Cenizas de amor

Capítulo 39

Después de dos semanas me dieron por fin el alta, mi hermosa niña ya me esperaba en casa desde hace días y mientras Will me cuidaba en el hospital, mi suegro se hizo cargo de la empresa y mi suegra junto con Davet cuidaron a mi princesa.

—¿Recuerdas que quería instalar un elevador por el embarazo?

—No me digas qué...

Se río con inocencia y yo rodé los ojos soltando un suspiro.

—Ahora tu cuerpo es débil, incluso el doctor sugirió que no subas muchas escaleras ya que te cansaras mucho más rápido.

—Si, ya entendí.

Beso mi mejilla e hice una mueca. Llegamos a casa y con cuidado baje del auto. Will está más atento que antes y cuida mucho mi alrededor. Incluso escuche que tendré más seguridad de ahora en adelante.

Apenas puedo con dos personas a mi sombra, ¿Cuántas más incluirá?

—¡Mamá!

Davet corrió a mis piernas y lo recibí con una gran sonrisa.

—Ya estoy en casa mi amor.

Lo abrace e intente cargarlo, pero al saber que mis brazos no cuentan con esa fuerza solo seguí abrazándolo.

—Mamá mi hermana es muy linda, ayer la abuela me dejo darle de comer.

Mire hacia adelante donde está mi suegra, me sorprendí cuando la llamo abuela, pero logre ocultar mi sorpresa.

—Bienvenida Mara, en verdad me alegra tu recuperación.

—Muchas gracias señora Portman.

—Con Eve está bien.

—Si, muchas gracias Eve.

—Mamá, gracias por tu ayuda.

—No hay nada que agradecer, se trata de mi hijo, mis nietos y mi nuera. A pesar de que tu padre y yo estamos separados, seguiremos viendo por la familia en momentos cómo éstos.

Creó que lo único pósito que salió de todo esto, fue que Will y Ela tuvieron un gran acercamiento con sus padres y su relación se recuperó. La señora Portman y el señor Rosen también pusieron mucho de su parte y lograron hablar sus diferencias y llevarse mejor por el bien de sus hijos.

Sinceramente me alegro, ya que Will necesitaba todo el apoyo de su familia en todo el tiempo que estuve inconsistencia y también debido a que no podía hacer a un lado la empresa y descuidar el cuidado de su hija.

Por otra parte, a pesar de que Ela ha tenido un gran avance contra sus adicciones, el apoyo de sus padres también es necesario para poder seguir y no recaer más. Ela ya fue dada de alta, pero el riesgo sigue y seguirá siempre.

—Estaré unos días más y después volveré a España. Por el momento mi asistente se está haciendo cargo de algunas cosas con el negocio que estoy iniciando, pero en cualquier momento colapsara y podría afectar el avance que tenemos.

—Si, está bien madre.

—Ya le dimos su comida a la niña y ahora está en su cuna durmiendo.

—Gracias Eve.

Mi suegra sonrió y miro a Davet.

—Vamos a hacer galletas Davet, tus padres necesitan ver a tu hermana y descansar un poco.

—Si, mamá descansa bien.

Bese su mejilla y corrió para tomar la mano de Eve.

—Sorprendente ¿Verdad?

—Un poco, pero me alegro mucho que se lleven bien.

Caminamos hacia las escaleras ya que en un lado está el elevador que instalo. Subimos y no pude evitar reír un poco.

—Deja de reírte que me siento como un payaso.

—No lo eres, lo instalaste pensando en mi salud. Gracias. Solo que de alguna manera me dio risa.

Bajamos y ahora vamos a la habitación, entramos en la habitación conjunta que es la de mi princesa y nos acercamos a la cuna.

—Es hermosa— asentí a las palabras de Will.

Mi princesa vestía un mameluco rosa, y dormí plácidamente. Es hermosa.

Will me llevo hacia la cama y nos recostamos, estuvimos viéndonos un largo rato e iniciamos una conversación.

—Mientras estuve inconsciente soñé varias cosas.

—¿Cómo cuáles?

—Nuestro primer encuentro— Will sonrió —¿Lo recuerdas?

—Fue en la apertura de la cafetería donde Alice y Axel participaron. Tu llegaste con un bebe saludando a Alice cuando tropezaste, entonces mi cuerpo se movió solo y te sostuve.

—Fue gracioso, en ese momento dijiste que no querías ser niñero y días después cuidaste de Davet mientras yo resolvía unas cosas.

—Me abandonaste con un bebe ¿Como pudiste hacerlo?

—Pensé que si eres amigos de Alice estaría bien, además no lo hiciste tan mal.

—Mara estaba desesperado, Davet comenzó a llorar cuando despertó, sino fuera por la anciana que pasaba y me vio desesperado, nunca hubiera sabido que una forma de calmar a un bebe es caminar mientras lo arrullas.

—Jaja es lo básico.

—¿Y cómo podría saberlo en ese tiempo?

—En tu tiempo de jugador— cerro la boca y me reí —¿Te comió la lengua el ratón?

—Sabes que es incómodo, en ese momento solo disfrutaba mi soltería jurando que nunca me enamoraría.

—Oh sí que la disfrutaste. Siempre te encontraba coqueteando, a por cierto ¿Me disculpe por haber arruinado tu conquista cuando nos encontramos una noche y la chica pensó que eras un padre irresponsable?

—Lo hiciste más de 100 veces— contesto en un suspiro y yo reí —Deja ese chiste atrás.

—Fue divertida esa época.

—Si un poco y entonces llegaste a mi vida.

—Fui como un desastre natural para ti— nos reímos —¿De verdad nunca te habías enamorado?

—Hmm, tuve algunas novias en el colegio, pero nada serio.

—¿Y cómo supiste que yo era especial?

Se quedo unos segundos en silencio y cuando se sintió listo hablo, pero con vergüenza.

—¿Recuerdas que te dije una vez que fuiste a mi departamento que en mi habitación solo entra la que limpia y yo?

—Si.

—¿También recuerdas que te dije que en el cuarto extra es donde me la paso con mis conquistas?

—Si lo recuerdo...

Lo sabia

Mordí mi labio y cerré mis ojos sintiéndome avergonzada.

—Hace 6 años cuando pasamos la noche juntos, no quise llevarte a ese cuarto y te llevé al mío. Además, me preocupé mucho de hacerte daño y me sentí realmente feliz. Cuando desperté, acepte que realmente eres especial y me asuste.



#2749 en Novela romántica

En el texto hay: romance, drama, mama

Editado: 18.09.2021

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