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Pasaron los 3 días rápido y lamentablemente había llegando el momento de despedirse de aquel paraíso, El regreso a casa nuevamente fue una dificultar para ella por el gran miedo que sentía hacia los aviones, pero gracias al apoyo del hombre tan paciente que ahora tenía a su lado.. Su prometido.. Pudo regresar a casa tranquilamente. El la acompaño hasta la puerta y luego nuevamente tuvo que retirarse. Necesitaba hacer una supervisión en el restaurante para asegurarse de que todo estuviese bien y en orden.

Luego de terminar de organizar las cosas y darse un largo y delicioso baño de burbujas, Se acostó en la cama con su bata para por fin asimilar todo lo que realmente había ocurrido en aquel viaje. Levanto su mano y comenzó a observar el gran anillo que ahora tenía en su dedo.

"Nuevamente otro anillo "pensó mientras se levantaba poco a poco de la cama para acercarse hacia su cajón, allí había guardado aquella joya tan especial que su primer esposo le había dado.

Abrió el Cajón e inmediatamente la saco para comenzar a observarla.

Era imposible no recordar aquella proposición de matrimonio tan hermosa que hace años aquel hombre que tanto amo le había hecho, él estaba tan nervioso.. Aquella noche hacia mucho frio. Pero siempre era el momento perfecto para ambos. Aquel día el sin tener absolutamente nada que ofrecerle debido a que apenas estaba comenzando en su trabajo decidió gastar sus últimos ahorros en un hermoso anillo de compromiso.

Fue la noche más maravillosa de sus vidas. Comenzó a recordar aquellas palabras que con tanto amor él le había dicho

"Sé que por ahora no tengo mucho para ofrecerte, pero quiero que confíes en mí, Voy a luchar por salir adelante, juntos lograremos aquellos sueños que tanto hemos formado. Sé que no soy un hombre perfecto, no puedo ofrecerte oro ni diamantes. Pero Silvia mi amor, desde que te vi entrar aquel día en la casa de Melissa, en la fiesta de su cumpleaños. Te amé con toda el alma y si me lo permites voy a seguirlo haciendo hasta que la muerte nos separe"

Ella no podía evitar que las lágrimas comenzaran a escaparse de sus ojos. Mientras sostenía aquel anillo lleno de promesas que lamentablemente no se habían podido cumplir por una inesperada partida se sentaba nuevamente en la cama a hacerse la misma pregunta de prácticamente todos los días ¿Por qué?.

Mientras lloraba encima de la cama con el anillo que Andrew alguna vez le había entregado en manos, comenzó a observar el anillo de Dennys. Si era cierto que era un hombre muy bueno y que los sentimientos que tenía hacia el eran bastante fuertes. Pero no sabía si era el miedo de perder nuevamente a otra persona o el amor tan grande que aún le tenía a su difunto esposo lo que no le hiso sentir aquella emoción de querer casarse lo más rápido posible, como la primera vez.

Los días continuaron pasando y lamentablemente Dennys había tenido que volver a viajar por cuestión de negocios, Andrea y Silvia estaban en el departamento haciendo todo lo posible por arreglar su computadora.

-Necesito que encienda, de verdad- Decía desesperada mientras observaba a Andrea hacer todo lo posible por arreglarla – Necesito enviar el plan de evaluación para la próxima jornada escolar el día de hoy-

-Es que no lo entiendo- Respondió Andrea mientras tocaba varias teclas de la laptop –Pareciera que estuviese muerta, no sé qué le hiciste ¿Descargaste algo extraño durante estos días?-

-No. Bueno que yo sepa no lo hice-

-¿Te metiste en alguna página extraña?

-Bueno. El otro día me llevo un anuncio de que me había ganado un teléfono totalmente nuevo y sabes que a mí me encantan los concursos – Dijo ilusionada

-Dios Mío silvia..Se trataba de un Virus- Comenzó a retarla por hacer semejante tontería –Nadie se gana un móvil por hacer absolutamente nada-

-¡Estoy desesperada amiga!- Se veía bastante nerviosa – A la directora de la institución no le gusta que entreguen las cosas tardes-

-Te entiendo, pero sinceramente este no es un problema que solo se pueda solucionar con tocar una tecla. Debes llevarlo a un técnico o mejor comprar una nueva.

Mientras seguían conversando sobre el estado crítico del aparato electrónico el celular de Silvia comenzó a sonar.

-Huu.. Te llama tu amor..- Dijo con un tono cursi para molestarla

Ella lanzo una pequeña risa y luego presiono la pantalla para atender la llamada

-Hola cariño- Dijo alegre mientras Andrea la observaba atentamente

-Hola amor ¿Qué tal todo?-

-Pues todo por aquí muy bien gracias. Andrea envía saludos-

-Dile que lo mismo para ella y los niños. Oye disculpa que te llame para esto, pero realmente necesito un favor-

-¿Dime que sucede?

-Olvide algunos papeles en casa y necesito que me envíes al menos algunas fotografías de ellos tomadas con el celular. ¿Puedes ir a mi casa?-

-Claro cariño. No hay ningún problema-

-Cielos. Eres fabulosa mi amor. Muchísimas gracias-

Al fondo se escuchó la voz de otro hombre –Señor Da silva...-

-Oh. Ya tengo que irme amor Te amo, Adiós – colgó