Era el primer domingo de la primavera. Me encontraba en habitación terminando de alistarme para salir, ya que era nueva en la ciudad y no conocía nada así que decidí ir a investigar.
La habitación estaba hecha un desastre. Había ropa tirada por todos lados y cajas aún sin desempacar y mi computadora ni siquiera la había instalado, pero, aun así pensaba salir, pero primero acomodaría un poco las cajas para que no quedarán en la mitad o así lo iba a hacer hasta que escuche un ruido y sentí como abrían la puerta de mi habitación era el señor Arturo el mayordomo y trabajador de confianza de mi padre que aparte yo lo conocía de toda mi vida y era mi único amigo y confidente.
-Charlotte- regañaba- vas a salir y no has arreglado tu habitación que piensas de la vida-
-Señor Arturo le prometo que cuando vuelva lo arreglaré venga déjeme salir- suplicando-
-Está bien, pero, tenga cuidado... ah se me estaba olvidando su padre ya se fue a la compañía y señorita no se le olvide volver temprano-
-Si ya lo sé es por eso que saldré quiero conocer porque aquí voy a estar aburrida- insinué-
Después de eso tome mi bolso y salí de la casa, lo primero que me llamo la atención fueron las personas, estaba realmente emocionada seguí caminando hasta que vi el parque que tanto buscaba y cuando llegue vi un árbol de cerezo muy lindo y decidí que ahí me sentaría hasta que escuche que alguien me gritaba oye y fue hay que decidí voltear.
-Oye tu chica eres nueva por aquí no es así- Pregunto-
-Eh si por- dije con duda-
-No es nada solo me dio curiosidad por la ropa que llevas que viéndolo bien es muy colorida, así que si no es imprudente de mi parte preguntar cuántos años tienes- Dijo serio y decidido-
-Tengo 20 años y si me acabo de mudar aquí- dije tímida-
Estaba tan nerviosa, ya que no me gusta hablar con otras personas que lo único que se me ocurrió fue darle la espalda y caminar hasta el árbol sin mirar atrás, aunque el chico era lindo, decidido y valiente en mi opinión, pero ese no era el caso o mejor dicho el caso en ese momento era evitarlo y sentarme a escribir en el árbol.
Pasaron 2 horas cuando decidí volver a casa porque después mi papá y el señor Arturo se preocuparían por mí, así que decidí recoger mis cosas y dirigirme hasta mi casa y así lo hice, pero tuve un pequeño problema me perdí ya ni siquiera recordaba haber pasado por esa calle y para colmo de males había dejado mi celular en casa pensé que ahí quedaría hasta que alguien me encontrará, pero escuché una voz que se me hacía conocida era la del chico del parque que me estaba hablando.
-Oye tu la chica del parque acaso estás perdida- dijo con duda-
Ya yo llevaba más o menos 10 minutos perdida y estaba desesperada así que decidí tomar valor y hablarle y cuando me volteo a verlo veo como él corrió así a mí.
-Porque estás llorando- preocupado-
-La verdad si estoy perdida y no sé qué hacer podrías ayudarme- Pregunte-
-Claro, pero no llores por lo menos sabes la dirección de tu casa-
-No, no sé cuál es la dirección y déjeme mi celular en mi casa, mi papá me va a matar cuando se entere- me puse en cuclillas en el piso mientras lloraba- debí hacerle caso al señor Arturo- sucia entre lágrimas.
-Cálmate no es tu culpa que se te haya olvidado, yo te ayudaré volvamos al parque y allá me dirás por donde viniste ok- despreocupado-
-Está bien- dije algo calmada-
La verdad me sentía patética y triste y fue hay cuando mi imaginación voló como nunca y pensé que talvez él quería secuestrarme o robarme o algo peor, pero aun así lo seguí de vuelta al parque. Cuando llegamos al parque pregunté:
-¿De verdad quieres ayudarme o quieres aprovecharte de mí?- dudando-
-Te quiero ayudar, pero creo que está bien que tengas dudas, pero ahora dime ¿por qué camino viniste?- Serio-
-Señale un camino- por ahí-
-Está bien vamos por ahí-
Íbamos caminando y empecé a reconocer el camino y fue hay cuando me sentí algo aliviada y relajada hasta que empezó a llover.
-Está lloviendo rayos lo que faltaba- Regañando-
-Ríe levemente- eres muy graciosa será mejor apurarnos no crees-
-Si deberíamos apurarnos la casa está en la otra cuadra- Dije segura-
Entre más caminábamos más apretaba ya estábamos todos empapados hasta que llegamos a la casa donde sin pensarlo toque la puerta muy fuerte y mi papá abrió y cuando él hizo eso yo tomé del brazo al chico y lo entre a mi casa.
-Charlotte donde estabas me tenías preocupado y porque llegas con un chico a casa- Regañando-
-Es que fui al parque y cuando quise regresar pues me perdí- Tímida-
-Entonces te perdiste para qué saliste si no conoces la ciudad- Regañando-