dice que ya ha elegido a cinco celestiales entre aquellos que se dejaron seducir por sus promesas en el pasado.
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Editado: 27.07.2021