Todavía recuerdo aquellos momentos de mi infancia como si fueran ayer. Mamá solía decirme que el día en que nací fue un día deprimente, donde grisáceas nubes cubrían el cielo. La lluvia de una tarde veraniega estaba presente ese día mientras mi padre esperaba, impaciente, el día de mi nacimiento. Algo que papá y yo tenemos en común es haber nacido en un día obscuro, sólo que él nació en un momento lleno de tensión mientras que yo nací en un momento donde reinaba la paz. Todavía papá se pregunta si él estaba destinado por las circunstancias de la vida a convertirse en un hombre algún día, rehacer su vida alejado de sus amigos, familiares y del pueblo que tanto lo amo y lo quiso. Nací en San José, en un pequeño país de cuatro millones de habitantes llamado Costa Rica. Mis padres eran extranjeros, por un lado, mi papá era de Lima Perú, mientras que mi mamá de Nicaragua; ambos por el mismo objetivo de dejar el país que tanto amaban en busca de una nueva meta y de crecer como personas. De alguna extraña manera no sé por qué, pero siento en el fondo que mis padres estaban destinados a conocerse.
Cuando era pequeño, mi padre ponía música en la sala. Tenía una gran colección de casettes con varias bandas de los años ochenta que había grabado de varias radios independientes de su país. Hizo una gran colección de casetes los cuales más tarde, terminarían en una gran estantería junto con varios CD de bandas alternativas como The Charlantans o Blur. Él iba y colocaba un disco de los que había comprado y se quedaba sentado o si no, bailando, recordando sus viejos tiempos. Fue allí cuando supe lo que era el New Wave.
Cuando tenía ocho años de edad, en la escuela, estaba comenzando a introducirme en el New Wave. Tenía una gran carpeta en mi celular Nokia de bandas de rock como lo era The Beatles, Queen y entre otras. Sin embargo, me fui encariñando mucho más de las bandas británicas de Sophisti-Pop de finales de los ochentas como lo eran Johnny Hates Jazz, Swing Out Sister, Level 42 o varias de estas bandas de Reino Unido. Durante esa época, también fui conociendo a las primeras bandas de New Wave gracias a los DVD que tenía mi padre que incluían distintas presentaciones de bandas como: Culture Club, Talk Talk, Frankie Goes To Hollywood, Duran Duran, A Flock Of Seagulls, Stray Cats, Fun Boy Three, The Boomtown Rats, Pretenders, entre otras. La primera vez que los escuché, tuve una emoción que no sabría describir, con ese sonido absurdo o si no verlos tocar con excesivo maquillaje y esas voces sofisticadas que los hacían únicos, era como si vieras el futuro del mundo dentro de los años ochenta.
Sin embargo, hubo dos etapas en mi vida que las considero importantes y las cuales me dieron razón para escribir este libro. La primera fue cuando tenía los diez años de edad, donde comencé a conocer la música disco y a partir de ahí empezó a interesarme toda la música negra de los años setentas. Me adentré mucho en artistas de máximo prestigio como lo eran Barry White, Donna Summer, Chic, Sylvester, Diana Ross y entre muchos otros artistas. Temas como I Feel Love de Donna Summer o You Make Me Feel de Sylvester me hicieron comprender una pequeña base del New Wave. El segundo momento, lo viví en la adolescencia. Aquella etapa fue un momento importante para mí. A veces, me sentía como si tuviera a muchas personas a mi lado, pero a la vez sentía que no estaba más que en mi propio mundo, aislado del resto donde era feliz entre yo y la música. Había dejado la música más alegre y vibrante de artistas como Culture Club, ABC, A Flock Of Seagulls a algo más experimental y adelantado a su época. Comencé a conocer bandas como Joy Division, Public Image Ltd, The Cure, The Smiths o Siouxsie And The Banshees, adentrándome mucho más en las canciones con letras existenciales o los temas mucho más depresivos. Era gracioso porque cada vez que alguien se acercaba para mirar qué era lo que estaba escuchando, les pasaba un audífono de mi celular y decían «¿Qué carajos es esto?».
Me fui adentrando a todo lo que era música independiente, con bandas de No Wave como Swans o Sonic Youth, aprendiendo gracias al movimiento lo que fue el Shoegaze con My Bloody Valentine, Slowdive, Ride o Lush. También fui conociendo todas las bandas de indie pop de los ochentas como The Stones Roses, Happy Mondays, The Housemartins y muchas otras más. Con el pasar de los años, tenía un problema en mi adolescencia y era que, a diferencia de mi niñez, no supe seguir una línea musical sobre lo que en realidad me gustaba, ya que, conforme conocí a cada una de estas bandas, comencé a seguir distintos géneros musicales que iban mucho con la música Underground o indie; fue ahí cuando conocí a The Velvet Underground. La portada del álbum The Velvet Underground And Nico (1967) con un plátano dibujado al estilo arte pop por Andy Warhol, comenzó a llamarme la atención. La primera vez que los escuché con temas como «Venus In Furs» o «Heroine» mi reacción fue de «¿Qué es esto?». Sin embargo, notaba la gran influencia que había de esta banda en nuevas generaciones de adolescentes queriendo formar una banda como fue el caso de Joy Division, The Smiths, Ultravox, o Squeeze.
Portada del álbum de The Velvet Underground And Nico, dibujado por Andy Warhol. La cáscara en realidad era una pegatina que, al quitarla, era la rebanada del plátano en color rojo.
Cuando terminé de escribir mi primera novela La Medicina Del Dolor, al siguiente año en 2021, comenzaba a escribir varias ideas que se me venían a la mente y comencé a crear preguntas dentro de mi cabeza. Fue entonces cuando me decía a mí mismo «¿Qué tiene que ver una banda electrónica como The Human League con una Ska como Madness?» «¿Acaso el New Wave no es un género, sino un movimiento complejo que ha sido debate entre historiadores?»; justo aquí, fue cuando decidí escribir un libro dando mi opinión al respecto. Tal vez algunos lectores no estén de acuerdo con lo que he escrito de cada una de las bandas en este libro, pero esta es una historia donde comparto mi opinión personal o tal como el título de mi libro lo describe «una historia que explica la visión mía sobre el New Wave como género y movimiento cultural» mediante un análisis más amplio de cada uno de los álbumes y canciones de las bandas más importantes. Una historia inspirada en la vida de mi padre y cómo gracias a él conozco el New Wave, que ha sido un movimiento que ha marcado mi infancia durante varios años hasta ahora.