Charles

CUERVOS

Un nuevo dolor en el corazón de Charl lo despierta de su inconsciencia, sólo para descubrir que se encuentra encadenado de pies y manos, en lo que parece ser un desierto, lo único con vida son un par de cuervos posados en una roca.

Con todas las fuerzas que le quedan trata de levantarse, pero el peso de las cadenas se lo impide, lo más que puede es quedarse de rodillas.

—¡Maldito gato! ¡Me engañaste! ¡dijiste que me sacarías de este lugar! — grita desesperado.

—El trato fue sacarte del espejo — se escucha la voz del gato, aunque parece que está llega de todos lados —donde llegues no es asunto mío, pero como siempre, sí me necesitas, ya sabes cómo llamarme.

Después de eso, lo único que se escucha son los graznidos de los cuervos que lo observan de forma insistente.

— Y ustedes dos ¿cuál es su papel en este extraño mundo que solo me tortura? — rompe el silencio el cautivo.

— Mira Deimos, el humano se dignó a dirigirnos la palabra — habla uno de los cuervos.

—Bueno, ya sabemos que puede hablar y además nos ve, creo que es momento de presentarnos, hay que ser educados querido amigo — contesta el otro.

—Está bien — dice el primer cuervo — como ya oíste, mi amigo se llama Deimos y mi nombre es Fobos, nuestro trabajo es mostrarte tu naturaleza, así que para comenzar responde ¿Quién eres?

— Me llamo Charl… Charl… maldito gato no puedo pronunciar mi nombre completo.

Ambos cuervos graznan simulando una macabra risa —¡El gato lo engatusó! — gritan ambos al mismo tiempo. 

—Pero yo no pregunte tú nombre —agrega Fobos — pregunté ¿Quién eres?

—Soy un gran escritor…… comienza a decir Charl, pero es interrumpido por Deimos.

—Mira, mi amigo no preguntó qué haces, además, es obvio que deseas dedicarte a escribir, si no, de nada te sirve estar en este lugar.

El prisionero queda en silencio, no sabe qué responder y agacha la cabeza, mientras las cadenas lo jalan hacia atrás obligándolo a caer de espaldas.

—No sabes quién eres, pobre escritor de mala pinta, — dice Fobos — Deimos, ya sabes que hacer — ordena y la otra ave levanta el vuelo para posarse en el pecho de Charl.

Sin decir más usando pico y garras, comienza a desgarrarle la piel hasta que queda expuesto el corazón del hombre.

—Este corazón es de cristal, pocas veces vemos uno así por estos lugares ¿quieres verlo aspirante a escritor?

Mete el pico en la abertura que muestra el órgano vital y de un tirón lo desprende del pecho, el dolor es indescriptible pero la víctima no muere, el cuervo levanta el corazón dejándole ver una terrible verdad.

 Una imagen se forma en la superficie del órgano el cual continúa latiendo. Charl observa el día en que salió de su casa, después de una discusión con su padre, no le importó lo mucho que su madre le rogó para que se quedará, solo quería cumplir su sueño y continuar en ese pueblucho era su mayor impedimento, fue por eso que decidió irse a la ciudad con la ilusión de lograr su deseo.

Las imágenes continúan pasando, ahora se encuentra con Catherine platicando sobre partir juntos, pero él sabe que no fue así, la engañó, la consideró un estorbo para su éxito y mientras ella esperaba en la estación del tren, él tomó un carruaje con solo su cuaderno de notas, dejando todo para seguir su destino.

Una vez en la ciudad, las cosas no mejoraron, con el poco dinero que llevó rentó un cuartucho en la azotea de un edificio, allí escribió tantos cuentos como pudo para presentarlos en alguna editorial, pero todos fueron rechazados, no había lugar en ningún lugar para cuentos tan ordinarios.

La necesidad lo terminó llevando a tomar trabajos de todo tipo hasta que por último se quedó en uno exactamente igual que el de su padre, al darse cuenta de tal hecho, el odio hacia sí mismo lo obligó a caer en la bebida, a partir de ese momento, comenzó a vivir en las calles buscando la caridad de los transeúntes.

La última imagen que le muestra su propio corazón es la de él mismo frente al bosque, el camino, no es el mismo que vio antes de entrar, ahora lo ve como de verdad era, un lugar seco y sombrío el cual solo representa su inevitable fracaso. El sendero que sigue está lleno de errores, malos sentimientos, remordimiento y desesperación,  

— ¿Ahora ya sabes quién eres? — escucha la voz de Fobos y sale del trance en el que está gracias a las visiones que le ha mostrado su corazón.

— Soy un simple hombre que pensó siempre en sí mismo, soy alguien que creyó que estando solo triunfaría e hice a un lado a las personas que me amaron, siempre pensé que mi padre estaba equivocado, pero yo en mi egolatría, solo escuché los regaños, jamás los consejos, para él ser escritor no era lo único que podía lograr, también sabía que de no lograrlo, algo más tenía que hacer en mi vida y ahora, no soy nada.

—Veo que ya estás entendiendo la situación— se escucha como un susurro la voz del gato —por esta ocasión primero te mostraré a lo que vine y después me dices si quieres que te saque de aquí, aunque ya sabes el costo.

Charl mira de nuevo su corazón y se dibuja una casa, en ella dos mujeres se encuentran, preparando la cena, son Catherine y su madre, mientras colocan la mesa se da cuenta que solo hay dos platos, ambas se sientan en la mesa solas, platican, ríen un poco, al finalizar salen a la puerta como si esperaran a alguien, pero pasa el tiempo y nadie llega, por lo que vuelven a entrar a la casa.



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En el texto hay: fantasia, misterio, aventura

Editado: 08.07.2022

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